jueves, 7 de diciembre de 2017

EL PODER DE LOS LECTORES

Mis hijos Alba y Héctor con M. Induráin en 2007 en la Gala del Deporte en Toledo
 donde recibió su abuelo Jaro la Medalla de Plata al mérito deportivo.

He leído con especial interés el informe que ha publicado el Diario AS con motivo de su 50º Aniversario (1967-2017) sobre los deportistas más notables en esos cincuenta años de publicación, tanto en el ámbito español como mundial, y de los que aparece reflejada una breve semblanza, por orden de número de votos acumulados, gracias a los lectores que han querido dar su opinión en una estupenda edición en un suplemento para tal fin.


En dicho informe se reconoce a Miguel Induráin como el 3º mejor deportista español de esos años a juicio de sus lectores, superado por Pau Gasol y por Rafa Nadal que es el número uno. Pero esto no es lo que más me ha llamado la atención, sino que él es uno de los seis ciclistas que junto a otros tantos baloncestistas, son los que acaparan el mayor número de presencias en esa relación o ranking, en el que aparecen 20 modalidades diversas. Quién me lo iba a decir de un país en el que el fútbol es y ha sido religión para la mayor parte de la colectividad de seguidores, entre los que me encuentro, que solíamos mirar al resto como aspirantes a un dominio popular que considerábamos inalcanzable. ¡Ver para creer!

miércoles, 6 de diciembre de 2017

TIEMPO DE WINDSTOPPER

Al fondo la ermita de laVirgen de Criptana

Tradicionalmente los ciclistas se aletargaban los crudos meses invernales hasta reaparecer para preparar la nueva temporada y las clásicas cuando comenzaba a despuntar la primavera. Y es que en bicicleta, el frío y el viento acentúan las bajas temperaturas y no es agradable el pedaleo. Los antiguos profesionales paraban en estos periodos y se dedicaban a otras tareas de mantenimiento del tono muscular y reposo activo para recuperar energías. Algunos daban caminatas o carreras a pie como alternativa y otros, como el mítico Jacques Anquetil se dedicaba a cortar leña con el hacha de mano en su retiro familiar en un pequeño bosque de Normandía.

Molinos de Campo de Criptana
En la actualidad son varios los factores que han transformado estas circunstancias. De un lado, el clima no suele ser tan prolongadamente cruel y los episodios de frío intenso son cada vez menos frecuentes y más cortos. Por otro, la moda de las bicicletas BTT permiten un ritmo más adaptado a las condiciones del terreno y de diferente exigencia que en la carretera, lo que anima a sustituir una bici por otra durante algún tiempo y pese a que cada una tiene sus filias y sus fobias.

Prendas con Windstopper
Pero la última razón por la que muchos ciclistas se animan a seguir saliendo es la existencia de ropas térmicas que amortiguan el rigor de las bajas temperaturas. El tejido llamado Windstopper, similar al Goretex, permite soportar viento y temperaturas bajo cero con cierto grado de confort, dado que no producen sensación cálida pero preservan del frío y la humedad manteniendo la temperatura corporal. Cuando ésta aumenta, debido al esfuerzo del ejercicio, estos tejidos logran mantenerla y transpirar sin producir sensación de agobio ni sudoración incómoda. Es decir, logran que el ciclista pueda salir al medio ambiente atemperando las temperaturas extremas y permitiendo lo que sus antecesores no lograron, seguir subiendo en bicicleta durante todos los meses del año.