domingo, 28 de junio de 2015

EL CALOR Y EL MITO DE LOS POCEROS MARCARON EL RECORRIDO

Todo el grupo uniformado con el I.C.C. antes de salir en Manzanares

Se reunió de nuevo el I.C.C. en un previo a su salida internacional por los Pirineos. Los atractivos eran varios. Por un lado, Renard vería cumplido uno de sus anhelos de ver rodar uniformado a un pelotón ciclista de ocho corredores, que haría las delicias de cualquier dirigente desde Andermatt.

Por otra parte, por fin, uno de los míticos "Poceros", Toni, se sumaba, entre otros, a la salida para darse a conocer entre los alcazareños que no habían rodado a su lado. Lo cierto es que la jornada se presentó calurosa en exceso y tras un fulgurante comienzo después de los saludos previos de cortesía, en las primeras rampas de Siles ya quedó patente que no habría guerra por imponer ritmos ni condiciones.

El grupo de alcazareños con el nuevo uniforme del I.C.C.


El paso por Moral simplemente confirmó lo atractivo de la ruta en cualquier estación. Después de un avituallamiento apresurado y sin bajarse de la bici, las circunstancias obligaron a realizar una parada nuevamente en Moral a falta de los últimos 25 kms. Allí sí aparecieron la inclinación fácil a la cerveza y la camaradería. El domingo era protagonizado por varias cuadrillas de ciclistas en la Plaza principal.

Reponiendo energías en la Plaza de Moral de Calatrava


Tras una llegada a Manzanares no exenta de dificultades  por el aumento del calor y la falta de "combustible" en el depósito del mítico ciclista, el grupo finalizó la jornada en un lugar de referencia, conocido como Viri, Viri Viri... en alusión a los orígenes pastoriles de los propietarios que, con una  onomatopeya similar, acarreaban sus ganados y con la que se ganaron su gentilicio familiar para las siguientes generaciones.

Lo positivo es salir indemnes en jornadas en las que la salud puede estar seriamente amenazada por la climatología y que el grupo ganó cohesión entre sus componentes como para desear compartir nueva cita teniendo como anfitrión al propio "Pocero" Toni, quizá como desagravio o simplemente como gesto de agradecida complicidad con el grupo. Todo se andará... en bici.

sábado, 20 de junio de 2015

EL I.C.C. RENUEVA SU UNIFORME


Fontaine con el nuevo uniforme del I.C.C.

Con el inicio de la temporada veraniega y la inminente salida internacional de este año, el International Cycling Club ha renovado su vestuario adaptándose a los nuevos tejidos y a un colorido variado en el que el blanco predomina como fondo pero se combina acertadamente con los rojos de las letras y los azules y amarillos de los emblemas que adornan su iconografía, además del negro como base de contraste general. Por un lado, el Toro de Uri, símbolo del cantón suizo del mismo nombre y sede oficial del Club desde que pasó por ese enclave geográfico. Resumidamente se puede decir que en ese territorio se fraguó la famosa leyenda sobre Guillermo Tell.

Por otro lado, este nuevo uniforme ha incorporado el escudo de Route 66 en homenaje a la célebre carretera que atraviesa en los Estados Unidos de América la unión entre Los Ángeles y Santa Mónica. La Ruta 66 fue el principal itinerario de los emigrantes que iban al oeste, especialmente durante las tormentas de polvo de los años 30, y sostuvo la economía de las zonas que la carretera atravesaba. 

En cualquier caso, para los integrantes del I.C.C. es un nuevo aliciente para mejorar la imagen colectiva y ofrecer la prestancia que, en sus diversos desplazamientos, tanto por tierras españolas como por algunos de los países europeos que suelen frecuentar, aporta la uniformidad del grupo. Este año, tendrán oportunidad de lucirlo en la prevista salida a los Pirineos andorranos y franceses en cuyas cimas intentarán escribir nuevas páginas de retos de superación a golpe de pedal. Ordino-Arcalis, Superbagneres, Plateau de Bielle,... entre otros, les aguardan.

domingo, 14 de junio de 2015

POR LA SIERRA DE MADRID

Ante el castillo en Manzanares El Real

El pasado viernes 11 de junio llevé a cabo una de las salidas más satisfactorias de esta temporada. Salí junto a mi hijo Héctor a realizar una ruta por las inmediaciones de la sierra madrileña. Partiendo del carril bici que se inicia en Fuencarral, y que nosotros tomamos en Valdelatas, hasta volver por el mismo después de hacer un bucle que tuvo como principales puntos de referencia las localidades de Miraflores de la Sierra, Soto del Real y Manzanares El Real, al pie de cuyo castillo fui fotografiado por Héctor en una preciosa instantánea para la posteridad. Fueron cien kms. justos y espléndidos.

