Finalizada la eliminatoria entre los equipos madrileños en esta edición de
la Copa de Europa 2017, que se recordará
por el cierre del Estadio colchonero del Vicente Calderón, una cosa ha quedado
clara, el fútbol no es solamente cuestión de orgullo, creencia y otras cargas
emocionales con las que el Cholo Simeone camufla su inferioridad fanatizando a
su fiel hinchada. El fútbol es, sobre todo, buen juego basado en la calidad
individual de los jugadores, buen planteamiento táctico de su técnico y espíritu
de equipo para ser solidarios en conseguir las metas comunes.
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| Benzema se escapa de tres antes del gol al Atlético |
El Atlético es un equipo de jugadores mediocres con algunos verdaderamente
buenos. Con estos mimbres, su entrenador tiene que apelar a una épica impostada
en cada duelo ante equipos superiores sabiendo que solo de esa manera podrían
paliar sus carencias de juego y calidad futbolística. Es notorio que varios de
sus jugadores han declarado al final del partido que el equipo necesita dar un
paso más y adquirir jugadores que le den la consistencia de los grandes.
Exactamente lo que envidian del Madrid y desearían tener por los medios que
sean. De momento esa ilusión la vienen supliendo, como anoche, con una
demostración de agresividad desde el minuto 2 en que Torres cargó contra el
hombro de Ramos hasta computar las 23 faltas finales por 6 del Real Madrid en
todo el encuentro. Sobran el resto de comentarios.
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