lunes, 24 de noviembre de 2008

LECCION DE PUNDONOR


El Gimnástico de Alcázar logró ayer remontar un partido frente al Talavera, cuando todo hacía presagiar que la derrota se consumaría finalmente. Como en partidos anteriores, el equipo alcazareño se defiende ordenadamente y cumple en esta faceta, pero le sigue faltando confianza y ambición para intentar ganar los partidos. Ayer, en la segunda parte y tras haber recibido dos goles previamente por sendos errores no habituales, logró sacar ese pundonor necesario en todos los equipos para remontar y lo consiguió. No se pudo redondear el resultado y la cosa quedó en tablas, pero que, a la vista de lo acontecido, fueron como un triunfo. Cabe destacar, una vez más, la buena actuación del joven Alberto, que marcó los goles y realizó dos jugadas de gran clase, que le otorgan una calidad a tener muy en cuenta. Aguanta muy bien los balones largos, pelea por su estatura con cualquier defensa y tiene toque y habilidad en el control del balón. En suma, es la aportación más interesante del cuadro local. Además, se consiguió que la fría afición alcazareña tributase un sonoro aplauso a los jugadores al final del partido. ¡Qué menos se merecían!

Por su parte el Real Madrid, siguió con su particular calvario de juego, aumentado por las bajas y la poca consitencia de su sistema. La defensa se entonó por el centro con la aportación de Ramos, que lo hace mejor en esta posición que en el lateral. Pepe es el único que marca la diferencia en rapidez y seguridad, aunque luego cometa errores estúpidos e inexplicables y se complique innecesariamente. En el centro del campo están perdidos los papeles, pues nadie organiza con criterio y sólo Sneider sorprende, a ráfagas, con sus potentes disparos. Los empeños de Guti y Gago de dar pases "sublimes" acaban casi siempre en pérdidas y peligrosos contrataques del rival. Esta falta de suministro a los delanteros hace que las ocasiones de gol sean escasas y, como Raúl ha perdido chispa e Higuaín necesita estar inspirado para concretar las suyas, el resultado se ajusta a lo reflejado por el marcador. Con ello el equipo se mantiene segundo y con aspiraciones. ¡Ver para creer!

domingo, 9 de noviembre de 2008

MI PARTICULAR CANTERA


Antes del encuentro frente al Manchego, tuve la ocasión de fotografiarme con dos de mis antiguos alumnos, Jaime Beamud y Angel García, ahora parte del Gimnástico de Alcázar, uno como jugador y el otro como preparador físico.
La verdad es que uno se siente orgulloso de haber contribuido a formar a chavales que con el paso del tiempo siguen vinculados al deporte o militan en los equipos de nuestro entorno con mayor o menor proyección pero con ilusión y entrega. Además es reconfortante que guarden el aprecio y la estima para quienes fuimos sus profesores en un momento importante de su infancia. Gracias a ellos recuperamos y renovamos el aliento educativo.

