sábado, 31 de enero de 2009

TESELA 35: APUNTES DE FÚTBOL


Ayer por la tarde tuvo lugar, en el marco del Museo Municipal, la presentación de la Tesela nº 35 dedicada en esta edición a unos "Apuntes para una historia del fútbol en Alcázar de San Juan", Volumen I, que ha sido elaborada por tres jóvenes becarios universitarios alcazareños, gracias al programa de transición a la vida adulta que financia el Ayuntamiento de nuestra ciudad.
Cuando una publicación cierra su prólogo con un párrafo en el que literalmente se dice que "estamos seguros de que este trabajo tendrá importantes lagunas e incluso errores, por ello apelamos a la consideración por parte del lector avispado y te pedimos su colaboración puntualizando nuestras deficiencias", queda todo reflejado.
Quienes participamos en el inicial intento de dar forma a la recopilación de materiales, documentos y otras fuentes de interés para sistematizar lo que representa culturalmente la aportación del deporte en la sociedad alcazareña a lo largo del siglo XX y en lo que va del presente siglo, no pretendíamos concretar esas investigaciones en ninguna forma específica de publicación, ni tan siquiera sacarlo a la luz como necesidad inmediata. Se trataba, en una serie de fases, de comprobar de qué cantidad y calidad de datos documentales estaban disponibles y, más adelante, ver su posible utilidad y difusión.
En este proceso se contó con la posible colaboración de las autoridades municipales en materia cultural y deportiva que, siguiendo el lógico protocolo, derivaron el tema en los técnicos responsables. Como consecuencia de ello, la tarea se puso en manos de estos jóvenes investigadores que, además de recibir un salario nada despreciable durante unos meses, seguían unas directrices más acordes con las ideas del patrocinio cultural que los remuneraba que con los propósitos, aún ambiguos, de los iniciadores del proyecto.
Los chavales, dos chicos y una chica, han trabajado bastante y bien. Santi y Sandra, con los que he tenido un mayor contacto, han realizado una labor entusiasta y meticulosa en muchas de sus pesquisas, si bien con las limitaciones que suponen la falta de experiencia y, por tanto, de conocimiento de muchos de los datos y contextos que a otros nos resultan mucho más familiares. Enrique, con el que tuve menor relación, me consta que también cumplió en su cometido. Pero ellos son un último eslabón de una cadena de colaboraciones cuya riqueza consiste precisamente en armonizarla y completar sus testimonios orales, muchos de ellos aún posibles, con el respaldo de fuentes documentales que, o bien no existen, o están en manos privadas y desconocidas. Por cierto, que recurrir a la prensa especializada y cercana, como han sido los periódicos "Lanza" y su suplemento "Arco", es tarea complicada puesto que no se facilita el acceso on-line a pesar de los tiempos que corren y, claro, esto no facilita la labor.
En suma, que el trabajo es gratificante para quienes pensamos que la historia del deporte en nuestra ciudad es un foco de nuestra cultura que debe cultivarse y divulgarse como cualquier otro, y que este intento por ponerlo de manifiesto se queda algo pobre, sesgado y deslabazado hasta que otros, como espero y deseo, le den un impulso de mayor enjundia.

lunes, 19 de enero de 2009

Incompetencia flagrante



Lo saben mis más próximos cuando vemos los partidos televisados del Madrid: el arbitraje español es una de las lacras de la supuesta mejor liga del mundo. Nada comparable a Inglaterra, donde sí que pueden presumir de que los colegiados pasan inadvertidos y permiten una fluidez en el juego que ayuda al espectáculo y combate la cultura de la picaresca, tan arraigada en el fútbol hispano. Nuestros futbolistas terminan aprendiendo todo el ritual de exageraciones, piscinazos,fingimientos, protestas alevosas, desplantes, etc., mientras los árbitros, en ese afán de notoriedad, les hacen el juego, mientras comienzan con el baile de tarjetas, de errores, de ralentizaciones, de erigirse, en suma, en foco del espectáculo a costa de mermar el desarrollo vistoso del mismo.
Lo de ayer en en el Bernabéu fue grotesco. No sólo se "comió" dos penaltis de libro, además ante el mismo jugador, sino que lo expulsó por fingir las caídas. En el segundo, se observa hasta cómo se dobla la bota del central madridista Pepe cuando le da el pisotón a Juanfran. El pobre muchacho debió de tomar un ansiolítico cuando llegó al vestuario y pensó sobre lo ocurrido.
Pero lo cierto es que esto no es novedoso. El arbitraje español es una auténtica pena, salvando honrosas excepciones. No bastan los linieres con sus pinganillos, ni el cuarto ábitro controlando las ínfulas de las bandas. Quizá necesiten una brigada de controladores para actuar, cuando debía de ser todo mucho más sencillo: menos protagonismo, más dejar continuar el juego y menos cancha a la picaresca. Repito, que vayan a Inglaterra y aprendan.