Héctor y Justo en Miraflores

Lo primero que me llamó la atención fue el dominio de Héctor sobre el trazado de la vía, hasta el punto de advertirme de las zonas de baches, de las curvas con más peligro y hasta de la inclinación aproximada de los repechos a los que teníamos que hacer frente. Así durante todo el recorrido, pese a que el carril lo abandonamos en Colmenar Viejo para continuar por Guadalix de la Sierra por el Alto de San Pedro para llegar hasta Miraflores de la Sierra en donde fuimos amablemente atendidos por el dueño del bar de la Plaza que prepara una excelente tortilla de patatas.

El día estaba nublado y fresco, casi al límite con el frío y eso lo notamos en los siguientes kilómetros de bajada hasta Soto del Real. Allí recuperamos el llano y la carretera incrementó el tráfico, incluyendo a algún que otro irresponsable que giró bruscamente ignorando a los ciclistas y poniéndonos en peligro. La llegada hasta Manzanares el Real puso de manifiesto los mejores atractivos turísticos de la zona. La pedriza, que es un espectacular entorno de roca redondeada con abundante vegetación. El Embalse de Santillana, que casi rodea al pie de la población y permite unas fantásticas vistas con el agua de fondo y, finalmente, el Castillo de los Mendoza, cuya exquisita conservación llama la atención a cualquiera que lo contemple.
Castillo en Manzanares El Real

Sin apenas saborear estos alicientes por temor a enfriarnos, reemprendimos el pedaleo para volver hasta Soto del Real nuevamente y allí tomar de nuevo el carril bici para retornar por el mismo al punto de partida aunque ahora siguiendo un tramo antes inédito. Lo cierto es que la experiencia de un carril bici de estas características me llamó mucho la atención positivamente. Poder circunvalar Madrid protegidos del intenso tráfico automovilístico, que en ocasiones deja a los ciclistas entre dos vías de automóviles en diferentes sentidos, es una gozada como desafío.

En el carril-bici junto a la autovía

También el poder circular en paralelo dejando libre la mitad del carril da idea de la amplitud y buen diseño del mismo, pese a que, como todo, es mejorable en algunos aspectos. Pero, entre la novedad del recorrido, los alicientes del paisaje y los numerosos ciclistas con los que nos encontramos a lo largo de la ruta, aún siendo día laborable, hacen que el impacto fuera mucho mayor.


El remate de la jornada lo puso la necesidad de cambiar las ruedas al haber tenido problemas mecánicos con los radios y las llantas de mi bicicleta. Nada mejor que tener a alguien cercano, como Fran Aguilar, que precisamente fue el valedor de la compra de la Ridley en Murcia al entonces equipo Contempolis Ampo, para conocer su actual faceta de profesional de Mérida Bikes Castellana en plena calle Capitán Haya y valorar su pericia y sus conocimientos en labores tanto mecánicas como comerciales, al lado de Marta y Arturo.

Fran Aguilar en plena tarea


Al final volví no solo con la satisfacción de la buena jornada ciclista vivida sino como un niño con zapatos nuevos, pues las ruedas son precisamente el calzado de una bicicleta y estrenarlas no deja de ser una ocasión para lucirlas y celebrarlo, además de circular con mejor rodaje.







martes, 9 de junio de 2015

POR LA VERA Y MONFRAGÜE


Siguiendo con el calendario de rutas preestablecidas, los integrantes del ICC y sus parejas, recorrimos el pasado fin de semana, en dos etapas,  la comarca de La Vera y el Parque Natural de Monfragüe en Cáceres.

LA VERA
Paisaje desde el Hostal Fogón de Gredos en Guisando

Después de una jornada previa la tarde anterior con viaje hasta  Arenas de San Pedro y Guisando en plena Sierra de Gredos, el ICC se dispuso el sábado 6 de junio a recorrer la comarca de La Vera a golpe de pedal.

En la churrería de Candeleda se concentró el grupo para acumular energías antes de emprender la dura y calurosa etapa. Fue gracioso el comentario de un señor mayor que reposaba a la sombra acompañando a un vendedor ambulante de cerezas del Jerte:

En la churrería de Candeleda
- Pero esto que hacen ustedes en bicicleta no es por ganar nada. Esto lo hacen para durar más ¿no?...

