lunes, 19 de octubre de 2020

XIV SUBIDA AL ROBLEDILLO 2020


 UNA JORNADA  DE ENTENDIMIENTO Y CONCORDIA



Si yo fuera portavoz de la familia real o liberara de mi inconsciente voces de las escuchadas machaconamente en prensa, radio y televisión los pasados días con motivo de la entrega de premios Princesa de Asturias, seguro que mi relato comenzaría por las palabras del encabezamiento o quizá precedidas del ya tópico y casi burlesco: "me llena de orgullo y satisfacción ver reunido este elenco de ciclistas aficionados entre los que ha triunfado el entendimiento y la concordia para acometer la nada despreciable 14ª edición de esta tradicional subida".

Porque pese a la disparidad de procedencias,  de estados de forma, de manías, de liderazgos más o menos manifiestos en el sociograma del grupo, de las difíciles circunstancias de la pandemia para organizar encuentros sociales, al final ha salido adelante una ruta agradable, presidida por buenas temperaturas para el pedaleo y sin incidentes negativos que la pudieran oscurecer.

Frisaba mi reloj las 9:30 de la mañana, tal como habíamos previsto, cuando los diez ciclistas comprometidos previamente acordonamos con nuestras bicis y nuestra presencia la anchura de la calle a la altura del restaurante Román, donde posteriormente departiríamos almuerzo y donde nos dejamos fotografíar por una joven que se prestó rauda a inmortalizar el momento, como queda reflejado en la imagen que abre la ilustración de esta crónica.


Allí estaban Josemi, Alfredo y Pedro Peinado que acudieron prestos a la llamada, sabedores por experiencia del buen sabor ciclista que deja este tipo de recorridos, estaban José Escelio y Juan Garrido, que junto a Justo acumulan ya más "Subidas Robledillo" que Nadal "Roland Garros", acompañados por Alejandro, un moldavo afincado en Alcázar que debutaba en estas lides, y Bernard y Malaño representando al ICC mermado de algunos otros componentes a los que se echó de menos, como echamos de menos al desaparecido Jesús Montarroso y, finalmente, acudió Miguel Romeralo, un histórico de estas salidas, que se presentó con deseos "vengativos" hacia Petrosian, a lomos de una bici con asistencia eléctrica que le permitió una subida espectacular.

Y tras la foto de rigor ante el cartel toponímico de Retuerta, elevada también a clásica en las últimas ediciones, comenzamos un pedaleo suave y preparatorio, con el grupo bien compacto, el ambiente frío, pese a que algunos lo desafiaron con prendas veraniegas, y las vacas y terneros contemplando apaciblemente nuestro paso como único público asistente a la marcha.

Pasado el balneario, ahora cerrado a cal y canto, comenzaron las rampas exigentes y, como suele ser habitual, el grupo de desmembró, como dice siempre Josemi, se dio paso al K - 1, es decir, al ritmo que cada cual considera que puede mantener para alcanzar el objetivo de culminar la subida. Alfredo y Alejandro, llegaron en primer lugar seguidos a no mucha distancia de Bernard y Justo. No tardaron Pedro y Miguel, que sorprendió con el buen uso de su asistida bicicleta. A continuación Josemi, que demostró su experiencia y acomodo a un ritmo que sabe dominar cabalmente. Luego Pepe Malaño, alardeando de ser el escalador más lento de Castilla La Mancha, para cerrar Juan Garrido, al que vimos en buen momento pero siempre atento a las evoluciones de Jose Escelio que necesita una mejora integral de su estado de forma y mentalidad para afrontar estas salidas.



A partir de la cima del Robledillo el descenso es también cosa de cada cual y lo importante es tener claras las referencias para reencontrarse. Menos mal que funcionan los móviles y aún así ninguno logramos retener el nombre del Bar Sierra en el que nos citó Juan Garrido para tomar un ligero avituallamiento. Cuando conectamos nuevamente, él llegó con bolsa de churros en mano mientras los demás estábamos con el pie de nuevo en los pedales. Quizá aquí debimos recordar esos versos de León Felipe que tan oportunos resultan en este tipo de ocasiones:

                                    "Voy con las riendas tensas

                                      y refrenando el vuelo,

                                      porque no es lo que importa llegar solo ni pronto

                                      sino llegar con todos y a tiempo."

