RUTA POR VALDEHIERRO

En una mañana fría pero soleada, iniciamos una salida de las que se salen de la rutina dominguera. Era preciso subir previamente a los coches para poder llegar a la vecina localidad de Madridejos y, desde allí, iniciar uno de los recorridos más agradecidos que nos pueden deparar nuestras latitudes manchegas.

Se trata de las sierras que rodean Madridejos, Consuegra y Puerto Lápice, entre otras localidades cercanas. Esta vez, guiados por Eduardo Barsby, quien habitó parte de sus días en esa población, salimos desde la misma calle principal para adentrarnos poco a poco al camino que conduce a la ermita de Valdehierro y que se encuentra asfaltado hasta escasos metros de la misma. La marcha hasta allí fue agradable, con viento favorable y temperatura baja pero soportable. Los cinco componentes de la salida mantuvimos un ritmo suave y con continuas esperas a los rezagados.

Una vez pasada la zona de la ermita, continuamos por el camino de las Cinco Casas pero hacia la derecha, en dirección a la fuente del Umbrión, en la que hicimos la parada de rigor y esperamos nuevamente a Eduardo que ya comenzó a resentirse de la pendiente del terreno. Pero sin prisa y con buen ánimo, nos plantamos en el punto más alto de la zona, en la encrucijada de caminos que siguen hacia Villarrubia-Urda o bien hacia Consuegra. En este punto, divisamos un rebaño de ciervos que atravesaban en dirección al valle de La Galana.

Continuando por la ruta referida nos fuimos adentrando en una nueva zona de carretera asfaltada hasta llegar a las proximidades de la ermita de San Cristóbal que enlaza con la Cañada Real, donde vuelve el camino sin asfalto y continua hasta alcanzar nuevamente el inicial cerca ya de Madridejos.

Fueron un total de 48,5 kms., a modo de bucle o circuito, pues llegamos hasta donde habíamos partido y así, para celebrar la llegada, tomamos un pequeño refrigerio en el bar más próximo a nuestra entrada para proseguir finalmente en los coches al punto de regreso en Alcázar.