Curiosa reflexión de un casi nonagenario ante el reto que imagina que otros van a acometer. No le faltaba razón. Los logros a estas alturas son únicamente de autoestima y de mejora de la condición física pese a que en algunos momentos parezca justo lo contrario.

Recorrer La Vera es todo un gozo para los sentidos y aunque la época y el clima del momento no es el ideal, conserva siempre ese aspecto de gran vergel que le otorga frondosidad y encanto. Una sucesión de higueras, fresnos, eucaliptos, encinas, robles y numerosos cultivos de regadío jalonan el recorrido. 

Setos ciclistas en Losar de la Vera
Pero claro, no todo en estas salidas es contemplación del paisaje. El grupo de ciclistas rodó rápido, con relevos para protegerse y con deseo de completar la etapa con solvencia. Eran casi cien kms. los que se avecinaban. Fontaine pinchó a los tres kms. de la salida. Después del cambio de cámara ya no hubo más incidentes mecánicos. Sólo el paso por los distintos pueblos de la zona, cada uno con sus peculiares características y tradiciones, desde el Peropalo a los Empalaos, desde el Parador de Jarandilla hasta los setos esculturales de Losar, sin omitir las 46 gargantas que el río forma al paso de la carretera, conforman un recorrido único e inolvidable.

La llegada, con el calor ya haciendo mella en la resistencia de los ciclistas, se adelantó sobre el kilometraje previsto dado que un cruce facilitaba el acceso a Malpartida sin tener que llegar a Plasencia. Aunque tarde, la amabilidad del Hotel Cañada Real permitió al grupo poder comer antes de descansar en las habitaciones. 
Pedaleando entre dehesas

La tarde fue un transcurrir turístico por los numerosos rincones que Plasencia ofrece a sus visitantes. La visita a la Catedral, al Parador de Turismo, con boda de por medio, contemplando los ridículos vestidos de las mujeres en estas ceremonias, según palabras de Bernard, sumados a la guiada contemplación de la Iglesia de San Nicolás, con un absorbente cicerone que no dejó resquicio a los allí congregados, disponiendo en todo momento los pasos, las miradas, las fotos, los relatos... sin opción a réplica.

Visita a la Iglesia de San Nicolás


El colofón llegó al caer la tarde cuando nos dispusimos a contemplar, en el marco de una terraza en la plaza principal,  lo que fue un nuevo título para el Barça en una final sin pena ni gloria que nos dio pié a conocer el cariño que se le profesa a la entidad blaugrana en otras latitudes hispánicas. En directo, sin manipulaciones mediáticas. Una cena cena sobria cerró la velada en un tradicional local.



DATOS TÉCNICOS

TIEMPO: 3 h 40' 44''
DISTANCIA: 88,5 kms.
VELOCIDAD MEDIA: 24 km/h
CALORÍAS: 2486


MONFRAGÜE

Con la experiencia de la dureza del calor del día anterior, los ciclistas nos esforzamos en salir cuanto antes en esta segunda etapa. El reto consistía en  atravesar el Parque Natural de Monfragüe, auténtica reserva de flora y fauna de gran riqueza en esta región extremeña. Superados los iniciales cruces de carreteras y enfilada la que da paso al Parque, nos adentramos en una de las zonas más bellas bañadas por el embalse que forma el río Tiétar. La Sierra de Serrejón y la localidad del mismo nombre sirven de decorado a una de las caras del recorrido. 
Embalse de Tiétar-Torrejón

Hermosa página de ciclismo la vivida en esas horas intermedias, en las que a la buena temperatura se sumó un paisaje idílico de dehesas, una carretera en perfecto estado y sin tráfico y un trazado que permitía rodar con relevos constantes pero manteniendo un ritmo asequible a todos los componentes del grupo.

Únicamente la llegada hasta Almaraz y su entorno marcado por la presencia de la colosal central nuclear produjo un desajuste en la ruta prevista y obligó al grupo de ciclistas a renunciar al punto de llegada en Navalmoral de la Mata. 

