lunes, 19 de abril de 2010

BAÑO DE MADRIDISMO



Llevado por un compromiso familiar y con el propósito de compartir mis sentimientos merengues entre los más allegados, el pasado sábado vivimos una jornada de intensa emoción madridista al compartir mesa y mantel desde uno de sus restaurantes más conocidos, el Asador de la Esquina, con espectaculares vistas al interior del Estadio, en el que además se daba la circunstancia de que el césped, regado de manera espontánea por la calida y suave lluvia primaveral, estaba como una auténtica alfombra, rayando la perfección más exigente.

Pero este agradable paso por la gastronomía madridista, ciertamente recomendable, sólo fue el preludio de una visita más amplia al resto de las instalaciones del recinto, lo que se conoce como Tour del Bernabéu. Acompañado pr Pepy y Héctor, recorrimos las distintas dependencias de lo que es el epicentro del club blanco, desde las fotos de todos sus ídolos, ente las que pudimos ver al Jaro, entre los asistentes a los actos del Centenario en 2002, hasta la más reciente de la actual plantilla. Trofeos históricos aderezados con los vídeos de los partidos en los que fueron conseguidos, camisetas de todas las épocas, carnets, fetiches y multitud de objetos y curiosidades que han ido fraguando una historia genuina.

Unido a ello, el paso por zonas exclusivas como los magníficos vestuarios, con su piscina interior, o el palco de dirigentes y personas de relieve que visitan el Estadio en los partidos más trascendentes, así como la cercanía al césped y a los banquillos donde se sitúan los suplentes y el cuerpo técnico durante los partidos. También la sala de prensa es un espacio que ya quisieran para sí muchas asociaciones culturales o centros docentes que carecen de salón de actos. Por último, el paso obligado a la tienda donde los productos Real Madrid suponen una fuente de ingresos permanente con la que Florentino y sus directivos han convertido al Club en el de mayores ventas. En fín, todo un canto a las grandezas de la institución para gozo de sus incondicionales.

REAL MADRID 2 - 0 VALENCIA

Como continuidad del regusto al paso por ese santuario laico del fútbol, presencié la noche del día siguiente el triunfo del equipo merengue sobre el Valencia.

La primera parte fue todo un recital de buen juego, triangulaciones, seguridad defensiva y orden táctico que se consumó en un gran gol de Higuaín y pudo aumentar la ventaja en varias oportunidades que, ya sea por ansiedad (Ronaldo) o por individualismo (Marcelo) no se concretaron. Es uno de los defectos de este equipo, que aún podría rendir más si la comunicación y la generosidad para culminar los ataques fueran más evidentes. A pesar de ello, Guti realizó a mi juicio un partido notable y luchó más de lo que es habitual en él, además de conducir el juego con su habitual visión y profundidad.

En la segunda parte bajó algo el ritmo y se cedió espacio pero sin que el Valencia ofreciera una sensación de peligro como para inquietar y salvo un tiro aislato de Silva a la cruceta y un balón suelto de Villa, que le robó Alonso providencialmente, el equipo Ché no dio nunca la talla esperada.

El Madrid pudo no sólo sentenciar, sino golear si sus ocasiones se hubieran definido con mayor precisión. Esto hace pensar que si sigue en esta línea de juego el resto de los partidos, será difícil que los equipos a los que se debe enfrentar puedan hacerle frente. En suma, si el Barcelona vuelve a tropezar lo más mínimo, el REal Madrid será nuevamente campeón de Liga.

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