domingo, 13 de diciembre de 2020

RIZAR EL RIZO

Además de la satisfacción de ver a un Real Madrid con otra cara frente al Atlético, bien plantado, luchador y peleón, físicamente fuerte y con las carencias técnicas de algunos de sus jugadores, lo más llamativo de este partido para mi fue la adjudicación del segundo gol madridista al portero atlético Oblack en propia puerta .

No sé si no estaré al tanto de las últimas modificaciones en el Reglamento, que reconozco nunca me han interesado mucho, pero creo que es absurdo que se atribuya un gol al portero porque ha rebotado en él el disparo al palo de un contrario. Según esto, cada vez que los guardametas intervienen y desvían los lanzamientos de sus rivales, aunque no logren evitar el gol, deberían adjudicarse también a ellos por la misma razón. ¿No es todo un poco absurdo?

Me temo que, una vez más, los dirigentes futbolísticos de los organismos que lo tratan de regular, pretenden rizar el rizo y aumentar los medios tecnológicos, el número de jueces para cada contienda, las variables en las apuestas y así un rosario de innovaciones cuyo único fin es rentabilizar al máximo las ganancias generadas por este espectáculo universal y básico en sus fundamentos, que ha triunfado entre el público mayoritariamente precisamente por su sencillez y por la capacidad de ser entendido y practicado por un ingente número de personas.