domingo, 11 de julio de 2010
EL TRIUNFO DE LA SENSATEZ
UNA INTERVENCIÓN DECISIVA DEL MADRIDISTA CASILLAS Y UN GOL DEL MANCHEGO INIESTA HACEN QUE ESPAÑA SEA CAMPEONA DEL MUNDO DE SELECCIONES NACIONALES DE FÚTBOL
España se ha proclamado campeona del mundo de Selecciones Nacionales de fútbol. Es el mayor triunfo colectivo en esta modalidad deportiva en la historia del deporte mayoritario en nuestro país. Hasta ahora no he realizado un seguimiento crítico de mi visión sobre esta exitosa participación porque prefería esperar a analizarlo todo en su conjunto, cuando el proceso finalizara.
Lo primero que tengo que decir es que con este triunfo, la Selección Española de Fútbol alcanza una normalidad que se le negaba inexplicablemente durante todo un siglo, mientras que el resto de disciplinas deportivas lo habían logrado ya anteriormente (Baloncesto, Balonmano, Tenis, Motociclismo, etc.,) siendo mucho más minoritarias en seguimiento y apasionamiento popular. Y aunque las comparaciones no siempre sean ecuánimes, qué decir de otros paises que han sido campeones cuando el fútbol no es tampoco el deporte más seguido por el grueso de su ciudadadanía como es el caso de Francia e incluso de Alemania.
Esta celebración culmina una etapa iniciada con la consecución del Campeonato de Europa a las órdenes de Luis Aragonés y, tras la salida de éste, Vicente del Bosque se hizo cargo de la dirección del grupo para consolidar lo que el talento de sus integrantes hacía presagiar. Y no es que Del Bosque sea precisamente un innovador o un aventurero arriesgado en sus planteamientos. Todo lo contrario, al igual que hizo en su etapa como entrenador madridista, lo que hace es dar sentido común y sensatez a los valores de que dispone y ello a pesar de algunas obstinaciones, que le han podido costar caras, como la de mantener de titular a F. Torres los primeros partidos sabiendo que no tenía ni el ritmo ni la forma necesarios para tan importante envite, como quedó demostrado no sólo con su falta de desborde y velocidad, sino con fallos de control y de remate impropios de un jugador de su categoría.
Por otro lado, Del Bosque ha sabido mantener al grupo al margen de la nauseabunda presión informativa, adivinatoria (vease la historia del pulpo) y hasta entrometida en asuntos personales o comerciales que tanto daño pueden causar si, como ocurre con los aficionados, se les bombardea en las innumerables horas pre y post partidos con contenidos estúpidos o recurrentes. Los manidos ¡A por ellos! ¡Podemos! ¡La roja no me sonroja! ¡Soy español, español, español! se han sobredimensionado en una soflama españolista esperpéntica.
Han sido sus logros de mayor mérito, puesto que el tercero, yo lo cifraría en fiarse del grupo de jugadores más en forma y de mayor calidad futbolística de nuestra competición nacional, es decir, el núcleo de barcelonistas que constituyen la columna vertebral del equipo, y ello a costa de relegar al banquillo a otros como Cesc o Silva que parecían intocables a priori. Hubo quien dijo que Pedro no debió ir a este mundial y sí Raúl, como homenaje de despedida, aunque no hubiera jugado. Ahora ha quedado en evidencia lo erróneo de esa posibilidad y el que los finales son siempre dolorosos pero necesarios y Raúl hubiera sido una rémora para España como Ballack lo hubiera sido posiblemente para Alemania. Es ley de vida, aunque sea dolorosa.
España ha jugado con madurez futbolística. No se ha descompuesto nunca, especialmente tras el debut negativo ante Suiza, y ha sabido mantener la confianza en sus posibilidades esperando a que también la fortuna les acompañara como otras veces les abandonó. Quizá hubiera sido deseable que a su magnifico juego de control y pase hubiera unido una mayor eficacia en la definición, pues en cuanto a goles no han estado sobrados y el fútbol no es sólo posesión y toque sino también remate y gol.
ANÁLISIS DEL RENDIMIENTO POR LÍNEAS
Casillas ha demostrado que es el mejor en su puesto, y pese a todos los intentos desestabilizadores que se deplegaron, intencionadamente o no, sobre su figura, ha salido fortalecido. Ha detenido un penalti decisivo y ha realizado varias intervenciones salvadoras e igualmente determinantes como la de la propia final ante el holandés Robben. No quiero pensar si alguno de sus dos suplentes salen y fallan en algunos de esos lances.
En defensa es digna de admirar la madurez también de Piqué, un central de lujo que impone respeto por alto, la juega con calma y seguridad además de sumarse al ataque cuando lo requiere la ocasión. A pesar de ser el más joven yo lo considero el más valioso por su aportación. El veterano Puyol, además de marcar un gol trascendental, ha sido el fiel escudero de su compañero por el centro y el apagafuegos de las incursiones más rápidas de los rivales, a pesar de que su velocidad no es la misma que en años pletóricos, pero sí suficiente y aplicada con mayor eficacia por su veteranía.
Sergio Ramos ha estado físicamente portentoso, difícil de desbordar precisamente por su velocidad y fortaleza. Es una lástima que casi todos sus centros se estrellen en el trasero de su marcador o se marchen desviados a las nubes. Será difícil de corregir porque a pesar de su juventud su progresión técnica está consumada. Capdevila es el ejemplo de jugador que cumple sin complicaciones y, al menos, facilita no ser casi nunca un problema para su propio equipo. Sus compañeros lo saben y sólo le envían balones cuando la situación es claramente favorable.
Los dos mediocampistas de contención, esto es, Xabi Alonso y Sergio Busquets han realizado una competición extraordinaria. Sobrios, disciplinados y con la suficiente calidad como para no perder apenas balones en zonas peligrosas. Han logrado desatascar la presión contraria con cambios de juego eficaces e incluso el catalán ha gozado de un nivel técnico inesperado por su juventud y escasa presencia en estos acontecimietos tan importantes.
Xavi Hernández e Iniesta han sido de menos a más las joyas sobre las que el equipo ha diseñado su despliegue y su dominio. Su nivel técnico en el manejo, conducción, cambios de ritmo y de sentido, además de la extrarodinaria visión del juego colectivo les hacen estar por encima del resto. Es posible que les haya faltado probar más veces fortuna en el disparo, pues sabemos que disponen de capacidad para ello. Al final, nuestro paisano manchego Andrés Iniesta consiguió el gol más importante del fútbol español hasta hoy, y que nos dio el triunfo ante la agresiva y pobre de juego Holanda.
En cuanto al ataque, el jugador más inspirado ha sido Villa, que con cinco goles se convierte en máximo goleador compartido con otros como Sneijder, Müller y Forlán. Pero no obstante, el equipo español no ha brillado especialmente en el aspecto rematador. Ya he comentado lo que me pareció la actuación de F. Torres y sólo Llorente tuvo una aparición esperanzadora y acertada, pero no se le dió continuidad. Al resto, es decir a Navas y a Mata, apenas se les dieron minutos y es muy difícil juzgarlos.
En resumen, España ha sido sin duda el mejor equipo de este mundial, ha sabido sacrificarse y hacer un fútbol maduro a la vez que vistoso y de un trato exquisito del balón. Queda únicamente pensar que esta gesta normalizará una trayectoria y unos logros que debieron haberse anticipado por otras generaciones de gran calidad. Yo deseo que, cada cierto tiempo, se repitan estos triunfos y los asimilemos con la naturalidad que se viene haciendo en otras modalidades deportivas. Que así sea.
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