El grupo lo formamos once personas: Justo López, Juan Garrido, Pedro Álamo y sus hijos Alvaro y Carlos, Miguel Romeralo, Antonio Garrido, Pedro Peinado, Jose Escelio Gómez, Jose Antonio "El colombiano" y Jose Yuste "El relojero".
La ruta resultó agradable, porque la mañana así lo propiciaba al gozar de una buena tempreratura, ambiente húmedo pero soleado y el paisaje otoñal con los primeros verdes previos a los hielos invernales. Multitud de ganado pastando en las dehesas y una carretera despejada, para practicar la dura pero gratificante subida hasta el puerto de El Robledillo, llegar hasta San Pablo de los Montes y, tras disfrutar de un café reparador y unos "cortadillos", volver por el puerto del Lanchar hasta desembocar nuevamente en la carretera que nos devuelve hasta El Molinillo, donde reparamos fuerzas en la célebre gasolinera del cruce, lugar donde sirven venao y otros manjares de la tierra, aunque ayer no fuera el día más propicio.
Al final resultó que habíamos pedaleado durante 2 horas y 39 minutos, recorriendo 49 kilómetros a una media de 18,2 Kms/h., con una velocidad máxima en las bajadas de 66 kms./h. y quemando una media de 824 calorías. ¡Esperemos repetir también el próximo año!
Por la noche, en Canal + un nuevo clásico Real Madrid - At. Bilbao, ensombrecido por el nefasto arbitraje de otro de tantos incompetentes jueces que la Federación debería reciclar y luego, tomar el ejemplo del fútbol inglés, que está ganando audiencia televisiva entre los espectadores hispánicos, por su intensidad, su emocionante carga de motivación y la ausencia de cuento y picaresca ralentizadora que envuelve nuestro fútbol. Y eso que, tanto Real como Athletic, ofrecieron un buen tono con llegadas peligrosas y la calidad siempre notoria de los grandes que marcan las diferencias. Me gustó mucho Sneider y su potencia rematadora, además de su constante brega y lucha. También Higuaín se está consolidando como la alternativa a un Raúl que necesita dosificarse. En defensa, sólo Pepe está por encima del resto y Marcelo debe recibir un toque de atención o será un auténtico coladero.
Los bilbainos sólo algún detalle de calidad por parte de los más técnicos como Yeste y Gabilondo, el resto intentando ejecutar una sinfonía que nunca pasará de mediocre mientras el director sea un "camionero del pescado" como Joaquín Caparrós.
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