viernes, 30 de septiembre de 2016

YAYOS BIKERS, SALIDA OTOÑAL

VIERNES 30 DE SEPTIEMBRE DE 2016

Formando parte de este otro grupo de ciclistas alcazareños, cuya denominación anglófila no deja lugar a dudas sobre la condición y edad de muchos de sus miembros y al que pertenezco  del mismo modo que a otras tantas organizaciones que tienden a durar, como son todas aquellas que no disponen de estatutos, ni normas escritas, ni jefes, ni planificaciones de logros por conseguir... digo, que en esa condición, he participado esta mañana de una bonita salida ciclista por los Montes de Toledo.

Pedaleando camino del cruce de Los Cortijos

La cita quedó marcada en el lugar  acostumbrado desde donde salimos los días ordinarios, es decir, de la rotonda junto al cementerio alcazareño y a la temprana hora de las 7:30 cuando aún la luz está por llegar y la neblina de la transición al otoño empaña levemente los parabrisas de los vehículos, que disparan sus automatismos en un espejismo de humedad, que no cuaja en lluvia como sería deseable.


Con el fondo de la Dehesa Boyal y los toros pastando

Con estas condiciones nos subimos en dos coches, Josemi, Antonio, Lorenzo, Alfredo y Justo, quien esto relata. En menos de una hora nos presentamos en Urda vía A - 42 y nos la encontramos resacosa de la  celebración de su afamado Cristo. Con buen criterio, Josemi evitó allí la parada y aún más sabiendo que el atajo para acortar el regreso era infernal. Por ello, continuamos hacia la N - 401 pero en dirección sur hasta llegar a la Venta de la Andaluza, un parador de carretera donde tomar un café, dejar bien aparcados los coches y poder trazar un circuito que respondiera a las expectativas de los ciclistas.


Josemi y Antonio abriendo el grupo

La marcha no pudo comenzar mejor, pues emprendimos el camino en dirección a Los Yébenes y cubrimos estos 25 primeros kilómetros a una media de 33 k/h, que es una velocidad muy alta para el rendimiento de unos deportistas en edad otoñal también. Después, la carretera se estrechó manteniendo un asfalto liso y firme y unas ondulaciones que fueron en aumento mientras atravesábamos el corazón de esta zona de los Montes toledanos, escuchábamos el rumor cercano de la berrea y contemplábamos un venado al borde del camino, al otro lado de la valla que los separa y protege y sin reflejos para hacer una foto que todos nos llevamos en el recuerdo, que suele ser el álbum más valioso  e indestructible de cuantos poseemos.

Celebración final en la Venta de la Andaluza

El final de este tramo, ya en la provincia de Ciudad Real y próximos al cruce con Los Cortijos,  fue un inhóspito descenso por una carretera cuarteada y tosca que supuso el peor momento del recorrido. En el cruce referido nos avituallamos y tomamos otra buena carretera, amplia y despejada de tráfico que nos acercó hasta Fuente El Fresno desde donde nos quedaron unos últimos diez kilómetros de subida prolongada, aunque no demasiado exigente, que solo el buen ritmo impuesto por los rodadores la endureció por momentos. Al final, imperó la sensatez y llegamos a la Venta a tan buena hora que la celebración con cerveza no se hizo de rogar.

DATOS TÉCNICOS: (tomados del programa STRAVA por Justo)

DISTANCIA: 90,5 KMS.
TIEMPO: 3 H 09' 18''
VELOCIDAD MEDIA: 28'7 K/H.
VELOCIDAD MÁXIMA: 65'5 K/H 
AUMENTO DE ALTITUD: 698 M.
CALORIAS CONSUMIDAS: 2075


domingo, 18 de septiembre de 2016

TITÁN DE LA MANCHA 2016



Por razones de compromiso familiar especialmente, me he volcado en colaborar como voluntario en esta edición de la Titán de La Mancha, que se está consolidando como uno de los eventos deportivos más atractivos de nuestra población alcazareña. Son muchas las crónicas que del mismo cubrirán informativamente su celebración, por lo que aquí me limito a la parcela que me afecta directamente.

