lunes, 31 de octubre de 2022

XVI SUBIDA AL ROBLEDILLO

CANTO A LA DIVERSIDAD


Cartel anunciador de la convocatoria,


Aquel ya lejano otoño de 2007 Pedro Peinado nos descubrió que, no muy lejos, a una hora y media de coche, había un entorno ajeno a nuestras habituales llanuras, que él había explorado con su coche en incursiones solitarias, y que todo ese paisaje, sus pueblos y los pequeños encantos gastronómicos eran un pequeño paraíso para la práctica del ciclismo y para el disfrute grupal con esta afición.



Los participantes de la I Subida en 2007


Como en el resto de actividades humanas nada permanece, todo fluye y se transforma. Si entonces fuimos diez los ciclistas que inauguramos esta ruta desconocida para la mayoría, en esta última XVIª edición de 2022 hemos acudido doce en total, de los que solo cuatro participamos en la primera, a saber: P. Peinado, Justo, Juan Garrido y P. Álamo. Los restantes se han sumado, como se viene haciendo en las últimas ediciones, por la invitación abierta entre los diversos contactos con los que nos relacionamos cada uno de los participantes. Por lo que hay que añadir sus nombres como recuerdo y para que quede constancia: Alfredo Barco, Bernardo Fdez.- Pacheco, Marci Fernández, Lorenzo Camacho, Arturo Zarco, Héctor López, José Manuel y Edgar.

Por ello hemos titulado canto a la diversidad, porque es un ejemplo palpable de la mezcla de edades, experiencia ciclista, estado de forma, medio de transporte y cualquier otro factor que modifica lo realizado en los orígenes. Porque hemos ido variando el recorrido, la distancia, las bicicletas, los vehículos que las transportan, los lugares en los que reponíamos fuerzas al inicio, en mitad y al final de la ruta y, cómo no, los participantes. Unos hemos permanecido fieles a lo que poco a poco ha tomado forma de tradición y acumulamos ediciones como quien colecciona retos en su palmarés, y otros se han sumado en ocasiones puntuales o también se han descolgado definitivamente obligados por la edad, por fallecimiento, por el azar del calendario o simplemente porque no les apetece continuar. Todas ellas opciones legítimas.


Los participantes de esta XVI edición edición en el cartel de Retuerta del Bullaque


Ayer coincidimos todos los participantes en completar la ruta integra, sin acortar el recorrido y acomodándonos a los distintos ritmos de los integrantes. Los once ciclistas del grupo emprendimos la marcha conjunta y solo Héctor López, ya había anunciado su intención de ir por libre junto a otros compañeros en un recorrido mucho más exigente. La mañana era templada y gris meteorológicamente, lo que favorecía el buen rendimiento. Partimos por vez primera desde Navas de Estena en un intento de facilitar los kilómetros finales al regreso. También por probar un nuevo lugar de comida dada la decepción del año anterior. Con pocos minutos de retraso sobre lo previsto y teniendo en cuenta la coincidencia con el cambio horario, avanzamos hasta Retuerta del Bullaque para hacernos una foto, siguiendo la tradición, ante los azulejos que marcan el cartel anunciador de la población. Continuamos agrupados hasta el cruce donde se indica los Baños de El Robledillo y tuvimos la primera sorpresa de la jornada con la presencia de una camada de buitres apostados cerca del camino. Hasta ahora habíamos visto vacas y terneros, gallinas, perros, conejos y hasta un pavo real, pero era la primera vez que vimos buitres.



La subida se fue efectuando a distintos ritmos y los primeros esperaron en el mirador de la cima a la llegada de los restantes. El clima favoreció la espera. Después emprendimos la bajada hasta San Pablo de los Montes, en mitad de la cual nos cruzamos con un numeroso grupo de ciclistas masculinos y femeninos, entre los que se encontraba Héctor, que ya volvían después de un primer ascenso.



