Esta expresión es la que mejor resume las sensaciones que me sugiere un paseo ciclista como el que dí ayer lunes, en compañía de amigos que han encontrado también en la bici el mejor vehículo para el ejercicio moderado, la contemplación del paisaje y el calor de la conversación humana, dejando de lado las nuevas tecnologías.
Viña vieja, tierra y horizonte... |
Y lo hicimos, además, por una de mis rutas predilectas, la que se inicia por el Gamonal y atravesando Los Anchos y el Monte Chito, en donde es fácil acompasarse con el vuelo de las grullas o, al menos, seguir las huellas de sus excrementos, hasta abrirse a la inmensidad del mar de viñedos de cepas viejas que jalonan el paisaje en dirección a la Puebla de Almoradiel.
Descanso, meada y niebla. |
Además lo hicimos bajo el manto de una niebla no muy densa pero persistente, que ayudó a creer que estamos en ese invierno que no acaba de llegar y que proporciona el escaso frío impropio de nuestro clima por estas fechas. Mejor para pedalear, pero no sabemos si también para esas tierras que algunos agricultores, como el que nos paró para ofrecernos agua en un gesto amable y desenfadado, abren con sus tractores en surcos de intenso color marrón despidiendo ese aroma indescriptible que nos acompaña a los manchegos que conocemos nuestro entorno y nos conecta con nuestros antepasados que la labraron con esfuerzo y perseverancia durante siglos, para dejárnosla de herencia.
Todos se apoyan en algo... |
En un local acogedor de Puebla, para mi desconocido hasta ayer, pequeño pero luminoso, con encanto y con un cliente alcazareño de adopción por haber sido seminarista en los trinitarios, que investigó sobre nuestro origen y destino interesándose por dónde habíamos desembocado en el pueblo, a lo que respondí que siguiendo los caminos porque en canoa nos resultaba mucho más complicado.
Café y churros. Todo un clásico. |
Selfie ... senil |
El regreso por el camino hasta la ermita de la Virgen de Palomares, en cuyas cercanías se depositan los vidrios excedentes de las romerías, en un ejemplo más de nuestra incultura popular, siempre presta al cachondeo pero lenta y torpe para gestionar los residuos del mismo.
Y desde allí hasta Quero para tomar el último tramo de un camino recién asfaltado que enlaza con el que conduce a la laguna de Pajares, ahora seca, y entrar de nuevo por el Acebrón y el Gamonal, con poco aire, más cansancio y renovada satisfacción, a la espera de otra nueva salida.
DATOS TÉCNICOS:
Distancia: 60 kms.
Tiempo de pedaleo: 3 h. 36' 37''
Velo. media: 16,6 K/h.
Velo. máxima: 52,6 k/h.
Calorías: 973
Desnivel acumulado: 183 m.
No hay comentarios:
Publicar un comentario