martes, 5 de diciembre de 2023

CIERRE EN BUCLE POR RUIDERA DEL I.C.C.

La última convocatoria del año ciclista del ICC ha tenido lugar el pasado domingo 3 de diciembre de 2023 partiendo desde Ruidera pueblo, en donde los cuatro ciclistas participantes y las dos donnas senderistas, confluyeron a primera hora de la mañana para acometer las correspondientes rutas.

Una vez aparcados los vehículos frente al Victoria, lugar previsto para el posterior almuerzo y ataviados ciclistas y senderistas para afrontar sus retos, en mañana fría y húmeda, Mª Paz y Pepy dieron el simbólico pitido de salida mientras sus cámaras captaban el momento y a continuación iniciaban un camino que, partiendo frente al célebre paraje del Hundimiento, recorre las lagunas por su margen derecha.



Los cuatro ciclistas, Bernard, Malaño, Fontaine y Petrosian, pedaleaban con cierta parsimonia en un marco de tierras escarchadas por los primeros hielos de la temporada, con ligeras ondulaciones de una carretera desierta que conduce hacia Osa de Montiel y cuyo arcén no permite su uso debido al mal estado del mismo. Pese a ello, dado el escaso tráfico de otros vehículos, entre los que únicamente se advertían algunos grupos de ciclistas y los incombustibles moteros que acuden siempre al olor de las curvas, el cuarteto del ICC comenzó a relevarse en un orden disciplinado y eficaz.



La niebla se añadió por momentos y tramos al gris paisaje y los ciclistas tuvieron que abandonar las gafas, en el caso de Fontaine por olvido, para facilitar la visión ante el empañado constante de las mismas. La moquita de la nariz resulta ser otra de las compañías que no te abandonan durante el recorrido, pese a los intentos por controlarla o hacerla desaparecer. Es duro el pedaleo en estos días ya casi invernales.

Llegados a las inmediaciones de Ossa de Montiel, los ciclistas tomaron la CM-3123 en dirección hacia la CM-313 en cuyo cruce iniciarían un bucle de vuelta al punto de partida. La ruta seguía escasa de vehículos y trazada en un sube y baja de poca intensidad en el que solo Malaño notaba su falta de actividad acometiendo las subidas. El paisaje alternaba su carácter estepario con la vegetación de encinas y sabinares salpicadas, que dejan entre sí grandes espacios abiertos, cubiertos por diferentes especies arbustivas, en general de porte bajo y con predominio de formas almohadilladas o hemisféricas, como respuesta a las condiciones climáticas.

Llegados a la confluencia de la N-430 a escasos kms de Sotuélamos hicieron una pequeña parada ante un cartel de chapa rectangular de no más de 2 X 1 m. que condensa gráficamente el escaso respeto por el patrimonio común que existe en España. La chapa contiene, además de un croquis de la zona que alude al Campo de Montiel y Sierras de Alcaraz, varios grafitis y un numeroso grupo de impactos de bala cuyos agujeros se deben a un momento de diversión de algunos desaprensivos cazadores. Para remate, el terreno cercano está salpicado de todo tipo de restos de basura como ocurre en casi todas las cunetas de nuestro país.



Reemprendieron la marcha nuevamente girando a la derecha por la N-430 que en ese tramo si goza de arcén transitable, llegando de nuevo a Ossa de Montiel para tomar un café que a punto estuvo de abortarse por cierre del personal que recogía y limpiaba los restos de la jornada anterior. Mereció la pena el café con leche y el exquisito bizcocho de coco que lo acompañó. Con este aporte calórico y calorífico llegaron hasta Ossa circunvalando su contorno y subiendo las rampas que conducen primero al monumento a la bicicleta, ahora vallado y protegido, y más adelante a la AB-612 que poco a poco va transformándose en camino asfaltado en los márgenes de las primeras lagunas y cuyo paisaje invita a su contemplación en cualquier época del año. Así se pasa por la Cueva de Montesinos, la Ermita de San Pedro y por todas las zonas de recreo de este paraje.