El grupo casi al completo en la cima del Robledillo


Nuestro grupo se reagrupó en la entrada de San Pablo para evitar despistes y una vez juntos continuamos hacia Menasalbas no sin antes presenciar una comitiva fúnebre que nos llamó la atención por su numerosa participación. El tramo hacia Menasalbas es una larga recta descendente que se presta a lograr un alta velocidad. Llegados al cruce decidimos tomar un café en un bar próximo. Después continuamos camino de Navahermosa con el cielo cada vez más amenazante de lluvia y el viento soplando con fuerza y frontal. La larga travesía de la población se vio mejorada por el reciente asfaltado de la misma.

Afrontamos desde allí el último escollo de la ruta bajo la suave lluvia ya sobre nosotros y con el aliciente de saber que una vez culminado el ascenso, el resto era bajar hasta la meta. Aquí de nuevo se fracturó el grupo y lo más importante es que Juan Garrido no solo apostó por este recorrido, que se le hacía grande en sus pretensiones, sino que lo hizo aguantando heroicamente hasta el final, culminando el Risco entre una lluvia cada vez más persistente y subiendo los últimos kilómetros en solitario. Justo lo esperó en la cima, disfrutando brevemente del imponente paisaje velado ahora por el agua y ambos continuaron hasta Navas de Estena en donde el resto de ciclistas aguardaban ya con cierta impaciencia antes de acomodarse en el restaurante “Montes de Toledo”.



Juan Garrido en el Risco de las Paradas




Comensales en el Mesón Montes de Toledo


No defraudó el lugar y su oferta gastronómica que nos había preparado el propietario, Luis Miguel, ayudado por la bella camarera que lo secundaba. Sendos platos primeros para compartir con ibéricos, tasajo de venao y queso, unas tartaletas de berenjena con cebolla caramelizada y queso de cabra y una ensalada de venao escabechado. Después cada cual eligió un segundo plato individual entre los que no faltaron los chuletones, el rabo de toro o el venao en distintas preparaciones. Los postres tampoco desmerecieron y la bebida en su justa proporción. Como nota a destacar nos dieron a probar un aceite especial de la zona, que tuvo gran aceptación entre los comensales. Cuando la tarde frisaba el anochecer debido a la nueva disposición horaria, abandonábamos el recinto y la población para retornar cada cual a su destino.

DATOS TÉCNICOS (Tomados del STRAVA de Justo)

ITINERARIO: Navas de Estena – Retuerta del Bullaque – Puerto El Robledillo – San Pablo de los Montes – Menasalbas – Navahermosa – Risco de las Paradas – Navas de Estena.

DISTANCIA: 85 KMS.

TIEMPO DE PEDALEO: 4 H 30' 26''

PROMEDIO:19 K/H

DESNIVEL: 1.286 M.

CALORÍAS:1.789

lunes, 26 de septiembre de 2022

LA CLÁSICA DE REOLID 2022



El pasado viernes 23 de sepiembre, inicio oficial del otoño, el I.C.C. convocó a su elenco de corredores para correr una de las clásicas de su calendario, esto es, la Reolid - Reolid, cuyo punto de partida exacto es el Balneario de Benito a escasos metros de la referida localidad.

Cuatro ciclistas: Bernard, Malaño, Fontaine y Petrosian, a bordo del HONDA CRV llegaron al siempre acogedor paraje del aparcamiento del Balneario cuando eran aproximadamente las 10:30 horas antes de emprender el recorrido por la ruta clásica, es decir, carretera de Jaén hasta Villapalacios y desvío a la izquierda hasta Bienservida, pasada la cual comienza el primer puerto de la jornada, el Bellotar, que, pese a su exigencia, se tomó como un disfrute de temperatura, vegetación y escaso tráfico aunque falto de humendad por la ausencia de precipitaciones.



Superado este primer envite, el grupo siguió en dirección a la aldea de Bellotar y Villaverde de Guadalimar, no sin que Malaño recordase la persecución y muerte por parte de la Guardia Civil de El Pernales y de El Niño del Arahal, tras pasar cerca del cortijo en el que se abastecieron de queso y jamón antes de ser abatidos por la benemérita. De allí hasta el cruce de Siles y comienzo a subir el Puerto del Arenal, que además de una agradecida ausencia de moteros debido a la fecha, contó con una novedad señalizadora de indicadores para ciclistas con distancia a la cima, desnivel, pendiente media y pendiente máxima, tan al estilo de las rutas francesas de montaña pero que tanto se echa de menos en las hispánicas.

