domingo, 29 de marzo de 2009

NUEVA DERROTA DE ADEPAL


Esta vez el fin de semana deportivo lo comencé viendo el partido que disputaron Adepal frente a Molina de Segura. Hacía tiempo que no acudía en directo al Pabellón Díaz-Miguel a presenciar un encuentro de baloncesto y aproveché la disponibilidad de tiempo y la ausencia de partidos de fútbol atractivos para ver la actual situación del equipo alcazareño en el que casi nadie es de Alcázar.
Sigo siendo reticente a presenciar estos partidos en un ambiente de máxima estridencia como el que procuran Pablito Fuentes y su grupo de seguidores, capaces de anular cualquier atisbo de entendimiento entre los espectadores y de mezclar sirenas policiales con cánticos incontrolados y con bocinazos estrambóticos que, sinceramente, no me resultan agradables. Es el tributo a la modernidad de la hinchada del basquet, que no comparto.
En lo estrictamente deportivo, los murcianos demostraron ser un equipo más consistente, que mantuvo más de cuatro puntos de distancia casi todo el partido y que únicamente en el último cuarto, en el arreón propio del orgullo y casi a la desesperada, cedió terreno, para ganar finalmente con apuros por tres puntos de diferencia (74 - 71) en un emocionante final. Del equipo de Molina destacaría a dos hombres: Thompson, un excelente y espigado pivot de color, fibroso y hábil en la zona, cuya aportación fue decisiva para la victoria junto al número 15, Alarcón, alero de excelente tiro a media distancia que logró despegar a su equipo en el marcador cuando lo necesitó. Él sentenció el partido en el último tiro libre.
Por los de Alcázar poca cosa a lo que ya se conocía: un equipo lento, con escaso margen de sorpresa y una defensa más vulnerable de lo deseado. Sólo Monclova mantiene el tipo con sus formidables lanzamientos y la habilidad en las entradas. Bárcenas estuvo lamentable salvo en un par de triples al final cuando la cosa tenía difícil solución.
De momento no he quedado invitado hasta que no se produzcan novedades de interés.

domingo, 8 de marzo de 2009

QUIJOTE ARENA


Este fin de semana cambiamos radicalmente de deporte y nos fuimos a Ciudad Real a presenciar el partido de balonmano entre los de casa y el Kiel alemán. Ambos conjuntos están caracterizados por ser los mejores del continente, por no decir del mundo.

Las circunstancias de la competición, también llamada como en el fútbol "Champions League", hacía que no se jugasen nada por estar clasificados previamente para la siguiente ronda. Pero se presume que serán los protagonistas que disputen la final. Por tanto, el partido que presenciamos, en compañía de nuestros amigos, la familia Garrido, supuso un motivo para ver en acción y sin la necesidad de apretar en defensa, a los mejores.

Se vieron jugadas de verdadero mérito, goles impresionantes y una fortaleza no exenta de marrullerías propias de este juego que, al borde del área, es difícil de manejar a pesar de que los más entendidos lo admitan como parte del mismo. Me gustaron especialmente por parte del Ciudad Real su líder, Rutenka, por su potente disparo y su versatilidad al actuar de pivote cuando fue necesario. También Abalo, un francés de aparente endeble complexión física pero de una velocidad de movimientos y una elasticidad asombrosas. El resto cumplieron su papel sin grandes alardes pero con eficacia.
Por parte de los alemanes del Kiel, destacaría además de su gran figura Karabatic, que hizo honor a su fama, el portero Omeyer, con paradas extraordinarias y una gran confianza para su equipo y por último Zeitz, un lateral de gran fortaleza física y un tiro en suspensión realmente demoledor.

El resultado final de 35 - 33 a favor de los manchegos revela la igualdad que hubo durante todo el encuentro y que tan sólo se rompió a escasos instantes del final. Me temo que si llegan a enfrentarse en la final, en campo neutral, los de Ciudad Real lo van a tener bastante difícl para revalidar el título y conseguir hacerse con la victoria. Veremos.

domingo, 1 de marzo de 2009

FAENA DE ALIÑO Y DOS GUINDAS



La actuación del Real Madrid frente al Español en Barcelona resultó lo que los taurinos llaman faena de aliño, es decir, cumplir con la responsabilidad de seguir manteniendo las aspiraciones dentro de un fútbol sobrio y escaso de filigrana.
Tras la decepción del día del Liverpool, el equipo ha dudado de sus posibilidades y han tenido que ser nuevamente sus valores más fiables quienes mantuvieron el tipo en Montjuic. Y con ello me refiero nuevamente a Pepe, magnifico en todo momento y que además será baja ante el Atlético. ¡Se notará su ausencia, sin duda! Y por otra parte, Lass, quien también llevó el peso de armar al equipo tanto defensivamente, pues es un todoterreno infatigable, como empujando en lo que pudo hasta que Guti tomó algo de iniciativa en la segunda parte. Del resto de centrocampistas no se supo nada. En este ejercicio funcionarial de llevarse los puntos como objetivo imprescindible, primero Guti, con un magistral lanzamiento de falta, y después Raúl, con el tercer golpeo al primer toque que convierte en gol en las tres últimas jornadas, pusieron las guindas a un aburrido y tedioso encuentro.

Por su parte el Gimnástico de Alcázar salvó también su compromiso ante el Azuqueca en otro partido que tuvo más de polémica y desconcierto arbitral que de fútbol. Un tempranero gol a los cinco minutos de los locales hizo concebir esperanzas de ver más juego y goles que en otras ocasiones, pero la falta de trato con el balón, termina vulgarizando un juego del que sólo salen chispazos aislados y casuales.
El empate de los guadalajareños nada más inciarse la segunda parte puso emoción al choque, pero rápidamente el árbitro se encargó de anular las expectativas tras expulsar, rigurosamente, por hacerle observaciones, a dos jugadores visitantes. Ahí se acabó todo, pues estaba claro que con dos jugadores menos, el Gimnástico terminaría por batir la meta rival tarde o temprano como así fue. El 3 - 1 final es un buen resultado para lo visto sobre el campo. El equipo alcazareño está ya 8º en la clasificación y prácticamente a salvo de cualquier peligro salvo catástrofe. Ahora sería el momento de jugar para agradar a los aficionados, intentando hacer ese juego que los nervios no permiten cuando están en juego otros intereses más primarios. Ese es mi deseo, claro.