ATLÉTICO DE MADRID 4 - 0 REAL MADRID
No ha sido lo malo el resultado, que ya lo es, lo peor ha sido esa bajada de brazos que yo no presenciaba desde hace muchísimo tiempo, si es que alguna vez lo presencié. Ni el Madrid de los García, tan limitado técnicamente si lo comparamos con previas y posteriores plantillas pletóricas de jugadores de gran calidad, sucumbieron en su actitud ante ningún rival e incluso fueron capaces de mantener el pabellón muy alto gracias a su infatigable espíritu de lucha, entrega, amor por unos colores... todo eso que hoy no he visto en ninguno de los jugadores que ha defendido la camiseta madridista.
Es indigno de un equipo con el presupuesto y la categoría del actual Real Madrid que se entregue a la desidia y permita que su gran rival geográfico le saque a relucir sus vergüenzas en una serie de lances impropios de este nivel. Empezando por Casillas con su lamentable fallo, que dio lugar al comienzo de la debacle, siguiendo por Carvajal que permitió que un defensa rival penetrase como el mejor de los extremos para dar el pase de la muerte y terminando por la pareja de centrales, Varane y Nacho, que hoy se han puesto en evidencia demostrando que la veteranía es un grado y que Pepe y Ramos están muy por encima de sus sustitutos.
Pero la mayor debilidad ha venido en el centro del campo, no nos equivoquemos. El Real Madrid sigue con una falsa disyuntiva de sistema apostando por la BBC por razones comerciales pero traicionando los criterios de Ancelotti que sabe que sin un centro del campo fuerte y creativo, los delanteros no pueden rendir como desean. Las ausencias de Modric y James unidas a la ausencia mental de Khedira y de Illarramendi que ya se sienten fuera del equipo, han debilitado de tal modo esta parcela, que el equipo está desdibujado en su línea de flotación. Para colmo, Cristiano Ronaldo está atravesando una crisis de incierto origen pero que le hace igualmente estar muy por debajo de su rendimiento habitual. Demasiadas razones para no aprovecharlas un rival como el Atlético que no necesita actualmente de regalos para hacer cara.
Ahora solo queda la reflexión y el cambio de actitud. Peor será difícil hacerlo porque hoy se ha tocado fondo. Se ha llegado a morir por la boca como el pez, siguiendo la metáfora que le recordaba la afición madridista a la atlética en esa pancarta de los catorce años de triunfos madridistas que parecían insuperables y que un pariente mío, siempre bienintencionado, me ha enviado oportunamente esta misma tarde para recordármelo.
ALCÁZAR BASQUET 83 - 61 ALCORCÓN BALONCESTO
Como desagravio mental después del revés futbolístico, me pasé por el pabellón Díaz Miguel para presenciar el encuentro de baloncesto que nos ofrecían en esta fría tarde invernal los equipos de Alcázar Basquet, al que no había tenido ocasión de ver en lo que va de temporada y el Alcorcón, equipo visitante que desmereció completamente frente a su rival sin dar la talla esperada y desluciendo un espectáculo que, cuando falla el equilibrio de fuerzas, pierde todo el interés.
Desde un principio los jugadores del Alcázar Basquet mostraron su superioridad en todas las facetas del juego: dominio del rebote, tiro exterior y hasta planteamiento táctico con un juego más ordenado y eficaz que sus rivales. El marcador reflejaba claramente esta situación y al descanso se llegaba a un elocuente 50 -25 para los locales.
Poco más que comentar, pues el baloncesto cuando se le priva de la incertidumbre del resultado porque la diferencia es tan palmaria, queda relegado a una sucesión de lances sin trascendencia, a la espera de alguna acción espectacular aislada o a jalear el debut de los jugadores del pueblo que tienen que aprovechar estas ocasiones para poder jugar. Eso además de la ruidosa grada de jóvenes que no dejaron de apoyar a su equipo a golpes de tambor y de frases más o menos ingeniosas.
CICLISMO DOMINGUERO: RUTA BAJO CERO
Aunque resulte sorprendente o atrevido, los ciclistas no renuncian a sus hábitos y rutinas horarias y pese las bajas temperaturas (salimos con - 4º C) allí estábamos un numeroso grupo concentrado en la rotonda del cementerio. Al final fuimos siete los que enfilamos el Camino de Guerra en dirección a las Tablillas del Záncara pasando previamente por el Destete y entrando en Herencia por la ermita de San Cristobal antes de acceder al camino de los Pozos del Agua, al pie de la sierra herenciana.
Tras una parada obligada en el pintoresco paraje para reponer fuerzas y contemplar el espléndido día, que aprovechaba un grupo de jóvenes excursionistas para hacer una caminata bajo las instrucciones de un guía, volvimos por las misma ruta para posteriormente buscar la vuelta alternativa por Villafranca aunque siguiendo los caminos que, no por conocidos se prestan a confusión si no se tienen claras las referencias reales. El GPS lo llevamos en el maillot y no está el clima como para desprotegerse de guantes y hacer la consulta.
Finalmente llegamos a la ruta conocida desde Villafranca y entramos en nuestra población por el camino de los los pozos de Tello y la zona más apartada del Polígono en su gran avenida, que es todo un símbolo de la parálisis industrial que nos rodea. Escasas edificaciones, el "punto limpio" de recogida de residuos y el Club de Golf junto a la Iglesia de los gitanos. Y así casi diez años sin que se modifique el conjunto referido. ¡Será la crisis!
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