El único punto negativo fue contemplar el progresivo descenso del agua en las lagunas más altas, algunas de las cuales como la Redondilla están al borde de la sequía y otras como la Lengua muestran su descenso descubriendo sus farallones de roca caliza. El tráfico se intensificó algo en este recorrido, pero nada comparado con el tiempo primaveral o veraniego cuando los visitantes son legión.



Y así, a un ritmo cómodo y placentero llegamos al punto de salida donde las donnas nos esperaban tras sus ocho kms a pie, solazándose en el porche del Victoria cerveza en mano, antes de dar paso a la comida que resultó grata y satisfactoria dentro de los límites que se le pueden exigir al establecimiento. Brindamos por el ICC, por la recuperación de Pepy y por las ausentes Luci y Pilar que no pudieron acompañarnos por sus inevitables obligaciones familiares así como por Giuliano, quien se debate entre la pereza ciclista, el aprendizaje del idioma ruso y sus guardias laborales que únicamente le dan para matar sus ratos libres restaurando piezas de anticuario y relojes de otras épocas.



El Club se reunirá en su tradicional velada festiva el 3 de enero y volverá a hacerlo el 3 de febrero en otra actividad gastronómica auspiciada por Fontaine y Pepy en torno a un puchero de judías al amor de la lumbre de encina. ¡Buen provecho! Que dijo el carmelita…

BAUTISMO MADRIDISTA

Qué mejor ceremonial que asistir a un partido en directo en el transformado Estadio Santiago Bernabéu para satisfacer un deseo largamente acariciado. Todo empezó como un juego, como un interés que fue creciendo de forma paulatina pero incesante. No por culpa de mi apasionado madridismo. Puedo dar fe que mis tres nietos han ido forjando ese seguimiento en un ambiente propio, con primos y amigos escolares, y que mi influencia ha sido meramente complementaria.

Desde hace bastantes meses les prometí que algún día visitaríamos el Bernabéu para asistir a un partido. Es la forma de disfrutar realmente de su ambiente. Me pedían también hacer el Tour, visitar la Tienda, etc. pero yo los fui convenciendo de que la auténtica experiencia es ver un partido.

Puesto en contacto con mi primo Pedro, socio y abonado del Club merengue, le plantee la posibilidad de hacer realidad este sueño. Las condiciones eran complejas. Había que elegir un partido de poca trascendencia, un horario adecuado y conseguir que el resto de sus familiares renunciasen a su plaza ese día. Todo lo gestionó con generosidad, rapidez y eficacia en el momento que advertí que se daba la posibilidad de ver al Granada C.F. en partido de Liga el sábado 2 de diciembre a las 18:30 horas.

Cuando me comunicó que los abonos estaban disponibles lo puse en conocimiento de los niños. La primera en reaccionar fue Martina, a quien se le humedecieron los ojos de alegría nada más conocer la noticia. Después sus hermanos mellizos saltaban de alegría y pensaban ya qué ropa se pondrían para acudir al estadio. Ese día previo fue una constante alusión a los jugadores que verían, a saber si con su traje madridista pasarían o no frío y, en definitiva, a vivir en su propia fantasía todo aquello que pasa por la mente de un niño antes de vivir un acontecimiento deseado.

Y llegó el gran día. Nietos y abuelos salimos por la mañana cómodamente en nuestro Honda CRV camino de Madrid para llegar hasta el parking de El Corte Inglés de Castellana, por cercanía al Bernabéu y como punto de encuentro con mis primos Pedro y Elena que llegarían desde su casa en Rivas Vaciamadrid. Todo se consumó según lo previsto y a mediodía nos dispusimos a disfrutar del ambiente prenavideño que rodeaba al centro comercial referido y a su propia oferta interior con la precaución de intentar protegernos en lo posible de los cantos de sirena del consumismo y limitarnos a decir:

- ¡Cuántas cosas no necesitamos!