El paso por el nacimiento del Río Mundo fue insólito por lo escaso de visitantes y esperanzador porque aparecieron los primeros regueros de agua por sus cunetas. Llegados a Riopar, se mantuvo el ambiente de poca presencia turística pero también escasez de oferta gastronómica, por lo que nos vimos obligados a parar en La Pulpería, local ya conocido anteriormente en la travesía de la población y atendido por un señor ya próximo al abandono de funciones.

Desde Riopar emprendimos el último y quizá más exigente de los retos como era la subida al puerto de Las Crucetas. El grupo se mantuvo unido hasta las cercanías del mismo donde Malaño continuó a un ritmo muy suave que le permitiera aguantar hasta el final. Una vez reagrupados la "etapa ya estaba hecha", por lo que la posterior bajada, el paso de Salobre y finalmente la travesía del estrecho de Hocino fue un placer de pedaleo cómodo, temperatura agradable y paisaje espectacular.



De nuevo en el Balneario de Benito, aunque a hora un tanto intempestiva, tomamos un tentempié servido por el amable camarero árabe que se mantiene como uno de los fijos del establecimiento y que ejerce de todo dada la falta de personal interno y externo que rodea al lugar en estas fechas. Si bien hay que reseñar que los precios los marca como lugar de lujo pese a su escasa oferta.



DATOS TÉCNICOS

DISTANCIA:78 Kms.

TIEMPO DE PEDALEO: 4 h 35' 02''

VELOCIDAD MEDIA: 17 k/h.

CALORÍAS:1.827

DESNIVEL POSITIVO: 1,335 m.

martes, 20 de septiembre de 2022

TITÁN DE LA MANCHA 2022

Este relato y comentarios que ahora ven la luz digital responden a mi crónica particular, y por tanto subjetiva y sesgada, de cómo viví una jornada ciclista muy especial en diversos aspectos. Desde esa perspectiva y sus condicionantes debe entenderse su lectura.



LOS VOLUNTARIOS

Desde que se abrió el plazo de colaboración no tardé en apuntarme como voluntario a sabiendas de que una organización tan compleja y amplia necesita de gran cantidad de personas para poder ejecutarse. Ya lo había sido en ediciones anteriores y comprobado su misión cuando lo viví como ciclista en el año 2018. Esta vez en un punto bastante conflictivo para el que nos encomendaron los organizadores a cuatro personas: quien subscribe además de Juan, Ángel y Jesús.

Mi jornada comenzó muy pronto dado que estaba interesado en ver la salida de los 200 kms. en la que corría mi hijo Héctor, que era otro de mis alicientes de esta edición. Con rigurosa puntualidad tuvo lugar y pasaron varios minutos, reflejados en una toma de video, hasta que terminaron de pasar los participantes que rodeaban la rotonda del flamenco frente a la Plaza de Toros alcazareña. Todo un espectáculo nocturno animado por los potentes faros de los ciclistas y las luces urbanas de la población.

Luego la tarea fue haciéndose más complicada y exigente debido a la gran cantidad de vehículos que ttransitan por esa primera rotonda en dirección a Manzanares. Coincidente además con época de vendimia y por tanto con tractores y vehículos de menor agilidad en sus maniobras. Algún ciclista nos llegó a reprochar una pequeña confusión fruto de un descuido casi involuntario con una actitud intolerante y poco respetuosa. Fue el único. El resto mayoritariamente agradecía al paso nu
estra labor y lo expresaba oralmente.

Al final, el cansancio y la tensión de cuatro horas sin parar afloraron en nuestro estado de ánimo que unido al madrugón nos llevó a la necesidad del descanso nada más reponer fuerzas tras el almuerzo. Sin duda muchos más lo pasarían peor y completarían una jornada agotadora.