En lo futbolístico, este Madrid actuó con la tensión del ambiente que se respira en el Club: ordenado pero tenso, sin ningún medio de enlace que distribuya juego. Está claro que tanto Lass como Gago son hombres de contención y lo hacen muy bien, pero a la hora de crear no dan la talla, especialmente el argentino, que intenta pases magistrales... para dárselos a los rivales.
Gracias a dos golpes de fortuna en el primero y último gol, que fueron auténticas "tragadas" del meta osasunista, y a la ayuda arbitral en los no penaltis, el equipo salvó los puntos en su feudo ante el colista, pero no convenció.
Juande ha de contar con los hombres de enlace y dar más oportunidades a Huntelaar en la punta, pues su falta de ritmo le hizo estar nervioso y fallar más de lo permisible. Si esto no se soluciona, puede caer en la desconfianza y complicar su rendimiento tontamente. Así pues, y a la falta momentánea de Guti, hay que situar a Van der Vart o a Sneijder por el centro, dejando las bandas para los extremos. Si no pone a Palanca por la derecha, que busquen a otro, pero no quemen en la banda a quienes no son jugadores para ella.

Por último, lo más curioso de todo fue ver en imagen de televisión hablando al final del partido al árbitro Pérez Burrull y al guardameta osasunista Roberto. Yo había comentado después del tercer gol recibido, que tanto él como el colegiado iban a tener que refugiarse en el Caribe durante una temporada. ¿Estarían comentando quién de los dos sacaba los billetes con "todo incluido" y aprovechaban así alguna oferta?

viernes, 16 de enero de 2009

LA TORMENTA




Cuando contemplo la foto en la que aparezco con el ya ex_presidente Calderón posando su mano sobre mi hombro, y después leo y escucho todo lo que viene apareciendo en la prensa durante esta jornada, me dan ganas de desaparecer momentáneamente o, al menos, cambiar de identidad.
Ya desde primeras horas de la mañana, al llegar al trabajo tuve que soportar las ironías de los compañeros que, como que no quiere la cosa, lanzan esos primeros dardos verbales envenenados, diciendo que esas cosas pasan en muchos clubs, pero claro, en el Real Madrid no estáis acostumbrados y os duele más. Especialmente en el Atlético que tuvo que pasar la etapa Gil, que lo ha marcado profundamente, o bien, como decía uno de mis compañeros y seguidor colchonero, nos ha curado de espanto.
Para qué decir de los barcelonistas, que aunque también tuvieron que soportar crisis recientes, como la del propio presidente Laporta frente a diversos opositores más o menos encubiertos, y no digamos en etapas ya más lejanas como las presididas por el esperpéntico y forofil Gaspart o el lacrimógeno Nuñez, sin embargo, ahora se aprovechan del dulce momento deportivo y se relamen de gusto viendo las tribulaciones del enemigo blanco.
En mis visitas a dos de los institutos locales, por razones laborales, quienes me conocen, esbozaban una ligera sonrisa de amable compasión y comentarios suaves y versallescos, que no produjeran demasiada sangre en el ya compungido seguidor madridista.
Pero el colmo ha sido escuchar al cajero de Mercadona dando su parecer sobre la situación junto a un cliente que tachaba de sinvergüenza al señor Calderón. Y encima a voces, como es tan propio de nuestro país. Y yo mirando para otro lado mientras terminaba de cargar el carrito lleno de bolsas. ¿Dónde me puedo poner a cubierto hasta que pase la tormenta?
P.D.
He leído posteriormente dos artículos muy recomendables publicados en el diario "El País" del sábado 17 de Enero de 2009, que merecen la pena. Uno narra, con celo crítico y sagacidad periodística, el proceso de deterioro e incumplimientos institucionales por parte de Calderón. Lo firma José Sámano bajo el título de "Viva la asamblea". El otro, supone las reflexiones de un madridista que no sale de su asombro y le da aún un margen de confianza antes de pensar que ha sido un mal embaucador y traicionero. Lo firma Gregorio Peces-Barba bajo el título de "Reflexiones perplejas de un madrdista".

lunes, 12 de enero de 2009

A las cinco las 3 - R



Definitivamente me gustan las cinco de la tarde como horario para presenciar los partidos de fútbol, bien sean en directo, aunque ayer prevaleció el Real Madrid sobre el Gimnástico, bien sean por televisión, puesto que además de la bondad de la hora en sí, que por eso es tan taurina y tan social también, te permite disfrutar del resto de la tarde en otras posibles ocupaciones del ocio dominguero.
Ayer, decía, presencié televisivamente el triunfo del Real Madrid ante el C. D. Mallorca en su estadio. Y digo lo de las 3-R porque, recordando aquella práctica moral de las autoridades eclesiásticas católicas en los años cincuenta y sesenta del pasado siglo XX, cuando calificaban con su censura las películas que se exhibían en nuestros cines, uno de los códigos eran las 3-R, cuyo significado venía a decir "gravemente peligrosas", esto es, peligrosas para la posible alteración moral de quienes la pudieran presenciar. Pero, en mi caso, lo quiero aplicar lúdicamente al grupo de futbolistas del Madrid que lograron los goles en Mallorca, es decir, Robben, Raúl y Ramos, las 3-R.

