Héctor y Paloma durante la prueba |
"Eran las siete y media cuando sonó el despertador y los nervios
invadían todo mi cuerpo por ser la primera vez que me enfrentaba a una
media maratón.
Mi cuerpo estaba diferente y me sentía con
fuerza y con muchas ganas, como si me hubieran engrasado y echado
gasolina ... Como una máquina que se había puesto a punto para demostrar
si funcionaba bien.
El desayuno no fue como otros días, ya que al estar nerviosa no tenía tanto apetito y me costò que el estómago respondiera.
Coloqué el dorsal con imperdibles en mi camiseta y me abrigué un poco porque todavía la primavera se mostraba tímida.
Vistiendo
el 17753 y el color azul me dispongo a salir de mi casa para coger el
metro hasta la parada del parque del Retiro, de donde salimos a las 9:30
h.
Tengo la suerte de ir acompañada de mi chico, que además
de tener una forma física fenomenal y mucha energía, me sirve como otra
motivación y me hace ilusión terminarla y que la corramos juntos. Para
él también es la primera media maratón y vistiendo el 3131 me acompaña y
me anima después de haber tenido una pequeña lesión en la pierna, es el
motor de mi vida.
Paloma en un momento de la prueba |
Ya nos encontramos en el Retiro a eso de
las 9:20 h y se respira un ambiente festivo, hace un día estupendo con
14 grados y no sòlo están los 18000 asistentes de la carrera, sino que
también se ven familias con niños e infinidad de personas que quieren
participar aunque sòlo sea por colaborar en el ambiente festivo y
animar.
Los nervios son nuestros compañeros pero de una manera
que nos da más ganas de salir y, por fin, a las 9:30h salimos ,y no es
posible todavía correr por la cantidad de corredores que somos.
Permanecemos 10 minutos en la salida del Retiro caminando, pero ya las
máquinas arrancan y van calentando motores.
Al salir del Retiro vamos hacia Príncipe de Vergara y giramos en Diego de León,
pasando por la calle Almagro y consiguiendo nuestros primeros 5 km,
donde también coincidía que se encontraba el primer avituallamiento de
la carrera, pero no teníamos necesidad de líquido y no hicimos uso del
mismo.Continuamos por Santa Engracia hasta llegar a Bravo Murillo y en
esta calle estuvimos escuchando las canciones de la brigada
paracaidista, que vestían de amarillo y nos animaban a todos y sacaban
una sonrisa. Seguimos por Plaza de Castilla y ya marcaba el km 10 y
asomaba el segundo avituallamiento, en el que sí decidimos hidratarnos y
yo me guardé la botella para tener agua más adelante.
El
cuerpo ya estaba activo y las piernas respondían con fuerza, no hacia
excesivo calor y era muy agradable còmo se encontraba Madrid
esperándonos en cada calle, tan bonito y resplandeciente.
La
carrera continuaba por Serrano, para volver a pasar por Príncipe de
Vergara, pero ahora la bajada era por Avenida Menéndez Pelayo y seguimos
por el Paseo de Reina Cristina, donde antes de llegar a Atocha había
mucha gente animando en las calles y aplaudiendo e incluso nos
acompañaban con música, y todo ello te daba ánimos y una pizca de
energía para continuar.
Ya nos encontramos en la parte clave
de la carrera donde las rodillas comienzan a dar guerra por la falta de
costumbre de correr en asfalto y el largo recorrido de la calle Alfonso
XIII es la parte donde el calor aprieta y las piernas lo sufren pero las
ganas y la energía no flaquean y nos animamos porque llegamos al
kilómetro 19 y nos queda poco. Los sudores y los dolores nos querían
dificultar la llegada pero nos hacemos fuertes y decidimos dar el último
empujón a la máquina para volver con mucha energía por O' Donnel y en
el kilometro 20, al legar de nuevo al Retiro puedo decir que son los
mejores 2 kilómetros porque sabes que estás llegando al comienzo, sabes
que los aplausos ya no son de ánimo, son de felicitación y ves el parque
del Retiro de otra manera, una sonrisa llena tu rostro y en tu cabeza
hay frase que te llena por dentro y por fuera: "¡¡ lo conseguí!!! ".
Finalizada la prueba exhibiendo la medalla conseguida |
Héctor
y yo, cogidos de la mano cruzamos la meta sonrientes y orgullosos en un
tiempo de 2:04:14 y nos disponíamos a recoger la medalla e hidratarnos.
Es
una experiencia única y que me alegro haber compartido y vivido.Ojalá
mis piernas puedan repetir e incluso retarse con una maratón ... Porque
lo que sí puedo decir es que no es suficiente. Es tan buena la sensación
que te queda que quieres más..."
Paloma Boutellier. Corresponsal.
1 comentario:
Cuando quiera recordar la primera media maratón que hicimos, sólo tendré que volver a leer tan buena redacción, no se podría haber descrito mejor. Gracias por plasmarlo!
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