LOS PARTICIPANTES

Una prueba que reune a casi dos mil ciclistas es ya de por sí espectacular. No obstante como todo lo que cobra gran auge popular también se presta a equívocos respecto al papel y actitud de los participantes. Unos, incluso profesionales, salen con afán de ganar y mejorar su palmarés en una prueba de gran repecusión mediática. Otros lo hacen con afán de superación como reto para contrastar su estado de forma y sus posibilidades y otros muchos por pasar un rato divertido, conocer el entorno y, en ocasiones, sin ser conscientes de las exigencias de la misma. Conjugar esta amalgama de intereses y posibilidades no es tarea sencilla sin mostrar flexibilidad.

El trazado de por si es duro, especialmente en las subidas por los cerros que rodean a las poblaciones que la albergan. Esto unido al paso obligado por sendas estrechas en algunos puntos, da lugar a tapones irremediables porque los embudos originados son imposibles de evitar en esa proporción de espacios con número de ciclistas simultáneos. Es una de las mejoras que debería plantearse la organización y que, bajo mi prisma, como el de otros muchos conocedores del recorrido, no se le ha dado la solución más acertada.

Esta edición contó también con participantes muy poco habituales y meritorios para mejorar la inclusividad de los protagonistas. Uno lo hizo como handbike, al tener una discapacidad motora en el tren inferior y otro joven participó en un tandem junto a un familiar, dado que padecía Sindrome de Down, además de un grupo de trasplantados que manifestaron con ello su reto de desafiar estos esfuerzos en condiciones orgánicas muy especiales.

La victoria en la ultra maratón,212 kilómetros y 2.800 metros de desnivel acumulado, correspondió al ciclista profesional pedroteño Marcos Jurado (Electro Hiper Europa) con un tiempo de 8:37.42, el mismo que el segundo clasificado, Aitor Safont (Inbike). Completó el podio José Carlos Núñez (Benferri) con un tiempo de 8:45.17. En féminas la primera fue Nerea García (Galgos) con 12:38.53.

En cuanto a la maratón,109 kilómetros de recorrido con 880 metros de desnivel acumulado, el vencedor en hombres fue el exprofesional manzanareño Jesús Merino (Independiente), que superó en el esprint a Luis Alberto Martínez (Bicicletas Pina). Ambos acabaron con un tiempo de 3:51.48. Tercero concluyó Miguel Ángel Montañés (Alcázar Bikes) con 3:53.25. En categoría femenina, las tres primeras de la general fueron Carolina Notario (Cosfym) con un tiempo de 4:50.10, Carmen María Mendoza (Ekuon) con 5:03.20 y Ana Carolina González (Yecla) con 5:14.55

Mi hijo Héctor quedó finalmente 12º en la general de 200 kms. 3º en su categoría M-30 y 2º local en dicha distancia, lo que supone todo un éxito y más cuando tenía la espina clavada de haberse caído en la anterior edición y no haber podido completar la distancia referida.



LOS PREMIADOS

Y como en toda carrera competitiva no podían faltar los premios, para cuya ceremonia el locutor se dejó literalmente la voz tratando de generar ese impostado clima emotivo que enardezca a los espectadores e inunde, junto a las estridentes músicas que lo acompañan, el ambiente de la zona de meta.


La ceremonia resultó un tanto deslabazada por la cantidad de premiados y por el tiempo intermitente en que invevitablemente tenían que sucederse. Al comienzo se recordó a ciclistas que han fallecido desde la última edición y que habían aportado su colaboración en esta prueba además de ser conocidos entre el entorno local y comarcal. También se premió a los referidos participantes que lo hace con algún tipo de discapacidad y, finalmente, por categorías y distancias al resto de los que quedaron en los primeros lugares de la clasificación.