Después una comida grupal en El Capataz, que nos atendió espléndidamente, y cambio de parking para aproximarnos al máximo a las inmediaciones del Estadio. El tiempo en Madrid vuela y la intención era que los peques vivieran todos los prolegómenos y rituales para empaparse de su ansiado objetivo. Todo les llamaba la atención: los puestos callejeros de bufandas del partido, que venden a 10 euros antes de comenzar y a 5 al terminar, los puestos de pipas Arias, de cuyas almendras y avellanas dieron buena cuenta, los disimulados intentos de venderte entradas de los reventas y, en suma, de esa marea humana incesante que aumenta por momentos en los alrededores pese a que aún quedaba una hora para el comienzo del partido.



Una vez pasados el cacheo y el control digital de los abonos, el momento más deslumbrante fue cuando se asomaron a la escalera desde donde se divisaba el césped como una alfombra cuyo tapiz se encontraba en perfectas condiciones. Las gradas aún no se habían llenado y los jugadores no tardaron en salir a realizar el riguroso calentamiento. Ya todo eran preguntas sobre la identidad de los protagonistas. Si Luca Modric jugaría o no. Que dónde estaba Bellinghan. Que si Lunin era tan bueno como Kepa o Curtois, y así sin parar hasta que a pocos minutos del comienzo la megafonía lanzaba los primeros compases del Hala Madrid… y nada más, cuya letra es obra de Manuel Jabois, periodista de postín y madridista empedernido.

Todo un espectáculo que quedó grabado en un breve video que muestra a las niñas Martina y Leticia, a José y al primo Pedro, entonando el singular canto al que se sumó el abuelito Justo con notables y desafinadas voces. A partir de ahí el protagonismo lo fue asumiendo la Grada Blanca que, ubicada tras la portería del fondo sur, orquestaba sus innumerables coreografías iniciadas por un personaje que, megáfono en mano, enardece a su público cuando decae el ánimo y mantiene la tensión necesaria en un encuentro que, en lo futbolístico, no ofreció gran cosa si salvamos los magistrales pases de Kros y los dos buenos goles que marcaron Brain y Rodrygo para cumplir con el compromiso de ganar al penúltimo clasificado que hizo honor al puesto en la tabla.

Prueba de lo anterior es que el público coreó el nombre de Courtois que se encontraba en uno de los palcos a escasa distancia nuestra y al que pudimos ver con relativa cercanía y al que mis nietos querían acercarse a saludar.
¡Qué chiquillos!

En un futuro llegará la resaca. Cómo lo han digerido y qué tipo de emociones seguirán acumulando cuando el paso del tiempo filtre sus recuerdos. Leticia me comentaba que no se podía creer que estuviera donde estaba. Martina era toda una sonrisa de felicidad que le brotaba espontánea y José observaba todo con su peculiar y divertida interpretación de cuanto le rodea. El abuelo había cumplido su promesa y celebrado uno de los momentos que acariciaba desde hacía tiempo y que sella la transmisión a sus herederos de una de sus pasiones más reconfortantes.

lunes, 30 de octubre de 2023

XVII SUBIDA AL ROBLEDILLO 2023

VUELTA A LOS ORÍGENES



Esta última edición de nuestro habitual retorno al Puerto de El Robledillo en el inmenso y otoñal marco de los Montes de Toledo, se ha caracterizado por la criba natural de ciclistas que se sumaron a la misma. Unos por el temor a la amenazante lluvia de las predicciones, otros por no encontrar hueco en sus calendarios y algunos, simplemente porque no les apetecería. Lo cierto es que los tres participantes y dos de sus parejas, Pepy y Juliana, se sumaron a una salida diferente pero enriquecida por la actividad senderista de las chicas y por la participación de algunos de los que originalmente compusimos la primera salida allá por 2007.

Cuando Pedro Peinado, explorador espontáneo y desintencionado de estos lugares desconocidos para el resto, nos habló de hacer una salida por los Montes de Toledo, no suponíamos que quedaríamos prendados de su paisaje, su vegetación, sus pedrizas y lanchares y, especialmente, de sus espectaculares panorámicas entre las que sobresale la contemplación de las rañas que se ciernen sobre el Parque Natural de Cabañeros. Y precisamente dos de los que lo acompañamos entonces, Justo y Juan Garrido, hemos seguido fielmente las convocatorias, salvo pequeñas excepciones, y hoy nos resulta difícil prescindir de esta jornada en nuestro particular calendario ciclista.



Libres de otros compromisos, adaptamos la inicial propuesta modificando el horario de salida, las posibilidades de hacer senderismo por las parejas y, lo que fue un nuevo aliciente, la posibilidad de bajar el Puerto de El Lanchar, que ha sido asfaltado casi en su totalidad y que permite hacer una ruta más asequible para los menos entrenados, así como disfrutar de un recorrido más atractivo que el propio Robledillo, porque esta vertiente resulta más abierta hacia pequeños remansos de hierba donde suelen pastar las vacas y otras especies ganaderas como las ovejas y las cabras además de estar salpicada en estos momentos de numerosos arroyuelos, fuentes y pozas de agua acumulada.



A las 8 de la mañana partimos en el Honda CRV de Justo las cinco personas participantes con tres bicicletas en el porta trasero. Eran las nueve y media del nuevo horario invernal cuando aparcamos cerca del Restaurante Montes de Toledo de la localidad navastenera para intentar tomar un café antes de dividirnos. Los chicos subimos a nuestras bicis y las damas partieron hacia el Boquerón del Estena situado a pocos kilómetros de la localidad, que ofrece en estos días un panorama bellísimo y espectacular con el río Estena pleno de agua formando numerosos saltos y pequeñas cascadas unidas al rumor de las mismas otorgándole un encanto insólito para los tiempos que nos han precedido donde ha reinado la sequía de manera pertinaz.

La marcha ciclista resultó amena y tranquila con numerosas paradas para la contemplación de los elementos ya referidos, por lo que la dureza de la subida se fue compensando con el atractivo del recorrido. Llegamos a la fuente del Tío Saturnino, a mitad de la subida y una pareja cargaba bidones de agua de la sierra. Luego alcanzamos la cima y nos fotografiamos en el cartel explicativo al tiempo que un grupo de moteros hacía una pausa en el mismo lugar. El descenso hacia San Pablo de los Montes fue rápido pero cauto debido a la humedad del terreno que lo hacía resbaladizo. En el pueblo tomamos un café y unas pastas que sustituyeron a los típicos cortadillos, dulce que se compra en la panadería cercana al bar pero que se encontraba cerrada. A partir de ahí tomamos la salida hacia El Lanchar y comprobamos la buena capa que ha mejorado su calzada permitiendo una subida cómoda y entretenida y un descenso seguro y fácil salvo en los últimos dos o tres kms que están como anteriormente plagados de baches.

Una vez en la carretera tomamos la dirección de Navas de Estena pasando por Retuerta del Bullaque y completamos así los 68 kms de esta variante del recorrido que se nos hizo más asequible y que Juan fue capaz de aguantar con un ritmo suficiente para llegar a la hora más o menos prevista al lugar del almuerzo. El dueño del restaurante, otra vez, se mostró hosco inicialmente por el retraso de veinte minutos en que incurrimos, según él. Pero ni el aforo del local estaba repleto ni se adaptaba al necesario margen de tiempo que necesita cualquier reto deportivo. Luego fue tornando su tosquedad en amabilidad y según se fue desarrollando el menú elegido y las compras finales que le hicimos, el semblante se le transformó radicalmente.

Quedamos pues encantados, damas y caballeros, del día disfrutado. Unos pedaleando en estos imponentes paisajes y otras admirando el espectacular paraje del Boquerón del Estena en uno de los momentos más álgidos para su contemplación y disfrute. Lamentamos la ausencia de quienes no se atrevieron a participar porque ningún pronóstico negativo se cumplió y quedamos invitados para la próxima edición que sería la 18ª, que se dice pronto, como hubiera expresado nuestro ínclito presidente regional García Page.



DATOS TÉCNICOS:

DISTANCIA:68 kms
TIEMPO DE PEDALEO:2 h 57' 30''
DESNIVEL: 1.190 m
VELOCIDAD MEDIA:20 k/h
VELOCIDAD MAXIMA:58 k/h
CONSUMO DE CALORIAS:1.705




miércoles, 25 de octubre de 2023

GIRO EN TERRAPAZ



Un extraño viento de positividad envolvió la decisión de los componentes del ICC, tanto masculinos como femeninos para aceptar la propuesta de los propietarios de Terrapaz y también miembros del mencionado Club. Esta vez no hubo vacilaciones ni dudas en aceptar la fecha propuesta. Cuando Malaño lanzó la convocatoria el 9 de octubre para lograr consenso en el calendario e ilusionado junto a Mª Paz en recibirnos en su lugar de retiro, al que tantos desvelos le han ido dedicando, la respuesta fue unánime y satisfactoria.

El día 15 de octubre nos citamos en Terrapaz y, previo encuentro de participantes en el punto ya conocido de Peñarroya, llegamos vía La Solana hasta las inmediaciones de los antiguos Baños de El Peral a cuyos escasos metros se ubica la mencionada finca. Salvo el tiempo preciso para los saludos de rigor y la puesta a punto de bicis y ropa adecuada para el pedaleo, salimos en dirección de la La Solana por el camino de servicio del complejo de casas rurales que conforman la zona.

La mañana se presentaba fresca pero no fría. La lluvia amenazaba vagamente y no llegó a aparecer durante el recorrido. Llegados los ciclistas a la circunvalación solanera tomamos la ruta hacia San Carlos del Valle, lugar de sabrosas evocaciones para Fontaine y punto previsto para el café intermedio en el inmejorable marco de las piedras eclesiales y el calor matutino de su magnífica hospedería. Incluso pudimos contemplar el interior del templo y fotografiarnos ante la ya legendaria figura del Cristo del Valle dibujada en policromía sobre una de las paredes laterales.

Continuamos por la carretera que conduce a Valdepeñas al pie de las sierras cristeñas y que deja a un lado la bodega Hacienda de la Princesa y más adelante el antiguo Pozo de la Aguas, única cota de cierta exigencia en el ondulado paisaje por el que transcurre. El ritmo era cómodo en todo momento y las posibles carencias del estado de forma de cada ciclista quedaron disimuladas. Llegados a las cercanías de Valdepeñas nos adentramos en los terrenos de La Tierra Prometida que un Moisés contemporáneo convirtió en urbanizaciones, para seguir en dirección a la subida al cerro de la Aguzadera que culmina el Ángel de la Paz, controvertida escultura que fue dinamitada en los años de la transición democrática y abandonada hasta la actualidad.

Sin embargo, hay que señalar que la subida, desde el punto de vista ciclista, es un trazado cómodo y accesible, muy bien diseñado para recorrerlo y sin que ofrezca una dificultad especial tanto en la subida como en la posterior bajada. Lo que allí se observa, además de unas espectaculares vistas a la llanura que lo rodea, es un compendio triste de la intolerante conducta que los humanos sacamos a relucir en los enfrentamientos civiles. Habíamos dado un Giro, no como la mítica prueba italiana, sino como giro de vuelta al punto de origen.

De regreso a Terrapaz, las componentes femeninas del grupo ya habían cumplido con su actividad andariega deambulando por los parajes cercanos al balneario de El Peral, lugar ahora falto de agua y decadente por ese mismo motivo en cuanto a su rica vegetación y oferta balnearia que ha desaparecido.

Una vez llegada la hora del almuerzo, Malaño y Mª Paz se volcaron como anfitriones en ofrecernos una velada en la que no faltaron abundantes aperitivos, vinos, cerveza y todo ello culminado con una paella excelente que habían encargado a un local especializado de la ciudad vinatera. La amplia sobremesa, seguida de otro paseo por El Peral, dio motivo a la convocatoria de un nuevo encuentro senderista fijado para el próximo domingo 12 de noviembre en tierras de las Sierras de Alcaraz. Esperemos que la tradicional salida ciclista por esas mismas tierras con el aliciente del arreglado Puerto de las Crucetillas culmine la temporada del ICC con broche de oro.

viernes, 22 de septiembre de 2023

EL REMOZADO CHAMARTIN



Mi padre lo conoció como Chamartín, estadio que había sido inaugurado en 1947 y en el que entrenó y jugó formando parte del Plus Ultra, que era equipo filial madridista, a finales de los años 40 y principios de los 50 del siglo XX. Llegaba hasta él en el tranvía 26 que lo dejaba a 500 m del mismo, porque alrededor todo era un descampado.



Después todo se fue poblando y el estadio empezó a crecer y transformarse hasta convertirse en una referencia y se le puso el nombre de su gran artífice, Santiago Bernabéu. Luego fueron llegando sucesivas reformas que lo han ido convirtiendo en un estadio espectacular, con capacidad para 85.000 espectadores sentados, una iluminación asombrosa y un entorno a la medida de la grandeza de este club.



Pero la última remodelación, la que he podido contemplar a falta de unos remates menores, es verdaderamente impresionante. El exterior, recubierto de láminas metálicas, le otorga un aspecto futurista y el interior, con su techo corredizo, amplía las resonancias. Sin olvidar su césped retráctil que se engulle para poder servir de escenario a los más variados y diversos espectáculos.



El Real Madrid ha entrado en la modernidad no solo por sus triunfos - 14 veces campeón de Europa entre otros-, sino por disponer ahora de unas instalaciones deportivas, tanto en la Ciudad de Valdebebas como en el propio estadio Santiago Bernabéu que están a la vanguardia de los coliseos deportivos y son la envidia de muchos rivales.



Yo he tenido la fortuna de asistir, invitado por mis primos, al primer partido de la fase de grupos de la Copa de Europa de Clubs Campeones disputado entre el Real Madrid y el Unión Berlín que se decantó para los madridistas por un gol logrado en el tiempo añadido. Y es que este club mantiene vivo su espíritu de lucha tradicional sin dejar de subirse al carro que le marcan los nuevos tiempos. Por ello es tan grande, singular e imitado.





Justo López Carreño, 20 de Septiembre de 2023

martes, 19 de septiembre de 2023

MINI TITÁN 2023

El pasado sábado y dentro de las actividades programadas como parte de la celebración de La Titán de la Mancha, hubo una prueba para personas pequeñas con el fin de iniciarlas en esta saludable y divertida modalidad deportiva ciclista. Se trataba de un paseo sin ánimo competitivo pero con la exigente subida a los molinos como reto para estas edades, que además estuvo muy bien organizada y siempre facilitando la presencia de padres, madres y abuelos como acompañantes.

Para mi nieto José, al que acompañé, fue como un bautismo simbólico en el ciclismo, que tuvo un antes, mientras soñaba con hacerlo los días previos, un durante, al verse rodeado del marco de los arcos de salida y meta, con todo el ritual que se aumenta por su fantasía e imaginación, el conteo de los segundos antes de dar la salida y el intento de conseguir llegar arriba en un ejercicio de ánimo y pundonor propios de su edad. Todo ello siguiéndome con la vista, buscando mi presencia y mi consejo y hasta después de pasada la meta, con su medalla de finalizador al cuello, pedirme soltarse manos para exhibirla ante los familiares más cercanos.

El después ha quedado abierto tras traspasar la línea de meta e ir recordando cada momento. Se ha sentido campeón dentro de su ilusión infantil, transformándose en la imagen de alguno de sus ídolos, como nos ha ocurrido a todos en esta etapa. Y para su abuelo en un relevo generacional que le gustaría ver continuado en su figura, con el deseo de que no se pierda esta vocación deportiva sean cuales fueren los resultados futuros. Lo importante siempre es fomentar el hábito y la afición a una actividad sana y necesaria en muchos aspectos.

Justo López Carreño. Septiembre 2023

miércoles, 21 de junio de 2023

I.C.C. MACUTILLO 2023 "SIERRA DEL SEGURA"

1ª ETAPA

VIERNES 16 DE JUNIO DE 2023

DATOS TÉCNICOS

ITINERARIO: LETUR – SOCOVOS – CALASPARRA – LAS MURTAS – ULEA – CAMARA – CEHEGIN

DISTANCIA: 71 Km.

DESNIVEL: 835 m.

TIEMPO: 3 h 41’ 40’’

VELOCIDAD MEDIA: 19 k/h

CALORIAS: 1.289 kcal.



Apareció Petrosian con su Volvo, por primera vez para estos viajes, como portador de las dos bicicletas hasta Tomelloso donde aguardaban el carrito, Giuliano y Bernard para partir hasta La Solana, con transbordo mediante, donde nos esperaba Malaño con su histórico y fiable FIAT que nos llevaría al punto de arranque ciclista en Letur, ya tierras albaceteñas.

Largo viaje por rutas conocidas que pasan por Infantes, Villahermosa, Villanueva de la Fuente y Alcaraz, para adentrarnos poco a poco en la sierra por Salobre, el Puerto de las Crucetas, Riopar, Molinicos, Elche de la Sierra y, por fin, Letur, la cuna de crianza de la cantante Rozalén.

Aparcado el FIAT en un hueco cabal de Letur a vuelta de la Plaza Mayor y al lado de una fuente seguida de un pilón que presagiaba su uso al regreso como improvisado lugar de refrescante aseo, nos acercamos a un cercano bar para tomarnos un café cuando ya era hora más propia del aperitivo y desde allí iniciamos la marcha ciclista sobre las 13 horas.

Atravesamos Ferez y Socovos para acercarnos hacia Calasparra que se quedó a unos tres km. En ese trayecto abundaban las esparragueras en las cunetas y algunos espárragos tardíos que aún no se habían florecido. Demasiado lejos para dedicarle una jornada esparragueril el próximo año en su momento álgido.

Pasamos también por pequeñas aldeas, mencionadas en el itinerario, que aparecían entre los numerosos ascensos y descensos que salpicaban la ruta. Cerca ya de Cehegín divisamos la panorámica de Moratalla a unos 3 km. que, como un “gato al sol dormido eternamente, se enrosca dibujando la curva del cerro en que descansa, la ladera escarpada que da altura a sus casas…” (Texto tomado del libro “Gato al Sol”, pág. 15 de Paco Morata).

Y llegamos a Cehegín y atravesamos su Gran Vía para desembocar en la carretera hacia Murcia y desviarnos a la derecha para llegar al albergue de La Estación, lugar recuperado por una Escuela Taller y parada estratégica en la Vía Verde del Noroeste de Murcia.



Sin embargo, el albergue nos deparó algunas carencias e incertidumbres: no había toallas, no había llaves, no estaba el gerente, no funcionaba el bar ni la restauración y poco sabíamos del resto de clientes, si es que los hubiere. En mi peculiar catalogación turística lo situé como un peldaño superior a la fraternidad de la lona que preside nuestras estancias en los campings considerándolo como de camaradería cuartelera o de residencia estudiantil con sus literas, los espacios mínimos y la convivencia estrecha y libre de intimidad y de prejuicios.

Pero este I.C.C. todo lo asume y saca fuerzas de flaqueza tanto en lo físico como en lo anímico y, como dijo el gitano del chiste: “No siga usted Padre, que yo en comiendo, se me quitan todos los males”. Y nada hay más gratificante después de una ducha y un cambio de ropa que salir en busca de unas refrescantes cervezas que tomamos en una de las plazas del casco antiguo tras recorrer algunas de sus calles y edificios más notables, no sin antes solucionar el problema de una de las ruedas de la bici de Petrosian que, pese a estar tubelizada, perdió aire y tuvo que comprar una cámara y solventar un nuevo pinchazo.

Animados por una camarera simpática y atenta tomamos un aperitivo nocturno en una terraza situada en una encrucijada pintoresca en una de cuyas edificaciones antiguas se encuentra el Hospital de la Piedad, aún en uso, en donde asomaba al balcón uno de sus pacientes con pijama. Desde allí regresamos hacia el albergue por las callejuelas iluminadas y Giuliano y Petrosian fueron a la Gran Via a completar su noche con unos cubatas y Fontaine se dejó caer en la litera cuartelera bajo los efectos del Lorazepam que lo aisló de manera casi fulminante del mundo consciente.

Nos despertaron unas voces madrugadoras que se quejaban de un bicho cuyo ruido había perturbado el descanso. Al final se desveló que dicho ruido obedecía al intenso castañeteo de dientes que el bruxismo de Petrosian le produce y cuyo remedio es una férula que se dejó olvidada.

Ya no hubo más novedades y la familia del encargado no apareció por el albergue a la mañana siguiente por tener que acudir a una celebración.

2ª ETAPA

SÁBADO 17 DE JUNIO DE 2023

DATOS TÉCNICOS

ITINERARIO: CEHEGÍN – CARAVACA DE LA CRUZ – MORATALLA – EL SABINAR – PUERTO DE LOS ÁLAMOS – LETUR

DISTANCIA: 81 km

DESNIVEL: 1.461 m

TIEMPO: 5 h 03’ 16’’

VELOCIDAD MEDIA: 16 km/h

CALORIAS: 2.080 kcal



Con la nula oferta gastronómica del albergue nos vimos obligados a buscar el desayuno en uno de los locales abiertos en la Gran Vía de Cehegín que ya estaban ocupados por un personal tempranero, con aire descuidado y seguramente ajeno a la marcha de la noche previa.

A las 8:30 iniciábamos la ruta en dirección a Caravaca de la Cruz siguiendo el trazado paralelo a la Vía Verde del Noroeste por la que deambulaban ya algunos ciclistas de MTB y atravesamos un frondoso túnel vegetal formado por hileras de gigantescos árboles que proporcionan una sombra tupida con escasos resquicios.

Nos presentamos en la conocida y santificada ciudad de la Cruz, lugar laboral de Giuliano en tiempos pasados y nos fotografiamos en su céntrico templete de columnas, edificio barroco construido en 1762 y que pone fin a la espléndida alameda que en él desemboca.

A partir de la reanudación de la ruta todo fue un sube y baja de distinta consideración frente a escarpadas paredes de roca, inmensos pinares y abundante verde vegetación. Nada que se pareciera a nuestras llanuras manchegas.

El calor y el cansancio junto a la falta de una dieta más consistente nos obligó a una parada en el punto casi intermedio y único existente en medio de la nada en donde había un bar. El lugar era El Sabinar, dada la abundante de este árbol en sus inmediaciones.

La terraza del bar quedaba acogedora entre las parras vegetales y las lonas que impedían al sol traspasarlas. Petrosian aprovechó para arreglar el pinchazo que arrastraba desde el día anterior y el resto nos fuimos acomodando en uno de los rincones al frescor del toldo y de las cervezas que entraban por nuestras gargantas como agua en acequia.

Los montados de lomo que nos sirvió la recia camarera serán difíciles de olvidar por su sabor y por reponer los nutrientes que necesitábamos para llegar al destino. Con una calzada en irregulares condiciones y una subida exigente alcanzamos el Puerto de los Álamos cuya cima fue el reto ciclista más importante de la etapa y desde allí, sube y baja continuados hasta llegar a Letur que nos esperaba con escaso personal en sus calles y con el pilón frente al coche invitándonos a un chapuzón espontáneo.

En uno de los bares de su Plaza Mayor, con el ruido de fondo de una fuente también con pilón, tomamos otra ronda de cervezas mientras un grupo de turistas entrados en años recorrían las callejuelas cercanas.

De regreso al coche para llegar a La Solana, donde hicimos el cambio de vehículo y tomamos la última consumición en El Cangrejo, un reducto nostálgico del franquismo decorado con toda la parafernalia de imágenes del fascismo español más rancio y hasta con el esperpéntico montaje de la imagen del general Franco de joven con una camiseta del Real Madrid y las bandas de Adidas. De todo lo demás mejor ni comentar porque se cae por su propio peso.

Desde La Solana y ya con el KIA de Giuliano llegamos al Tomelloso cuando la luz declinaba y un rato más tarde, con el VOLVO de Petrosian, hasta Alcázar, dando por concluida felizmente esta nueva aventura ciclista.