Un lance del partido Cinco Casas - S. de Alcázar |
El pasado domingo 24 de Enero, cuando se celebraba
San Sebastián por las calles alcazareñas, ante un estruendo desmesurado de
cohetes de ilocalizable procedencia, en la EATIM de Cinco Casas, antigua
pedanía de Alcázar, se disputaba un histórico partido de fútbol entre los
equipos de dicha población, ahora autónoma, y su antigua metrópoli, la que
hasta ahora le había abastecido de futbolistas, de técnicos y hasta de
aficionados con el corazón en ambos Clubs. Pero he aquí que, por azares del
destino, ambos se encuentran en la misma categoría futbolística, la más baja
del escalafón y han de disputar los tres puntos en litigio para lograr sus
respectivas aspiraciones.
Se trataba, pues, de un contencioso moralmente
vengativo. Si los antes pedáneos lograban la victoria sobre sus dominadores
político-administrativos, el triunfo sería toda una gesta de difícil
reparación, que no se podría recompensar ni regalando luego sus mejores melones
o pimientos para aplacar las heridas de la derrota. Además, la satisfacción de
hacer morder el polvo, nunca mejor dicho, pues aún juegan los excolonos en
campo de tierra, a los señoritos de la capital de la comarca, hubiera sido
motivo hasta de charangas carnavaleras.
Al final todo se desarrolló sin drama. Como publica
El Semanal, los alcazareños
lograron una victoria inextremis frente al colista del grupo, Cinco Casas, que
logró adelantarse en dos ocasiones en el marcador y puso las cosas muy
difíciles a un conjunto alcazareño, al que le pesó "la tierra" del
municipal de Cinco Casas, un equipo rival tremendamente motivado y dos goles de
falta, el segundo magistralmente lanzado-, ambos marcados por Antonio Monreal.
El partido, que contó con algo más de público del habitual, debido a la
presencia de aficionados provenientes de Alcázar de San Juan, contó también con
la asistencia del alcalde de Cinco Casas, Miguel Ángel Rosado y el concejal de
Deportes del Ayuntamiento de Alcázar de San JuanJosé Javier Ortega Librado.
A punto estuvo el Sporting de Alcázar de
perder puntos, en un campo en el que no podía fallar, Félix Monreal que volvía
a su casa, a enfrentarse a su ex equipo, tuvo que recomponer por diferentes
motivos su equipo inicial, situando en posiciones, no habituales, a algunos de
sus futbolistas. Enfrente el Cinco Casas, que con algunos refuerzos de invierno
y una motivación extra por la "rivalidad" local, saltó al campo con
la intención de no regalar nada y plantarle cara a su rival.
Destacar que en el minuto 77, de nuevo Benítez marcó y consiguió darle la
vuelta al marcador con el 2-3, que "dilapidó" las esperanzas locales
de sacar un resultado positivo. A pesar de esta circunstancia, los locales
no se rindieron hasta el pitido final y tuvieron opciones de lograr el empate.
No hubo opción para que el resultado pasase a
engrosar la memoria de las humillaciones que los débiles logran sobre los
fuertes en las escasas excepcionalidades de la historia.
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