Es de elogiar organizativamente que nada más terminar los últimos actos protocolarios, el equipo de personas que forman parte de la organización se dieron a la tarea de desmontar todo el tinglado de la zona de meta y recoger la señalización del recorrido. A la mañana siguiente doy fe que parecia no haberse celebrado en ese lugar. Una actuación encomiable y más después de tener que hacerlo tras el cansancio acumulado y la tensión organizativa propia de la actividad.

martes, 14 de junio de 2022

MACUTILLO 2022 JAÉN

“Pocas… y no largas ni afanosas mis rutas…
Quiero andarlas sin prisa y arribar a los albergues sin fatigas cuando aún el sol corone, allá en la lejanía, el páramo o la cumbre… LEÓN FELIPE




1ª ETAPA

BAEZA – Jimena – Mancha Real – Puente Nuevo – JAÉN

DISTANCIA: 62 kms.
TIEMPO PEDALEO: 3 h 28’08’’
VELOCIDAD MEDIA: 18 km/h
CALORÍAS: 1.199 kcal
DESNIVEL: 827 m.



El arranque oficial del Macutillo 2022 tenía lugar en la calle Gral. Aguilera de Tomelloso donde Bernard y Martinelli esperaban a los dos integrantes de la expedición alcazareña, Fontaine y Petrosian, que se desplazaron en el vehículo de un amigo de este último, Andrés, consumado ciclista y poseedor de un portabicis de última generación, para así cumplir con el orden rotatorio y equitativo de los desplazamientos de este Club. Posteriormente el grupo puso rumbo a Valdepeñas, vía La Solana para recoger en el paraje de El Peral a Malaño que se encontraba junto a Maripaz en la entrada de su quintería rural Terrapaz, depositaria de múltiples ilusiones y horas de tareas y disfrute.

La marcha por la N -IV hasta Baeza se hizo sin mayores complicaciones y el acomodo del vehículo prolongado por el carrito resultó fácil en una pequeña calle apartada, arbolada y cercana al Café Méndez como referencia que luego se complicó a la vuelta al tratar de localizarla.



Desde el balcón de Baeza, donde Machado vio a la lechuza volar y volar, emprendimos la ruta por el interminable olivar. Con calzada en mal estado, descenso prolongado con badenes, grietas y nada señalizado. Calor intenso cuando el reloj marcó las doce con escasos kilómetros recorridos, cuarenta grados y reservas de agua que se iban acabando.



Sierra Mágina al fondo nos seguía aguardando con la inmensa masa del verde aceituna que le da color frente a la llanura. Al aproximarnos y vistas las fuerzas, los grados y el tiempo, Bernard decide acortar y le apoya el resto, salvo algún romántico que señala al Fari y su hombre blandengue como señal simbólica de un declive sensato.



De lado quedaron Jiména y Albanchez, Torres y la Sierra que solo aparecen en la foto del cartel. Sabia decisión que valoraríamos al final del día y toda la salida. Siguió la tortura subiendo y bajando por todas las cuestas, la temperatura al alza y las fuerzas mermadas.

En Mancha Real parada obligada en la plaza cercana a su catedral, réplica previa que sirvió a Vandelvira de ensayos y pruebas en sus cúpulas y arquitecturas. Agua en un bar, foto en la partida.



Por la A-320 vamos a Jaén bien entrado el día. Cruces y semáforos, despiste del guía que no recordaba datos de la avanzadilla y para más inri los dispositivos que no se coordinan. Falla el GPS, el Garmin no atina y los demás mapas no aclaran las dudas. Ya no valen mapas y Fontaine con un mar de dudas. Desde El Corte Inglés, que queda a la entrada, se siguen consejos de los viandantes que prestan su ayuda. Un cuesta inmensa y el Hotel Europa queda por arriba. Fontaine y Giuliano llegan los primeros. Malaño y el resto viven un calvario, a pie y descalzo con las pulsaciones en un rango alto.



Llegados por fin, se cambia de tono, la ducha, el frescor, todo nos anima. Por un buen consejo nos vamos al centro que muy próximo está. Como por encanto, una galería con bar incluido nos da de beber cervezas muy frías y a los bocadillos les damos salida porque eran ya unas horas de siesta y dormida.



La tarde se acorta con paseo obligado en calles que ardían. En la catedral una boda insigne con Guardias con sables y trajes de madrinas, esas que Bernard casi siempre critica porque las mujeres ofrecen ridículo aspecto de incómoda guisa. Tras previo contacto llegó Inmaculada, una antigua alumna que nació en La Solana, de esa promoción cristeña que D. Just marcó con lazos perennes y con un pregón que le pidió su alcalde el año anterior.