La nueva cita era Ventas con Peña Aguilera, unos de forma directa para acortar la distancia y facilitar el agrupamiento y el resto por Menasalbas para facilitar lo anterior. Lo que pasa con el tramo de Menasalbas es que se presta a una velocidad vertiginosa y las bicis asistidas desconectan las ayudas y requieren mover desarrollos acordes con la velocidad necesaria. Miguel se vio retrasado del grupo y mientras lo esperamos, se produjo la primera fractura del pelotón que ya no se reintegraría hasta la salida de Ventas aunque sin estar al completo. Subidas las primeras cuestas de este tramo, la consiguiente bajada se hizo de nuevo a  gran velocidad, permitió alcanzar a los adelantados y fijar un nuevo reagrupamiento en el cruce de El Molinillo. Así lo hicimos y desde allí hasta la meta de Retuerta  reinó la marcha más o menos acompasada y grupal.



En Retuerta nos esperaba Román con sus viandas y dos mesas en el interior del local para tratar de mantener las normas de seguridad antipandemia y evitar ser devorados por la legión de moscas que invaden el espacio aéreo  de la terraza en la que algunos lugareños se solazaban mientras se deshacían de los continuos aterrizajes de los dípteros sobre su piel, sus platos o sus copas. En el interior, junto a otro grupo de personas, mantenedoras de prudente distancia, esperamos pacientemente para saborear migas, ensaladillas, chuletas, venao y otros revueltos especiales que hacen placentero el paso por el establecimiento de este singular chef, premiado por algunas especialidades, asistido por una diligente y avispada camarera y la rémora de un joven camarero de escasas luces pese a sus numerosos lamparones de su indumentaria. 

El próximo año se cumplirá la XV edición y sería todo un logro redondear esta cifra de salidas. Ojalá sea así.

DATOS TÉCNICOS (STRAVA):

ITINERARIO: Retuerta del Bullaque - Baños y Puerto de El Robledillo - San Pablo de los Montes - Menasalbas - Las Ventas con Peña Aguilera - El Molinillo - Retuerta del Bullaque

DESNIVEL: 942 M.

DISTANCIA: 73 KMS.

TIEMPO: 3 H 20' 19''

VELOCIDAD MEDIA: 22 K/H.

VELOCIDAD MÁXIMA: 62 K/H

CALORÍAS CONSUMIDAS: 1.579

miércoles, 7 de octubre de 2020

UN MADRID MEDIOCRE Y RÁCANO, … DE MOMENTO


Después de ver por Tv el último partido jugado por los madridistas en el Estadio de La Cerámica ante la U.D. Levante, no puedo por menos que, como seguidor del equipo blanco, criticar que la imagen ofrecida es de mediocridad y racanería en la que sigue inmerso desde que se marchó su máxima figura desde los tiempos de Di Stefano, esto es, Cristiano Ronaldo, y la columna vertebral del equipo entró en proceso de declive por la edad. Me refiero al grupo formado por Sergio Ramos, Luca Modric, Toni Kross y Karim Benzema, todos ellos grandes jugadores pero ninguno a la altura del mencionado astro.

 

Por el contrario, el resto de la plantilla lo componen jóvenes de gran talento inicialmente pero que aún están inmaduros y en proceso de aprendizaje para responsabilizarse del peso del equipo y asumir el logro de títulos y victorias que se espera de un elenco a la altura de la historia de este Club. Como botón de muestra, los dos fallos de Vinicius en la boca del gol son imperdonables para alguien que juega en esa categoría por muy joven que sea.

 

Además, prueba de que no hay seguridad en las propias posibilidades es la actitud rácana de conservar el 1 a 0 durante el resto del partido y conformarse con que no se altere. Esto es inconcebible en una plantilla que de verdad fuera excelente y más ante equipos con los que hay una diferencia enorme en presupuesto y en calidad técnica. Esta actitud conservadora y especulativa solo puede deberse a dos factores, o es una imposición del entrenador que no se fía de sus posibilidades, o es una impotencia que denota mediocridad. Veremos hasta cuando dura todo ello.