No hay mal que por bien no venga, pues en Almaraz encontramos la piscina municipal que nos sirvió para darnos la reconfortante ducha en los vestuarios y probar el menú del día, acorde con las expectativas del ICC, en un ambiente refrigerado sobre el agobiante calor exterior y con el indeseable ruido ambiental que casi siempre preside estas espontáneas citas culinarias en los locales de nuestro país.
Atravesando Monfragüe

El viaje de regreso se hizo sin novedades y todos los componentes del Club Internacional esperan ya la gran cita de este próximo verano, que ha quedado convocada recientemente, y cuyo destino serán los Pirineos andorranos y algunos de sus míticos puertos ciclistas tales como Ordino-Arcalis, St. Girons, Plateau de Bielle y Superbagneres, entre otros. Allí nos veremos si todo se cumple como esperamos.


DATOS TÉCNICOS

TIEMPO: 3 h 23' 46''
DISTANCIA: 77,6 kms.
VELOCIDAD MEDIA: 23 km/h.
CALORÍAS: 1443

lunes, 1 de junio de 2015

CONTADOR ENTRA EN LA LEYENDA


Paso del Giro por el Colle delle Finistres

Si a la foto que ilustra esta entrada, tomada del diario El País, le quitásemos dos de sus componentes, el color y el público con sus prendas de vestir actuales, bien podríamos trasladarnos a los épicos ascensos a las grandes cumbres ciclistas que tuvieron su inicio en los años cuarenta y cincuenta del pasado siglo.

Repito, la imagen resulta sobrecogedora pero elocuente acerca de la dureza, el descarnado encuentro con la montaña y los restos de neveros aún sin descongelar pese a las fechas en las que nos encontramos. Pues bien, ahí, en ese marco natural como fondo, Alberto Contador ha labrado una de sus gestas más grandiosas como ciclista. Si en el Mortirolo, cumbre mítica donde las haya, dio el definitivo golpe de autoridad, en el Colle delle Finistres consolidó su liderato haciendo ver a sus rivales que eran escasas las posibilidades de superarle salvo accidente de última hora.

El ciclista de Pinto se instala ya entre los más grandes de la historia, empatado a grandes con Miguel Indurain y Fausto Coppi, y sólo por detrás de Jacques Anquetil (ocho), Bernard Hinault (diez) y Eddy Merckx (once).


Y TAMBIÉN CICLISMO MANCHEGO A OTRO NIVEL...

Justo ante el último molino del cerro

El pasado domingo, un grupo de compañeros emprendimos una ruta por la llanura manchega con destino Consuegra y su crestería, es decir, molinos y castillo que constituyen uno de los parajes más representativos y siempre admirables de nuestro entorno geográfico. 
La llanura desde la crestería consaburense


Tras una marcha rápida por la Autovía de los Viñedos, sin bajar de los 30 kms. hora de media, nos presentamos en la inhóspita travesía de la población consaburense para acometer la subida hasta su castillo que fue la dificultad más notable de la salida y el descenso del tiempo medio empleado en todo el recorrido favorecido por la baja intensidad del viento.

Los ciclistas reponen fuerzas 

Con buen ritmo y mejores sensaciones nos plantamos los cuatro ciclistas en la parte más alta del cerro mientras no cesaron de llegar los habituales autobuses de japoneses que los turoperadores incluyen en sus ofertas turísticas.

No faltó tampoco el pueblerino cateto que no supo entender la broma cuando le señalé que su perro iba a comerse la rueda de mi bici, aparcada en uno de los pretiles de piedra del recinto. Casi monta en cólera defendiendo a su chucho como de raza civilizada y preguntándose cómo serían los de mi procedencia de salvajes para dudar si comían gomas de las ruedas.  El incidente no llegó a más porque era evidente la amplitud mental del nativo y no era cuestión de recordarle sus obligaciones legales con los animales de compañía que circulan sin control de sus dueños.
Posando en el marco de la crestería

La salida continuó por deseo de Petrosian, que quería más caña, y se prolongó hasta la ciudad del Cristo de la Barca, es decir, Urda, situada a diez kilómetros de Consuegra y en donde tomamos el avituallamiento rodeados ahora por una expedición de hispanos de avanzada edad que copaban barra, aseos y terraza obligándonos a tener que evacuar a la vuelta y en plena carretera. Eso es ciclismo en estado puro y eso es turismo dirigido.

DATOS TÉCNICOS:

TIEMPO DE PEDALEO: 3 h 50' 26''
DISTANCIA RECORRIDA: 104,5 kms.
VELOCIDAD MEDIA: 27,3 kms./h.
CALORÍAS CONSUMIDAS: 2107