Tras unos refrescos que nada cambiaron dimos una vuelta por las callejuelas hasta el Tablao Flamenco donde la chica se fue y nos acomodamos, mientras Martinelli ardía en soflamas de un mitin de Vox. Llegó acalorado y comió de sobras que los demás dejamos. Nos lo tuvo en cuenta cuando preguntamos y nos habló de sedaciones con su habitual humor cuando se refiere a su trabajo, en el que conviven la vida y la muerte en muchos de los casos.

Luego de un paseo buscando el descanso pasamos una calle con ambiente de fiesta con terrazas llenas, cubatas y ropas de grandes sugerencias, que los más marchosos dieron media vuelta para disfrutarlo. Giuliano y Petrosian aún buscan la tela que faltaba al largo de un vestido raro.



2ª ETAPA

JAÉN – Las Infantas – Villalgordo – Torrequebradilla – Vados de Torralba – Campillo del Río – Torreblascopedro – Lupión - BAEZA

DISTANCIA: 65 Kms.
TIEMPO PEDALEO: 3 h 54’ 32’’
VELOCIDAD MEDIA: 17 km/h
CALORÍAS: 1.493 kcal.

A las siete y media, como buenos soldados, tocaron a rancho en el comedor con un autoservicio más que controlado. La joven servía y el resto pedía lo que en las mamparas quedaba a la vista. Múltiples aceites eran, sin duda, el producto estrella de todos los platos.



Una vez dispuestos, con las bicis fuera y el reloj contando, salimos de ruta bien aleccionados siguiendo el consejo de los aldeanos. La primera duda nada más salir era tomar la autovía, que estaba prohibida, o continuar a la paralela que era nacional. Dirección Las Infantas, firme en buen estado, tráfico escaso y otros ciclistas ya pedaleando.

Se acabó lo bueno por seguir el plano por la J-3100. En un sube y baja muy propio del terreno fuimos sorteando los pequeños pueblos que nos encontramos: Villalgordo y Torrequebradilla, hasta dar con Vados, donde el Guadalquivir quedó superado. Luego está Campillo y Torreblascopedro de nombre alargado pero con Hogar para jubilados, donde la parada tuvo recompensa para hidratarnos.



El tramo final, ya con el reloj entrando en alerta, nos llevó a Lupión, cerca de Baeza. De nuevo el fantasma del calor con interminables cuestas hasta que, por fin, en una de ellas vimos la Academia que la Guardia Civil tiene allí en Baeza. Fue una alegría que tan noble Cuerpo para la milicia y defensa nos proporcionó con su sola presencia.



Y el único acierto que hizo como guía Fontaine fue el de recordar que en el Bar Gregorio, que queda en la Plaza, servían caracoles a la hierbabuena, que junto a las rondas de frías cervezas se quedaban cortas nada más beberlas.

Y no pudo faltar, como ya es norma habitual en nuestras salidas, que una pareja alcazareña fuese descubierta por Petrosian quien les llamó la atención al reconocerla dando grandes voces para que vinieran, mientras paseaban haciendo turismo con guía y grupeta.

Puestos a comer no hubo quien dejara ni silla ni mesa y continuamos hasta terminar con menú del día que el camarero nos leyó de memoria mientras su jefe, Gregorio, seguía con atención y mirada torva desde su rincón.



La última parte, para no ser menos, vino a recordar lo difícil que es a veces orientarse con planos o con otros medios, pues hasta el final, algunos nos equivocamos.

Con el coche en su sitio y el vecino en la puerta saliéndonos al paso y dándonos consejos, nos pasamos a un bar cercano con su piedra de afilar, sus aceites y reclamos donde nos dijo el vecino que los guardiaciviles, cuando están de permiso, lo llenaban a diario.

A las tres de la tarde, en plena canícula, iniciamos el regreso hasta Valdepeñas donde, una vez llegados, tomamos un refresco y dejamos a Malaño, a quien esperaba Mª Paz detrás de la verja. Continuando el viaje hacia Tomelloso, fin de la expedición donde nos esperaba Carlos, hijo de Petrosian, para traernos hasta Alcázar en su flamante Peugeot a los dos que quedábamos.

Alcázar de San Juan 14 de junio de 2022

viernes, 25 de marzo de 2022

BLANQUEO DEPORTIVO

Transcribo este artículo de Alberto Senante publicado en la Revista de Amnistía Internacional nº 151 de Enero de 2022 por su interés y su acierto en describir una realidad que está transformando las esferas deportivas y desconcertando a quienes nos sentimos aún amantes de la actividad deportiva.



El próximo Mundial de Futbol se jugará en noviembre para evitar las altas temperaturas de Qatar, un país que nunca se había clasificado para esta competición. Cada vez más estadios cambian sus nombres históricos por los de marcas internacionales. Varios campeonatos de golf se celebran en medio del desierto. La Supercopa de España de fútbol no se disputa en España, sino en Arabia Saudí. Y el histórico rally Paris-Dakar ya ni sale de Paris ni llega a Dakar.

Cualquier persona aficionada al deporte asiste estupefacta a cambios como éstos con cada vez más frecuencia. ¿El motivo? En inglés lo llaman sportwashing, es decir lavado deportivo. Es la estrategia por la cual algunos de los gobiernosque menos respetan los derechos humanos buscan blanquear su imagen dentro, pero sobre todo fuera de sus fronteras, a través de su vinculación con el deporte. Para ello, celebran en sus países olimpiadas, mundiales, o los torneos más seguidos del planeta. Bautizan estadios de fútbol, ocupan los espacios de publicidad en las camisetas, o directamente compran los equipos, inyectando grandes sumas de dinero que luego se convierten en grandes fichajes para alegría de sus aficiones.

En los últimos años el fenómeno ha tomado una dimensión desconocida, pero el recurso es casi tan viejo como las propias competiciones. El ejemplo recurrente es el intento del régimen nazi de presentarse como un país moderno y poderoso con la celebración de las Olimpiadas de 1936. Dos años antes, parece que su aliado Mussolini presionó a los árbitros para que Italia ganara el Mundial de Futbol que albergaba, ya que el dictador pensó que eso reforzaría su posición.

Deporte y política siempre fueron caminos que se entrecruzan de tanto en tanto. En el puño en alto contra el racismo de dos atletas estadounidenses en los Juegos de México 68. En los boicots olímpicos mutuos entre los bloques de la Guerra Fría. En la revancha —futbolística- de Argentina contra Inglaterra tras la guerra de las Malvinas. Sucesos terribles, como una pelea en 1990 en un partido de fútbol que presagió la guerra de los Balcanes. Y ejemplos esperanzadores, como el equipo sudafricano de rugby convirtiéndose en un aliado inesperado de Nelson Mandela para coser las cicatrices abiertas por el apartheid. O el reciente impulso que han dado numerosas estrellas deportivas en Estados Unidos al movimiento Black Lives Matter.

También, sin ir tan lejos, siempre hubo empresarios y políticos que se acercaban a los deportes más populares sólo para conseguir mejorar su imagen, ampliar sus relaciones o su influencia. Pero a lo que asistimos en estos momentos es a una verdadera partida de ajedrez entre algunos de los gobiernos mas despiadados del mundo que consiguen mayor aceptación de la comunidad internacional en parte gracias a este nuevo ejercicio de diplomacia blanda. Al mismo tiempo, buena parte de la sociedad cuando escucha el nombre de esos países piensa mas en medallas, goles, partidos de tenis y circuitos, que en pena de muerte, activistas encarcelados o mujeres discriminadas.

En realidad, es lógico, y hay que reconocer que incluso inteligente, que los lideres de Arabia Saudí, Qatar, Rusia, China, Emiratos Árabes o Guinea Ecuatorial busquen mejorar su imagen exterior con algo que genera interés y simpatía en otros países. Pero como respondía la veterana corresponsal en Oriente Medio Ángeles Espinosa, cuando le preguntaban por la celebración de la Supercopa en Arabia Saudí: “Esto va de nosotros [...] somos nosotros quienes estamos buscando negocios allí y cerrando los ojos a la realidad local”. Y es que en el blanqueamiento deportivo, la esponja que limpia termina tan sucia como la mancha que trata de ocultar.

lunes, 21 de febrero de 2022

VOLEIBOL, REAL MADRID Y POCO MÁS QUE DECIR

KIELE SOCUÉLLAMOS 3 - 0 F.C. BARCELONA

En las instalaciones del Pabellón Gabriel del Soccorro, o Gran Gaby como se conoce popularmente, tuvo lugar mi reencuentro con un deporte que siempre me llamó la atención, que practiqué en mis años de estudiante de Magisterio, gracias a la influencia de unos compañeros de Manzanares que habían sido campeones de España juveniles y que lo enseñé posteriormente durante mi ejecicio profesional como profesor de Educación Física tanto en el Colegio "Juan de Austria" de Alcázar como en el "Pablo Picasso" tambien alcazareño, en mis colaboraciones como padre de mi hijo Héctor y sus compañeros, que llegaron a ser campeones provinciales alevines, si bien es cierto que por la ausencia del potente equipo de Miguelturra que nos hubiera ganado, sin duda, de no haber renunciado a esta competición.
Lo cierto es que ayer rememoré ese vínculo con este precioso juego y fue precisamente en Socuéllamos, localidad conocida por su práctica desde hace mucho tiempo, cuando el colega Paco del Amo dirigía al Roycan y era una referencia en esta modalidad femenina que ahora está llegando a sus más altas cotas competitivas con el Kiele, cuyo presidente, Francisco Santos, es una persona entusiasta y amable que me animó a participar del espectáculo en recientes fechas.
Acompañado de mi nieto José, nos trasladamos a la vecina localidad para presenciar nada menos que un partido entre las socuellaminas del ya mencionado Kiele y el F.C. Barcelona de Volei que se las prometia muy interesante. En un ambiente espectacular de ruido y animación por parte del público local, el encuetro fue transcurriendo con bastante igualdad en cada set, pero decantándose finalmente a favor de las locales en los últimos tantos y llegando al final con un resultado de 3 - 0 a favor de las mismas.
Me llamó mucho la atención el gran nivel alcanzado por este equipo que en nada se parece a lo que yo conocí en otros tiempos. El propio deporte ha evolucionado en normativa, intensidad y preparación física y técnica, llegándose en la actualidad a un nivel de alta competición que supera las expectativas propias de una población rural como Socuéllamos.La buena impresión causada me hace albergar la posibilidad de volver en fechas próximas con otras personas y disfrutar de una jornada más amplia que comience por degustar los salazones de Kiele y culmine en otro buen espectáculo de Voleibol en el Pabellón.


REAL MADRID 3 - 0 ALAVÉS

No pudo tener mejor broche este sábado deportivo que el alcanzado por el REal Madrid en su partido liguero ante los vascos del Alavés. Y no porque el juego madridista saliera de su anodino transcurrir, sus pifias y despistes inexplicables o su cuestionable estado físico general que no le permite un esfuerzo continuado y decidido en la necesaria presión para recuperar el balón y mantenerlo en su poder.

Pero, el Real Madrid es lo que tiene. Capaz en un momento dado de destapar el tarro de las esencias y en dos fogonazos magistrales, derrumbar a un adversario que había albergado esperanzas de puntuar.

El primero corrió a cargo de Marco Asensio, que pasó de provocar un error que pudo ser decisivo en una mala cesión a su portero, a controlar un balón a poca distancia del borde del área y lanzar un zurdazo, propio de quienes tienen un golpeo privilegiado, que entró por la escuadra del meta Pacheco, antiguo madridista, sin que este pudiera hacer nada por evitar el tremendo disparo.

Y por si lo anterior fuera poco, en otra genialidad combinatoria que inició Benzema de tacón para Asensio y éste la puso para que Vinicius la empujara a la red en una acción de alto valor futbolístico por su velocidad, precisión y acierto rematador. Fue como degustar un par de lonchas de jamón ibérico de bellota, ese manjar que se cotiza muy alto y que deja un retrogusto permanente que invita a repetir.