Héctor en la línea de salida


Hay dos modalidades en función de la distancia recorrida, una de 100 kms. y la otra de 200 kms. La primera partió a las 8:30 de la mañana con exquisita puntualidad desde la Plaza de España, mientras que la segunda lo había hecho a las 6:30 de esa misma madrugada cuando las luces del alba aún no despuntaban.

Los corredores en uno de los pasos


En total fueron unos setecientos ciclistas de diferentes edades, mayores de 18 años, de ambos sexos, aunque mayoritariamente masculinos, lo que unido a los más de cien voluntarios y miembros de la organización que formábamos el llamado "staff" técnico, en una nueva claudicación anglófila de la que no soy partidario, hacen que el movimiento de personas fuera lo suficientemente amplio como para manejar su compleja distribución y orden. Ahora puedo decir que lo conseguimos entre todos.

Subiendo el cerro de los molinos


Por mi parte asistí en un primer momento a la salida de la prueba de 100  en la que participaban mi hijo Héctor López y su pareja Sandra Piñeiro, ambos afincados en Madrid pero con vínculos de cercanía a nuestra tierra y deseosos de cumplir un buen papel en esta modalidad que dominan con suficiente capacidad.
Héctor lo demostró con creces, pues fue campeón en su categoría "Elite" y primer clasificado local en esa distancia y quinto en el conjunto de todas las categorías. Su recorrido fue excelente y pone el broche de oro a una temporada que ya era brillante tras ganar el Open de Ciudad Real hace un mes escaso. Sandra tuvo menos fortuna y decidió retirarse a falta de treinta kms. para el final, posiblemente por falta de apoyo en los momentos de decaimiento anímico en pruebas de esta dureza. Pero conociendo su trayectoria y espíritu luchador, la animo a que el próximo año repita la experiencia y se saque la espinita que ahora lleva clavada en su palmarés.

Puesto de avituallamiento
Vista nocturna de los primeros tramos de la carrera

En mi condición de voluntario colaborador puedo decir que la organización nos proporcionó los medios materiales necesarios para la tarea, con una mochila térmica dotada de alimentos y líquidos más que suficientes y una camiseta conmemorativa y distintiva para ser avistados con toda claridad entre los ciclistas y vehículos que pasaban por el cruce, situado en mi caso en la rotonda de la A - 42 hacia Tomelloso y la carretera de Manzanares. Punto en el que coincidí con mi amigo Juan Garrido y dos exalumnos del IES Cervantes como fueron Álvaro Quiñones y Jaime Villajos.

Llegada en la Plaza de España



Hasta ser sustituido por otro voluntario, Javier Martínez, poco antes de las 14:30 de la tarde, fueron numerosos los participantes que pasaron por dicho punto, la mayoría agradeciendo explícitamente nuestra presencia, algo desorientados ante la confluencia de varios caminos, así como preguntando por la distancia restante hasta el final pues eran los últimos 5 kms. y la fatiga se hacía ya ostensible. Como curiosidad puedo decir que Héctor llegó tan pronto que no pude preparar mi cámara para fotografiarlo en su paso, por lo que no tengo constancia gráfica propia del mismo. 

Héctor atendido por un fisio a la llegada

La jornada se prolongó durante la tarde y los participantes en la distancia de 200 kms. fueron llegando a lo largo de la misma hasta que alrededor de las 20:30 lo hacían los últimos y pudo comenzar en una abarrotada plaza la entrega de Trofeos. Mis obligaciones familiares solo me permitieron ver a Héctor recibir uno de sus dos trofeos de manos de nuestra alcaldesa Rosa Melchor y fotografiarlo junto a su sobrina Martina en una escena que espero les deje recuerdos para la posteridad.

Y como he dicho también en una entrada inicial en Facebook, Héctor ha respondido a la confianza que depositaron en él los dirigentes del Club Mérida Castellana de Madrid, su lugar de trabajo y residencia.
Héctor con su sobrina Martina

Héctor en el podio categoría Elite

Por otro lado quiero felicitar a todos los impulsores, patrocinadores y organizadores de esta edición de la Titán de La Mancha, muy especialmente al Club + Pulsaciones, por su magnífico trabajo y a todos los voluntarios, entre los que me encuentro, por la colaboración prestada. Con estos eventos Alcázar de San Juan gana.



Héctor entrevistado para Mancha Centro TV