Hace ahora tres veranos, junto a un grupo de amigos ciclistas del I.C.C., escalamos ésta y otras cimas cercanas en los Alpes Franco Italianos.
La grandeza del Izoard no solo viene dada por sus dimensiones y altitud, sino por las gestas ciclistas ya míticas y por el paisaje que lo circunda, especialmente la zona conocida como Casse Déserte, un lugar verdaderamente espectacular, como queda reflejado en estas imágenes que se acompañan.
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