CASTA Y TRADICION


Este domingo nos ha deparado un repertorio de emociones al más puro estilo de la leyenda clásica. El Real Madrid hizo un alarde de casta y remontó un partido frente al Málaga, que ni los más optimistas creíamos posible. No sólo Higuaín protagonizó la noche como tetragoleador, sino que el equipo, aún con un jugador menos, el inefable S. Ramos, que cada vez más demuestra su lado oscuro, supo remontar la adversidad a base de coraje y ambición por ganar y despertar a una afición escéptica y desencantada con lo que se le ofrece cada domingo. Y es que no es para menos. Los dos primeros goles malagueños fueron para sonrojar a cualquier defensa que se precie, y si ésta es la del Real Madrid, aspirante al máximo en España y Europa, apaga y vámonos. Lo de Marcelo y Heinze no tiene nombre, aunque los de arriba no ayudasen a solucionar las carencias del grupo. En la segunda parte y además del mencionado goleador, esta vez Guti dio la cara, y no tanto fue magistral en sus pases sino que luchó por los balones y corrió como hacía años no se le veía. Pero repito, de estos mimbres no puede cuajar un buen cesto salvo que la casta se imponga a la calidad y esto no suele ocurrir nada más que excepcionalmente.
Por contra, el Gimnástico jugó frente al Manchego uno de los mejores partidos que le he visto esta temporada, al menos durante la primera parte. Movió bien el balón, intentó abrir a las bandas y el joven Alberto y en ocasiones Jaime, llegaron con cierto peligro, pero tampoco el delantero centro, pese a su estatura, acompaña a incrementar la faceta goleadora.
Por cierto que, en las gradas, tuve que soportar durante un largo rato, la presencia vociferante de una pareja de energúmenos, él y ella, ya talluditos, cuya actitud yo pensaba que estaba en vías de extinción. Se dedicaron a insultar de manera desaforada al árbitro ante el más mínimo error o decisión. ¡Guarro! ¡Borracho! ¡De C. Real tenías que ser!, fueron algunas de las lindezas que repitieron de forma obsesiva y machacona, hasta provocar el hastío de quienes nos sentamos cerca, antes de que buscásemos otro acomodo, en vista de la situación. ¡Lamentable, pero cierto!
Al final, lo que cuenta es que el Manchego se llevó los tres puntos gracias a un solitario gol de un espléndido chut que entró casi por la escuadra. Luego supo ganar la batalla del medio campo y estuvo firme en defensa y peligroso en sus contraataques aunque el Gimnástico le facilitó la tarea con su conservadurismo. Me gustó el siete del Manchego, nuestro paisano Nacho Peñuela que dispone de un gran toque de balón, preciso en el pase y con un gran sentido del juego colectivo. Siento que un año más los de la capital se hayan llevado el gato al agua, pero así es el fútbol.

domingo, 2 de noviembre de 2008

AGRIDULCE


Este fin de semana deportivo lo inicié en el pabellón Díaz-Miguel presenciando el primer partido de mi temporada en baloncesto entre el Adepal de Alcázar y el Matchmind Carrefour El Bulevar de Ávila. Equipo éste que se llevó una merecida victoria por su mejor juego, su saber estar en la cancha y la mayor velocidad en los movimientos de sus jugadores, más jóvenes y de mayor calidad individual que los del equipo alcazareño.
Lo más negativo, aparte del estruendo casi inaguantable que es necesario soportar para presenciar este tipo de partidos, es que la propia hinchada local agotó los cánticos consabidos y poco originales para tratar de justificar la impotencia del juego de los suyos, para finalmente aceptar, en un silencio resignado, los últimos momentos del partido. Cuidado, porque observé una agresividad creciente no sólo de los espectadores más inflamables, sino también de la mascota, los limpiadores de la mopa y hasta de las chicas animadoras, cuando todos ellos deben guardar las formas y la neutralidad como signo de respeto y elegancia que nunca debe perderse en el deporte.
Por la tarde del domingo, en el derby comarcal, el Gimnástico venció trabajosamente a un flojo Unión Criptanense con el solitario gol de Jaime, que una vez más salvó a su equipo, que en esos momentos se había quedado con diez jugadores sobre el campo. El partido fue malo de solemnidad, en la línea habitual de falta de juego por las bandas, sin ideas ni control en el centro del campo y únicamente una grupo muy disciplinado que logra hacer difícil que le marquen gol. En todo caso si hubiera sido el Criptanense el primero en conseguirlo, el resultado no se habría alterado.
Por fín, el Real Madrid como colofón a la referida jornada, ha dado una vez más en Almería muestras de estar muy lejos de ser el equipo aspirante a los títulos en juego y ya veremos si consigue no descolgarse antes de tiempo de las tres competiciones. Salió sin entusiasmo, ramplón y falto de ambición frente a un Almeria temeroso y poco combativo. Tras un gran gol de Raúl, lo único bueno del equipo madridista, se dedicó a guardar el botín intentando controlar el partido, pero con la apatía y falta de autoridad que viene demostrando en lo que llevamos de temporada, y claro, el gol almeriense no tardó en llegar. Empate y gracias. ¡Una pena!