sábado, 6 de noviembre de 2021

EL NUEVO BERNABÉU



Son muchos los comentarios que están despertado los videos en los que se difunde cómo quedará el Estadio Santiago Bernabéu una vez que finalicen las obras de su remodelación previstas para finales del año 2022.

Por un lado se habla de lo estrictamente técnico y de ese alarde arquitectónico que permitirá, entre otras cosas, esconder el césped natural mediante un sistema de planchas retráctiles que se acumularán en una especie de sótano en los bajos del propio estadio. Esto permitirá que pueda dársele otros usos sin que el mencionado césped natural sufra o se deteriore. Además y dadas las dimensiones del interior del recinto, será posible simultanear dos actividades paralelas en cada una de las mitades del mismo que se podrán acondicionar en función del espectáculo de que se trate.

También a ello contribuirá la posibilidad de cerrarlo completamente mediante un techo corredizo que podrá abrirse según necesidades. Todo ello en sí es un prodigio de diseño y tecnología que, solo por su vanguardismo, ya merece la pena contemplarse sin ninguna discusión.

Por otra parte, la variedad de posibilidades que supondrá utilizar el escenario hace pensar que en él se podrán ver otros deportes: fútbol americano, tenis, baloncesto, patinaje, etc., además de conciertos, desfiles de moda, ferias de muestras o similares, congresos y cualquier otro acontecimiento masivo que desee lucirse en una plataforma tan emblemática como bien situada en el centro de Madrid. Es de suponer que serán numerosas las empresas y los organismos que desearán desarrollar en este privilegiado marco la exhibición de sus productos o sus actividades estrella.

Pero todo ello no está exento ni ajeno a la principal crítica que se le hace a este nuevo giro empresarial que el presidente Florentino Pérez ha diseñado para el Club. Se trata de que por encima de todo, el Real Madrid es un club de fútbol y es a ese cometido a lo que se deben subordinar el resto de sus tareas. Si el fútbol no funciona adecuadamente o el primer equipo no responde a las expectativas de sus socios y seguidores, mal iremos. Se puede evolucionar en todos los órdenes y obtener beneficios complementarios desde otras fuentes de financiación, pero por mucho que se esmeren los ingenieros de este marketing del siglo XXI y por mucho que estas instalaciones se comparen con el Museo del Prado en cuanto a número de visitantes, lo esencial, es decir, el fútbol de máximo nivel no puede perderse de vista porque de ello depende su buena imagen, su viabilidad y su futuro.

No hay comentarios: