miércoles, 24 de diciembre de 2008

NORMALIDAD POSITIVA




Inicié mi fin de semana deportivo asistiendo en Quintanar de la Orden al X Torneo Internacional de Navidad de Karate, en el que bajo el equipo de Castilla-La Mancha, participaba Ignacio Iniesta, nuestra figura familiar en ciernes, que continúa su buena progresión, dentro de lo que podríamos considerar una normalidad positiva. Ganó, empató y perdió sus particulares duelos ante curtidos rivales, pero se sumó al triunfo colectivo y logró proclamarse, una vez más, campeón de la competición en su categoría.
El espectáculo es curioso y digno de conocerse por el ambiente que se genera y, que invade, en toda su extensión, las dimensiones de la pista del pabellón polideportivo, que en este caso era el "Fred Galiana" de la mencionada y vecina localidad manchega. Cuatro tatamis simultáneos, con sus respectivas mesas de anotación y cronometraje, más el conjunto de jueces que fiscalizan cada gesto para puntuar las acciones que llevan al triunfo o a la derrota.

Con el tiempo justo para acomodarme ente el televisor, presencié el partido del Real Madrid ante el Valencia, con la final satisfacción de ver un triunfo que, aunque no brillante, era necesario. Hay partidos que se deben ganar incluso renunciando a la vistosidad. Este era uno de ellos. El Madrid no se podía permitir una nueva derrota en su feudo, ante un rival de entidad y después de tres derrotas consecutivas anteriores.
El comienzo fue fulgurante, con dominio territorial y llegadas muy incisivas, como la que provocó el gol de Higuaín, después de una espectacular internada de Robben, de las que levantan al público de su asiento y que confirman que es el jugador más en forma y desequilibrante que tiene en la actualidad el equipo blanco. Luego, más de lo mismo. El equipo se puso nervioso ante el creciente empuje valencianista y quedó de manifiesto la falta de liderazgo organizativo, la inseguridad defensiva - esta vez salvada una vez más por el recuperado Casillas - y la mediocre artillería, que no logra definir las buenas ocasiones que tuvieron al contraataque, en balones francos para el gol, como los que dispuso Higuaín en dos o tres ocasiones y Guti en otra clarísima. Resulta asombroso que jugadores, de esta supuesta calidad, puedan errar en situaciones que cualquier aficionado querría para sí en un partido de esas características. Una de Higuaín a bocajarro merecía darle un buen tirón de orejas.
Pero, en conjunto, se evidenció una cierta positividad en la actitud y concentración de los jugadores, que Shuster había desinflado hasta mínimos en una dejación de funciones insostenible. Espero que Juande Ramos, este pedroteño, crecido en el futbol levantino y con amplia experiencia y trayectoria, aporte sensatez y continuidad, exigencia y sacrificio, porque la calidad y el buen juego, en un plantilla como la madridista, que además se está reforzando para cubrir los huecos de las lesiones, deben aflorar de manera natural.

A la mañana siguiente, una nueva salida cicloturista con mi grupo, nos permitió disfrutar del buen tiempo climatológico, pues a pesar de las frías temperaturas iniciales, el sol se fue imponiendo para permitirnos un paseo, por el camino hasta Villafranca y sus lagunas, muy agradable. Los humedales recuperados de agua, plenos de aves y los caminos en su mejor estado para el pedaleo. Las lagunas eran un espejo natural que reflejaba la calma atmosférica y sólo las ligeras ondulaciones de los grupos de patos alteraban la quietud del agua.

Regresé en solitario para presenciar el partido de futbol sala en el Pabellón del Parque, en el que mi hijo Héctor participaba con su equipo. Esta vez recibieron un buen correctivo por parte de los rivales que, sin hacer nada especial, matuvieron una defensa ordenada y férrea, que les permitió sorprender al contraataque con rapidez y eficacia. El 5 - 1 final quizá no refleje la diferencia real sobre el campo, pero el fútbol tiene esa lógica que, a veces, resulta demoledora.

Y en esa misma tarde, a pesar del frío y de lo completa de mi agenda en acontecimientos deportivos, me acerqué al polideportivo municipal para asistir al clásico comarcal entre el Gimnástico de Alcázar y El Tomelloso C.F., pues estos partidos son de los que siempre me motivan. En general no hubo nada nuevo. Ambos equipos mostraron lo que esta categoría suele deparar: poco fútbol elaborado, escaso manejo de balón y mucha presión y fuerza en los marcajes. De modo que la llegada de los goles se hace de esperar y suele ocasionarse a balón parado o tras un despiste. En este caso, en el minuto siete de la segunda parte, los locales aprovecharon una falta para enviar a la red, de un buen cabezazo por parte del delantero en punta del Gimnástico, el primer tanto. Yo pensaba que no se movería el marcador, pero me equivoqué. El Tomelloso marcó a los pocos minutos en un descuido de la defensa alcazareña que se vió sorprendida con un buen disparo de los tomelloseros. Ahora sí que era difícil pensar de nuevo en remontar. Pero, afortunadamente, me volví a equivocar. Y además, me alegré especialmente de mi nuevo vaticinio, comentado en la grada con mi amigo José Manuel Minguez y otros dos futboleros de su grupo, mientras tapizaban de cáscaras de pipas la zona de la grada que ocupábamos en el fondo del campo, porque el segundo gol del Gimnástico vino precedido de una extraordinaria jugada, de lo mejorcito que se ha visto en lo que va de temporada, que arrancó de un pase en profundidad de Javivi, con gran visión y temple, a la carrera de Jaime Beamud quien se internó ganando al defensa en velocidad y centrando con calidad y peligro hacia la portería tomellosera, dando lugar a que el rechace defensivo fuera rematado de cabeza por Isaac para conseguir el definitivo y victorioso 2 a 1 para los alcazareños. Salté de alegría como hacía muchos años que no lo había hecho por estos colores. ¡Qué cosas, a mi edad!

domingo, 14 de diciembre de 2008

LECCIÓN DE DIGNIDAD


Que era difícil que el Real ganase en Barcelona, lo sospechábamos hasta los más forofos madridistas, pero que el Barça tuviera tantas dificultades para lograr la victoria es algo que no se esperaba la tensa y desaforada afición catalana, que vivió con ansiedad todo el encuentro y explotó de júbilo a siete minutos del final, desahogando así toda la tensión acumulada. Y es que en el fútbol, como en la vida, los milagros escasean y ante un equipo que estaba haciendo un juego alegre y fluido, con la moral alta por las recientes victorias, y goleando con bastante facilidad hasta a los rivales más directos, lo extraño hubiese sido que un Madrid, diezmado por las múltiples lesiones, con nuevo entrenador - me alegro que pruebe el pedroteño Ramos - y con la enésima composición defensiva en lo que va de curso, dando paso a Metzelder y Salgado, que hasta ahora eran suplentes, más el debut de un canterano como Palanca en un escenario tan exigente como el Nuevo Campo del Barcelona - parece irónico seguir llamándolo así tras casi cincuenta años de historia - hubiese dado la sorpresa.

Sin embargo, si la suerte, que sigue siendo un factor importante en este juego, hubiera sido favorable en las dos clarísimas ocasiones de Drenthe y del mencionado Palanca en la segunda mitad, otro gallo hubiera cantado y ahora no estaríamos hablando de doce puntos de desventaja. Pero, a pesar de todo hay que mantener el optimismo y recuperar el estilo y la ambición, que es lo que diferencia al Madrid del resto y lo que causa tanto encono en Barcelona. Si el resultado hubiese sido un empate, la orgullosa afición barcelonista se hubiera llevado una decepción morrocotuda, pues no hay que olvidar que la victoria sobre el Madrid tiene en esas latitudes más valor que cualquier otro título que puedan conseguir. Y no se estuvo tan lejos de que así fuera. Lástima que los cambios de última hora no tuvieran la tensión competitiva de los que abandonaron la cancha.

El Madrid perdió y fue dominado territorialmente por los catalanes, pero dió una lección de dignidad y de capacidad de resistir cuando las circuntancias podían haberlo abocado a la debacle. Quien sabe si será el comienzo de un cambio de actitud que le permita, una vez más, iniciar una nueva remontada, como a las que siempre nos ha tenido acostumbrados. Este Madrid es el que se gana el respeto, la admiración y la envidia del resto de sus rivales.

miércoles, 3 de diciembre de 2008

FIESTA ALEGRE


El pasado día uno de diciembre tuve ocasión de visitar, junto a Vicente Paniagua que me cursó invitación e hizo de amable introductor y embajador, la obra gestada por Pedro Ferrándiz, con quien me fotografié para ilustrar estos comentarios, y sus colaboradores en la Fundación que lleva su nombre y es un auténtico templo del baloncesto por la memoria que, en diversos formatos, conserva entre sus muros. Alcobendas ha sabido anticiparse como municipio a lo que sería un privilegio para muchas otras ciudades de mayor población y rango. Su edificio, Borislav Stankovic, en honor del Secretario General de la FIBA durante 26 años, es una muestra de gratitud y reconocimiento a la memoria de un deporte que se gestó en nuestro país casi al compás del pasado siglo XX y que ha ido creciendo hasta ser uno de los más seguidos y arraigados en todo el ámbito mundial.

En el museo se pueden ver colecciones de medallas conmemorativas, material baloncestístico en su evolución temporal (balones, botas, protectores, etc.), camisetas de eventos o de jugadores míticos, fotografías de un sinfín de situaciones reales y del mundo de la alta competición… y todas sus galerías, además de una sala propia, engalanadas con obras de arte alusivas al deporte de la canasta. Como guinda de este coleccionismo, la biblioteca “Samaranch”, única en el mundo en volúmenes temáticos sobre baloncesto, y paraíso de obligada visita para estudiosos, investigadores y curiosos de todo lo relacionado con el referido deporte.

Tuve la suerte, además de ser obsequiado con varios ejemplares editados en conmemoración de los grandes torneos: Olimpiadas, Copas de Europa, Trofeos de Navidad del Real Madrid, Copa de España, etc., que vienen a resumir y refrescarme aquellos años de infancia y juventud en los que miles de chavales de nuestra época unimos a la afición futbolística, esta otra modalidad de origen americano, que, a golpes de Coca-Cola y mini-basquet en los recreos escolares, fue calando en nuestro imaginario de gozos y aspiraciones deportivas. Serán pocos los compañeros de aquella etapa que no hayamos jugado, con más o menos brillantez y continuidad, al baloncesto.

En suma, una jornada de fiesta y alegre, como el título que tuvo el Frontón de los años cincuenta y sesenta en que se fraguaron los grandes triunfos del equipo madridista de entonces.

lunes, 24 de noviembre de 2008

LECCION DE PUNDONOR


El Gimnástico de Alcázar logró ayer remontar un partido frente al Talavera, cuando todo hacía presagiar que la derrota se consumaría finalmente. Como en partidos anteriores, el equipo alcazareño se defiende ordenadamente y cumple en esta faceta, pero le sigue faltando confianza y ambición para intentar ganar los partidos. Ayer, en la segunda parte y tras haber recibido dos goles previamente por sendos errores no habituales, logró sacar ese pundonor necesario en todos los equipos para remontar y lo consiguió. No se pudo redondear el resultado y la cosa quedó en tablas, pero que, a la vista de lo acontecido, fueron como un triunfo. Cabe destacar, una vez más, la buena actuación del joven Alberto, que marcó los goles y realizó dos jugadas de gran clase, que le otorgan una calidad a tener muy en cuenta. Aguanta muy bien los balones largos, pelea por su estatura con cualquier defensa y tiene toque y habilidad en el control del balón. En suma, es la aportación más interesante del cuadro local. Además, se consiguió que la fría afición alcazareña tributase un sonoro aplauso a los jugadores al final del partido. ¡Qué menos se merecían!

Por su parte el Real Madrid, siguió con su particular calvario de juego, aumentado por las bajas y la poca consitencia de su sistema. La defensa se entonó por el centro con la aportación de Ramos, que lo hace mejor en esta posición que en el lateral. Pepe es el único que marca la diferencia en rapidez y seguridad, aunque luego cometa errores estúpidos e inexplicables y se complique innecesariamente. En el centro del campo están perdidos los papeles, pues nadie organiza con criterio y sólo Sneider sorprende, a ráfagas, con sus potentes disparos. Los empeños de Guti y Gago de dar pases "sublimes" acaban casi siempre en pérdidas y peligrosos contrataques del rival. Esta falta de suministro a los delanteros hace que las ocasiones de gol sean escasas y, como Raúl ha perdido chispa e Higuaín necesita estar inspirado para concretar las suyas, el resultado se ajusta a lo reflejado por el marcador. Con ello el equipo se mantiene segundo y con aspiraciones. ¡Ver para creer!

domingo, 9 de noviembre de 2008

MI PARTICULAR CANTERA


Antes del encuentro frente al Manchego, tuve la ocasión de fotografiarme con dos de mis antiguos alumnos, Jaime Beamud y Angel García, ahora parte del Gimnástico de Alcázar, uno como jugador y el otro como preparador físico.
La verdad es que uno se siente orgulloso de haber contribuido a formar a chavales que con el paso del tiempo siguen vinculados al deporte o militan en los equipos de nuestro entorno con mayor o menor proyección pero con ilusión y entrega. Además es reconfortante que guarden el aprecio y la estima para quienes fuimos sus profesores en un momento importante de su infancia. Gracias a ellos recuperamos y renovamos el aliento educativo.

CASTA Y TRADICION


Este domingo nos ha deparado un repertorio de emociones al más puro estilo de la leyenda clásica. El Real Madrid hizo un alarde de casta y remontó un partido frente al Málaga, que ni los más optimistas creíamos posible. No sólo Higuaín protagonizó la noche como tetragoleador, sino que el equipo, aún con un jugador menos, el inefable S. Ramos, que cada vez más demuestra su lado oscuro, supo remontar la adversidad a base de coraje y ambición por ganar y despertar a una afición escéptica y desencantada con lo que se le ofrece cada domingo. Y es que no es para menos. Los dos primeros goles malagueños fueron para sonrojar a cualquier defensa que se precie, y si ésta es la del Real Madrid, aspirante al máximo en España y Europa, apaga y vámonos. Lo de Marcelo y Heinze no tiene nombre, aunque los de arriba no ayudasen a solucionar las carencias del grupo. En la segunda parte y además del mencionado goleador, esta vez Guti dio la cara, y no tanto fue magistral en sus pases sino que luchó por los balones y corrió como hacía años no se le veía. Pero repito, de estos mimbres no puede cuajar un buen cesto salvo que la casta se imponga a la calidad y esto no suele ocurrir nada más que excepcionalmente.
Por contra, el Gimnástico jugó frente al Manchego uno de los mejores partidos que le he visto esta temporada, al menos durante la primera parte. Movió bien el balón, intentó abrir a las bandas y el joven Alberto y en ocasiones Jaime, llegaron con cierto peligro, pero tampoco el delantero centro, pese a su estatura, acompaña a incrementar la faceta goleadora.
Por cierto que, en las gradas, tuve que soportar durante un largo rato, la presencia vociferante de una pareja de energúmenos, él y ella, ya talluditos, cuya actitud yo pensaba que estaba en vías de extinción. Se dedicaron a insultar de manera desaforada al árbitro ante el más mínimo error o decisión. ¡Guarro! ¡Borracho! ¡De C. Real tenías que ser!, fueron algunas de las lindezas que repitieron de forma obsesiva y machacona, hasta provocar el hastío de quienes nos sentamos cerca, antes de que buscásemos otro acomodo, en vista de la situación. ¡Lamentable, pero cierto!
Al final, lo que cuenta es que el Manchego se llevó los tres puntos gracias a un solitario gol de un espléndido chut que entró casi por la escuadra. Luego supo ganar la batalla del medio campo y estuvo firme en defensa y peligroso en sus contraataques aunque el Gimnástico le facilitó la tarea con su conservadurismo. Me gustó el siete del Manchego, nuestro paisano Nacho Peñuela que dispone de un gran toque de balón, preciso en el pase y con un gran sentido del juego colectivo. Siento que un año más los de la capital se hayan llevado el gato al agua, pero así es el fútbol.

domingo, 2 de noviembre de 2008

AGRIDULCE


Este fin de semana deportivo lo inicié en el pabellón Díaz-Miguel presenciando el primer partido de mi temporada en baloncesto entre el Adepal de Alcázar y el Matchmind Carrefour El Bulevar de Ávila. Equipo éste que se llevó una merecida victoria por su mejor juego, su saber estar en la cancha y la mayor velocidad en los movimientos de sus jugadores, más jóvenes y de mayor calidad individual que los del equipo alcazareño.
Lo más negativo, aparte del estruendo casi inaguantable que es necesario soportar para presenciar este tipo de partidos, es que la propia hinchada local agotó los cánticos consabidos y poco originales para tratar de justificar la impotencia del juego de los suyos, para finalmente aceptar, en un silencio resignado, los últimos momentos del partido. Cuidado, porque observé una agresividad creciente no sólo de los espectadores más inflamables, sino también de la mascota, los limpiadores de la mopa y hasta de las chicas animadoras, cuando todos ellos deben guardar las formas y la neutralidad como signo de respeto y elegancia que nunca debe perderse en el deporte.
Por la tarde del domingo, en el derby comarcal, el Gimnástico venció trabajosamente a un flojo Unión Criptanense con el solitario gol de Jaime, que una vez más salvó a su equipo, que en esos momentos se había quedado con diez jugadores sobre el campo. El partido fue malo de solemnidad, en la línea habitual de falta de juego por las bandas, sin ideas ni control en el centro del campo y únicamente una grupo muy disciplinado que logra hacer difícil que le marquen gol. En todo caso si hubiera sido el Criptanense el primero en conseguirlo, el resultado no se habría alterado.
Por fín, el Real Madrid como colofón a la referida jornada, ha dado una vez más en Almería muestras de estar muy lejos de ser el equipo aspirante a los títulos en juego y ya veremos si consigue no descolgarse antes de tiempo de las tres competiciones. Salió sin entusiasmo, ramplón y falto de ambición frente a un Almeria temeroso y poco combativo. Tras un gran gol de Raúl, lo único bueno del equipo madridista, se dedicó a guardar el botín intentando controlar el partido, pero con la apatía y falta de autoridad que viene demostrando en lo que llevamos de temporada, y claro, el gol almeriense no tardó en llegar. Empate y gracias. ¡Una pena!

lunes, 27 de octubre de 2008

SUBIDA A "EL ROBLEDILLO"


Este domingo, el fútbol perdió protagonismo por la espléndida ruta cicloturista que llevamos a cabo el habitual grupo de amigos que nos juntamos semana tras semana para practicar nuestra afición deportiva favorita: el cicloturismo. La cita estaba prevista, con el cambio horario, para las siete y media de la mañana desde Alcázar y en coches, cargados con las bicis, para llegar hasta El Molinillo, en las estribaciones de la Sierra del Castañar y cercanos al Parque natural de Cabañeros.
El grupo lo formamos once personas: Justo López, Juan Garrido, Pedro Álamo y sus hijos Alvaro y Carlos, Miguel Romeralo, Antonio Garrido, Pedro Peinado, Jose Escelio Gómez, Jose Antonio "El colombiano" y Jose Yuste "El relojero".
La ruta resultó agradable, porque la mañana así lo propiciaba al gozar de una buena tempreratura, ambiente húmedo pero soleado y el paisaje otoñal con los primeros verdes previos a los hielos invernales. Multitud de ganado pastando en las dehesas y una carretera despejada, para practicar la dura pero gratificante subida hasta el puerto de El Robledillo, llegar hasta San Pablo de los Montes y, tras disfrutar de un café reparador y unos "cortadillos", volver por el puerto del Lanchar hasta desembocar nuevamente en la carretera que nos devuelve hasta El Molinillo, donde reparamos fuerzas en la célebre gasolinera del cruce, lugar donde sirven venao y otros manjares de la tierra, aunque ayer no fuera el día más propicio.
Al final resultó que habíamos pedaleado durante 2 horas y 39 minutos, recorriendo 49 kilómetros a una media de 18,2 Kms/h., con una velocidad máxima en las bajadas de 66 kms./h. y quemando una media de 824 calorías. ¡Esperemos repetir también el próximo año!
Por la noche, en Canal + un nuevo clásico Real Madrid - At. Bilbao, ensombrecido por el nefasto arbitraje de otro de tantos incompetentes jueces que la Federación debería reciclar y luego, tomar el ejemplo del fútbol inglés, que está ganando audiencia televisiva entre los espectadores hispánicos, por su intensidad, su emocionante carga de motivación y la ausencia de cuento y picaresca ralentizadora que envuelve nuestro fútbol. Y eso que, tanto Real como Athletic, ofrecieron un buen tono con llegadas peligrosas y la calidad siempre notoria de los grandes que marcan las diferencias. Me gustó mucho Sneider y su potencia rematadora, además de su constante brega y lucha. También Higuaín se está consolidando como la alternativa a un Raúl que necesita dosificarse. En defensa, sólo Pepe está por encima del resto y Marcelo debe recibir un toque de atención o será un auténtico coladero.
Los bilbainos sólo algún detalle de calidad por parte de los más técnicos como Yeste y Gabilondo, el resto intentando ejecutar una sinfonía que nunca pasará de mediocre mientras el director sea un "camionero del pescado" como Joaquín Caparrós.

domingo, 19 de octubre de 2008

Pegándoles duro


De nuevo tanto el Real Madrid como el Gimnástico han sido capaces de golpear a sus rivales del fin de semana con contundencia.
Los madridistas amargaron, una vez más, la fiesta colchonera en su propio campo y se va a cumplir la primera década del siglo XXI sin que aún hayan logrado la victoria liguera sobre sus vecinos merengues. El partido comenzó con similares visos a otros recientes en los que los madridistas marcan al medio minuto y noquean psicológicamente a sus rivales. Los atléticos encajaron mal este gol en todos los sentidos. Buscaron la solución inmediata en unas brutales entradas, que me recordaron los peores tiempos de leñeros tan afamados como Griffa o Glaría, a quienes se les comparaba con Herodes y Pilatos, pues si salías vivo del primero, te esperaba el segundo con mayor agresividad que el anterior.
Lo cierto es que algunas entradas protagonizadas por Perea, Ujfalusi o Pernía fueron merecedoras de roja directa, posiblemente fruto del nerviosismo del tempranero gol, pero evitables para un equipo que ha vuelto a Europa con jugadores que pueden dar más de lo demostrado ayer. Después vino lo de otras veces, un Madrid que perdonó, unas veces por malas deciones arbitrales -siguen mostrando una incompetencia clamorosa- y otras por esa especie de abulia de quien no consigue hacer valer su superioridad con rotundidad y que termina agobiado por esa misma falta de autoridad. Aunque afortunadamente el equipo está recuperando ese espíritu de lucha y de sacrificio hasta el último minuto que, unido a la innegable calidad de algunos de sus hombres, le puede deparar triunfos donde se necesiten.
Por su parte el Gimnástico ofreció un buen partido ante un flojo rival, el Tarazona, que no en vano ocupa el farolillo rojo en la clasificación. Curiosamente sus dos primeros goles vinieron por algo tan elemental como abrir el juego por la banda, centro y aprovechamiento del rechace inicial para marcar de dos estupendos remates. A mí me gustó especialmente el de Jaime Beamud que logró marcar de una volea sensacional. Luego, ya en la segunda parte, Isaac marcó un buen gol demostrando su calidad y liderazgo en este equipo, en el que no sobra precisamente lo primero. El resultado final fue de 4 - 1 para los alcazareños, que se descuidaron en el gol visitante.
En definitiva, una jornada satisfactoria para los seguidores de ambos equipos, Real Madrid y Gimnástico, en una tarde plácida de clima suave y buenas condiciones para la práctica del fútbol.

martes, 7 de octubre de 2008

PAPÁ ¿POR QUÉ NO MARCAN GOL?


Con esta ingenua e infantil visión del fútbol, se dirigió ante nosotros, un niño de unos cinco años a su padre, que lo había llevado como novedad a presenciar el partido disputado en el Campo Municipal entre el Gimnástico de Alcázar y el Villarrobledo C.F. y que finalizó con el siempre aburrido empate a cero goles. El chaval no podía entender que un partido pudiese terminar sin que ninguno de los contendientes marcaran, pero esa es otra de las miserias o grandezas de este singular deporte.
Por mi parte, renové también la satisfacción de sentirme acompañado en la grada por mi hijo Héctor, que se animó a presenciar el encuentro, aunque al final también lamentara lo aburrido del espectáculo. Al menos, tuvimos la sensación de emular a Nick Hornby, el hincha del Arsenal, que publicó un afamado libro titulado "Fiebre en las gradas" en el que relata los inicios y su posterior conversión como seguidor impenitente del equipo inglés así como sus vivencias en torno a los partidos jugados en su campo de Highbury Park. Todo padre aficionado al fútbol suele sentirse orgulloso de que su hijo lo acompañe alguna que otra vez a presenciar los partidos, y no me cabe duda de que los auténticos apasionados por este deporte han sido espectadores, desde muy niños, de los partidos del equipo de su pueblo.
En lo puramente futbolístico, el Gimnástico volvió a ser un equipo plano, con escasa calidad a la hora de mover el balón o de elaborar jugadas, aunque serio y disciplinado tácticamente, lo que le permite mantener el resultado equilibrado frente a rivales que cuentan con delanteros rápidos y experimentados como fue el caso del Villarrobledo. En fin, un clásico del fútbol manchego venido a menos, pero que cuenta con el renombre de todos los derbys que históricamente se repiten en nuestras latitudes futbolísticas.

lunes, 29 de septiembre de 2008

Fútbol en Spain


Cada vez son más los términos y los cronistas que los utilizan y que se han entregado, sin rubor, a la plaga de anglicismos, que de forma interesada y con claras intenciones comerciales, invaden el lenguaje deportivo y futbolístico de nuestro entorno. Así, nuestros equipos no juegan la Copa de Europa sino la Champions League, los delanteros que marcan tres goles no son trigoleadores sino que hacen un Hat Trick, si respetan el honor y los códigos deportivos de la elegancia y el buen hacer con sus gestos es que tienen fair play, y cuando un equipo resulta especialmente bien conjuntado y espectacular en su juego estamos ante el dream team de turno.
Sin embargo, he aquí que una de las palabras de más rancio sabor en nuestras denominaciones del juego, importada junto al resto de palabras originarias de Inglaterra como es la del linier, el juez de línea que auxilia al árbitro principal en numerosas decisiones, está siendo denostada por esos mismos usos incoherentes y burdos para utilizar el vocablo de árbitro "asistente", que a mí me recuerda al soldado que utilizaban los militares como machaca para todo, o bien al mayordomo que salía en las películas españolas de los años sesenta.

miércoles, 17 de septiembre de 2008

¡Vaya tostón!


La expresión hace tiempo que suele ser inusual, pero hay ocasiones en que es conveniente rescatarla. Después de la experiencia televisiva de esta tarde noche en el Bernabéu entre el Real Madrid y el Bate Borisov, en el primer partido de la Copa de Europa, no me queda más remedio que utilizarla con todas sus consecuencias. Es cierto que los equipos, a veces, se desmotivan ante los rivales flojos y pierden la tensión y la chispa necesarias para lograr brillantez. Robinson, en Canal +, lo ha expresado con gracia diciendo que es difícil bailar con un patoso. Pero el Real debe tener jugadores y motivaciones como para entretener a su fiel y costosa parroquia de todos los confines con algo más de lo que ha ofrecido.
Lo peor es que, salvo una transformación grupal basada en la lucha y en el empuje colectivo, los mimbres no sólo no dan para ganar la décima, sino ni siquiera para disputar con holgura las competiciones nacionales. Tiempo al tiempo.
Esto me ha recordado el pasado partido del Gimnástico ante el Tomelloso en la Copa Diputación. El equipo no da la talla y, salvo circunstancias muy favorables, tendrá muchos problemas para mantenerse en la categoría. Le falta creación, ambición y puntas resolutivos. La defensa, especialmente por el centro es débil y mediocre. Sin embargo y curiosamente, marcó el gol del honor en una jugada trenzada, bonita y bien ejecutada con una dejada última de un juvenil, llamado Albertillo, que promete ser el jugador a seguir para el resto de la temporada.
A veces, dentro de la maraña de lo mediocre, se encuentran destellos que nos dejan asombrados. Espero que se repita.
Alcázar 17 de septiembre de 2008

jueves, 3 de julio de 2008

Macarras en competición


En la pasada edición del las XXIV Horas de Fútbol Sala celebradas en Alcázar de San Juan, tuvimos la mala fortuna de presenciar una agresión contra uno de los deportistas locales, cuyo único delito fue dirigir a su equipo frente a una banda de macarras, a los que la organización no supo impedir que participasen.
Esto tiene el agravante de que en la anterior eliminatoria habían armado también bronca en uno de los pabellones, agrediendo gravemente a otro de los rivales y campando a sus anchas en amenazas e insultos. Todo ello con total impunidad de autoridades y organización que, para colmo, no contaron ni siquiera con la presencia de fuerzas del orden mientras se celebraba el evento.
Parece ser que las medidas que se van a tomar, consistirán en boicotear la participación de estos grupos de indeseables en cualquiera de las competiciones que se convoquen. Por el bien del fútbol sala y por el ejemplo para las sucesivas generaciones, esperemos que así se haga.

Aragonés, un gafe rehabilitado


Por fin, la Selección absoluta de fútbol ha vuelto a escribir una página notoria en su dilatadísima trayectoria competitiva. Y lo ha hecho dirigido por Luis Aragonés, un madrileño de Hortaleza gafado para triunfar en Europa desde los años setenta frente al Bayern. Además lo ha conseguido de forma brillante, practicando un fútbol de técnica frente al imperio de los jugadores potentes y musculosos que se llevan hoy en todo el continente. Pero no hay que engañarse. Como el propio Luis reconoció, en el fútbol un penalty fallado contra Italia o no parado por Casillas nos podría haber devuelto a las pesadillas históricas de la frustración. No hay pues que envalentonarse en exceso.
Por otro lado, el propio Luis, cercano a la setentena, ha estado a punto de sucumbir a las presiones mediáticas y populares y tuvo que continuar tras presentar su dimisión después del fracaso del pasado mundial. Lo cierto es que es un personaje de lo más peculiar: tosco en el trato, maleducado en ocasiones, se rasca mientras es entrevistado sin ningún pudor y exhibe sus rasgos de primate cuando las cámaras lo convierten en foco de su objetivo.
Lo que ha resultado notorio ha sido el efecto multiplicador de la gesta, gracias a la inflacción publicitaria mediática de la cadena Cuatro, que ha encontrado así su filón más preciado. Las masas enfervorizadas y exacerbadas por los comentaristas han logrado una vez más que el mejor de los juegos contribuya a mostrar lo peor de nosotros mismos, como señalaba acertadamente Javier Rioyo. Esperemos que vuelva la serenidad y que cuando las aguas vuelvan a su cauce seamos más razonables, amables y menos tensos.

domingo, 1 de junio de 2008

¿Por qué Grada 54?


Este blog es la expresión de mi crítica personal en el mundo del deporte en general, pero especialmente en el fútbol, al igual que ocurre en la mayor parte de los programas informativos de nuestro país, que titulan información deportiva y sólo hablan de fútbol en un porcentaje abrumador de su tiempo.

Aburrido por los comentaristas ineptos o neuróticos, que no sólo dejan sus impresiones de dudosa objetividad, sino que contaminan el lenguaje prescindiendo de términos tan sonoros y ricos como puede ser un “despeje” por parte de un defensa, diciendo que “se ha quitado el balón de encima”, o que fulano de tal juega “por banda izquierda”, suprimiendo así los artículos en un ejercicio de no se sabe bien qué pretensiones gramaticales.

Lo de grada 54 obedece a una azarosa conjunción de cifras entre mi año de nacimiento, la edad que alcanzaré este mismo año y, lo que es aún más sorprendente, el número de asiento, en el antiguo campo de fútbol de Educación y Descanso de Alcázar de San Juan, de un abono en sus escasas gradas que figuraba en un viejo carnet.

Mi deseo es compartir y disfrutar de otras opiniones, como ocurre con todos los blogs que navegan por la red y, sobre todo, enriquecerme con las opiniones de quienes me ofrezcan buenos argumentos que me ayuden a contemplar de otro modo la realidad.