Imagen del partido Gimnástico - Talavera C.F. |
C. F. GIMNÁSTICO DE ALCÁZAR 2 - 1 TALAVERA C. F.
Como ocurre con la imagen que ilustra y abre esta crónica, esta soleada aunque fría tarde alcazareña ha deparado un partido en el que se ha podido comprobar que la cantera y los valores locales son suficientes para mantener el buen nivel en la categoría, siempre que unan a su buen hacer futbolístico las ganas y coraje que han demostrado en numerosas fases del partido.
Un partido que comenzó con buenas acciones por ambas partes y en las que el Talavera demostró mayor calidad técnica y oficio futbolístico, especialmente en jugadores como su extremo derecho y capitán, que trajo en jaque a nuestro joven Alex, que tuvo que multiplicarse para poder frenarlo a duras penas.
Pero, a base de empuje y notas de calidad, especialmente a cargo de Luis Alberto, un alcazareño con el que tengo lazos escolares de grato recuerdo, los ataques rojos fueron eficaces y en el minuto veinte del primer periodo, un balón colgado al área, sobrepasó al portero visitante que midió mal y dejó a Capelo, nuestro número diez, en disposición de batir por primera vez la meta talaverana.
No habían pasado tres minutos más cuando Luis Alberto centró con gran calidad en otro contaataque a la espalda de la defensa que aprovechó nuevamente Capelo para batir por segunda vez la meta visitante.
El partido parecía que estaba encaminado, pero aún quedaba toda una segunda parte en la que los talaveranos debían poner de manifiesto su destacado lugar en la clasificación. Así fue y ya desde el comienzo presionaron desde todas sus líneas encerrando al Gimnástico cerca de su área y obligándolo a defenserse como podía. Fruto de este asedio llegó el gol de los toledanos a los cuatro minutos de la reanudación.
Nos temíamos lo peor dadas las continuas acciones de ataque visitante. El Gimnástico aguantó y al final tuvo dos ocasiones memorables. Fueron dos subidas en velocidad hasta el área contraria protagonizadas primero por Alberto Abengózar que se quedó solo ante el portero y, seguramente fruto del esfuerzo, envió el balón fuera con todo favorable. Después fue el joven defensa Gonchi quien realizó una espectacular y parecida subida en solitario siendo derribado por un defensor talaverano.
Al final el árbitro prolongó el partido tres minutos y el Talavera dispuso de una falta que pudo dar lugar al empate pero todo quedó en nada gracias al portero, Andrés Logroño, que sacó una mano espectacular en una acción anterior a esta última referida.
El público ovacionó a sus jugadores en una cálida y feliz despedida, simbolizando que esta actitud y estos mimbres son los que pueden devolver la ilusión a una afición cansada de falsos proyectos de grandeza.
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