Lo cierto es que el partido fue más plácido de lo esperado para los madridistas que se adelantaron pronto en una gran galopada de Robben, que culminó con un tiro bajo las piernas del portero y puso de manifiesto su buen momento de forma, una vez más. Después Raúl, en su partido liguero 500 con el Club, hizo un gol de tacón a pase sensacional de Higuaín y, ya en las postrimerías, Ramos empalmó una volea casi a ras de césped que también entró por debajo de las piernas del cancerbero malloquinista.
El partido no tuvo complicaciones ante un flojo rival que nunca inquietó a los madridistas. Si a esto se une que el equipo juega más junto, más ordenado y con el grupo de jugadores imprescindibles a disposición, los resultados se notan rápidamente y lo han vuelto a colocar en cabeza, salvando la distancia que puso el Barcelona y que será difícil de remontar, pues no da signos de debilidad por el momento.
Nuevamente me gustó el negrito Lass, porque demuestra que tiene muy claro su papel, su capacidad física es asombrosa y toca el balón con sencillez y seguridad en casi todas sus acciones. Defensivamente es muy difícil de desbordar y tiene un sentido posicional encomiable. Creo que han acertado de pleno y será un pilar importante para un equipo que debe mantener su portería a salvo si quiere que sus delanteros aprovechen las oportunidades que tarde o temprano genera un equipo de estas características. Ese será el secreto para ganar partidos. Y Juande lo sabe a la perfección.

Por último unas breves notas sobre el partido de fútbol-sala de la 1ª División local que jugó mi hijo Héctor el pasado sábado. Los rivales fueron el mismo grupo de macarras que agredieron a varias personas, entre ellas a Nito, en las pasadas XXIV Horas y que siguen campando a sus anchas por las competiciones, amenazando abierta o disimuladamente a árbitros, rivales y espectadores si se precia, e imponiendo su ley bajo la complicidad cobarde del resto de participantes y organizadores que no se plantan y los dejan solos y aburridos, aunque pierdan los puntos en litigio. Lo cierto es que, además de soportar algunas duras entradas, de las que dejaron rastro en las piernas de algunos compañeros de Héctor, desde el entrenador al resto de componentes del equipo se les notó tensos, acobardados e incapaces de hacerles frente desde la normalidad. ¡Una pena!

lunes, 5 de enero de 2009

REGALO DE REYES



Asistir en la antevíspera del día de Reyes al Estadio Santiago Bernabéu para presenciar el primer partido liguero del Real Madrid en el año 2009 es, cuanto menos, un lujo y, porqué no, un privilegio que sólo los madridistas podemos valorar en su justa dimensión. Gracias a la gentileza de mis primos Pedro y Jesús, socios e incondicionales blancos, que nos abren su casa y su corazón cuando se lo proponemos, pudimos, una vez más, asistir al estreno del equipo que ahora dirige el manchego Juande Ramos y que, además, contó con el debut de las dos nuevas adquisiciones invernales, Lassana Diarra y Huntelaar, llamados a solucionar algunas de las carencias del maltrecho grupo.

El partido fue no sólo emocionante por lo ajustado del resultado, sino que se vieron acciones de gran calidad, como la del gol madridista, en una acción genial de su extremo Robben. Posiblemente el Bernabéu no presenciaba una jugada así desde hacía años y además confirmaba que este jugador es el único que levanta al público en el sentido literal y figurado de esperar siempre algo diferente y peligroso por su juego.

También el holandés Huntelaar dispuso de una gran ocasión que desbarató el portero Diego López, demostrando así su gran calidad. Y por contra, el Villarreal puso en aprietos a Casillas en tres ocasiones, que el portero internacional se encargó de neutralizar, volviendo a la línea que le convirtió en uno de los mejores del mundo.
Sin embargo, el jugador más decisivo, desde mi punto de vista, fue el defensa Pepe, auténtico líder en su área, con una velocidad de anticipación fuera de lo común y una solvencia en los uno contra uno que le acreditan como insustituible. Lástima que sea tan propenso a lesionarse y que, a veces, se líe cuando más fácil lo tiene.

Por lo demás, ambiente de gala, con el estadio lleno. La afición exigente pero animosa y con ganas de aplaudir todo lo bueno que se vió. Y hasta los Ultrasur, moderados en sus soflamas, ponen un punto de fiesta que también es de agradecer, para evitar que los partidos parezcan trámites funcionariales y de obligada seriedad. Además, la hora del comienzo a las cinco de la tarde, con los últimos rayos de sol iluminando el remozado y espléndido césped, le confieren un encanto peculiar al espectáculo que me hacía recordar aquellos partidos de mi infancia cuando mi querido tío Raúl me llevaba, Castellana arriba, nada más terminar de comer a ver a Amancio, Pirri, Gento o Velázquez. ¡ Bonitos tiempos, también!