JUEVES 2 DE JULIO DE 2015
Abochornaba
la calima africana el ambiente manchego cuando los ciclistas alcazareños del
I.C.C. aguardaron de forma inusitada la llegada del resto de expedicionarios en
la explanada de un centro comercial del Tomelloso.
El
Citroën Xantia de Bernard, unido al
habitual carrito portabultos de Martinelli, condujo a los cuatro componentes de
la salida hacia su primer destino en Andorra. La ruta transcurrió básicamente
por la A – 7 dirección Valencia y Barcelona hasta tomar el desvío de Reus.
La
primera instantánea se tomó en la parada en Siete Aguas para tomar un café.
Malaño se arrancó con unas notas del Huésped del Sevillano. Era el augurio de
que su grave tono gutural se mantendría activo.
A
las 19 horas la expedición llegó al Camping Valira dentro de Andorra La Vella.
Su ubicación es inmejorable por su cercanía al centro de la población. Los
servicios y otros componentes del mismo eran más que satisfactorios para las necesidades
de los ciclistas.
Petrosian
volvió a olvidar el avituallamiento y recurrió al pan y la butifarra catalanes
para salvar el momento. Los pistachos de Fontaine ofrecieron la nota caprichosa
a la austeridad del menú. El paseo nocturno por las calles del principado fue
la actividad más destacada de la jornada,
con la comprobación de lo veloz del tráfico de coches y la fuerza de
bajada del río que atraviesa la ciudad.
La
jornada se completó con una copa escasamente alcohólica en la terraza del
camping que estaba concurrido de jóvenes degustando asados y caracoles. Bernard amenizó la tertulia con algunos
relatos costumbristas de manchegos díscolos.
VIERNES 3 DE JULIO DE 2015
“Lo primero y principal: oír
misa y almorzar y si corre prisa, almorzar antes de oír misa”.
Amaneció
en el camping para dar comienzo la primera jornada propiamente ciclista. Los
vetustos enseres del I.C.C. siguen cumpliendo su misión y los hidratos
envasados en celofán bajo la marca Hacendado cubren las necesidades calóricas para el
inicio de la jornada.
Pedaleando hacia Ordino-Arcalís |
La
salida desde el camping en dirección a Ordino se presentaba complicada por la
referida complejidad del tráfico andorrano. Un carril bici facilitó algún
margen de seguridad en detrimento de la fluidez. Pasamos por La Massana para llegar a Ordino y
Pal antes de iniciar la primera subida exigente de la salida, el Puerto de Cabús, uno de los más bellos de la zona en palabras de dos ciclistas que adelantaron
a nuestro grupo. Ciertamente la cima es un lugar con encanto especial. Después,
retorno por la carretera en busca de Arcalís tras dejar El Serrat y al río
Valira que nos acompañó durante gran parte del trayecto ofreciendo un paisaje
espectacular.
Antes
de la llegada nos encontramos con un impresionante aro metálico, cercano a la
cima, que simboliza la perfección y la eternidad como emblemas de quienes
buscan realizarse surcando estos parajes.
Aro gigante alusivo a la eternidad |
De
regreso por La Massana nos detenemos en el Racó de la Fina para avituallarnos y
tomar unas cervezas, al tiempo que Bernard sufre el primer contratiempo en su
bici al detectar un sospechoso ruido en las bajadas, de compleja localización y
consecuencias.
Tras
atravesar casi por completo nuevamente la ciudad, llegamos a la tienda de
Intersport, por recomendación de otros comerciantes del gremio ciclista, para
intentar buscar remedio. Los técnicos están afamados por su pericia y el
encargado es un hombre atento y competente. Sin embargo, pese a los cuidados
efectuados, el problema no desaparecerá.
La
segunda cena en el camping pone de manifiesto la carga de la jornada y a pesar de tomar nuevamente un respiro en la terraza, los ciclistas añoran el descanso
antes de emprender la próxima y dura jornada.
DATOS
TÉCNICOS
TIEMPO
DE PEDALEO: 6 H 18’ 56’’
KILÓMETROS
RECORRIDOS: 95
VELOCIDAD
MEDIA: 15 K/H
VELOCIDAD
MÁXIMA: 64 K/H
CALORÍAS
CONSUMIDAS: 1721
Estación de Ordino-Arcalís |
SABADO 4 DE JULIO DE 2015
“Hoy es sábado y no quiero
dormir en la quintería porque rondan los gañanes y yo me muero de envidia”
Con
esta conocida estrofa zarzuelera arrancó Bernard la mañana que se presumía dura
y completa. El coche nos acompañaría forzosamente como vehículo de apoyo al
tener que desplazar el campamento sin
posibilidades de retorno. Los conductores nos relevaríamos cada 20 kms.
Siguiendo
el curso del río Valira y dejando atrás poblaciones como Soldeu acometimos la
subida al Port de Envalira. Se trata de un puerto muy largo pero con rampas no
demasiado exigentes.
Una
larga bajada nos llevó hasta territorio francés y tras pasar por Ax – Les –
Thermes, llegamos a Les Cabannes en cuya extensa plaza se respira Tour. Allí se
inicia el ascenso a Plateau de Beille, el punto más exigente de la jornada y
uno de los platos fuertes de toda la expedición.
Explanada en la cima de Plateau de Beille |
La
rampa de inicio es el aviso contundente de que no habrá tregua. Son 16 kms. de
continuo ascenso sin apenas descanso y con porcentajes de desnivel que bajan
poco del 10 %. No en vano el Tour 2015 tiene prevista allí su llegada el día 16
de julio.
En
torno a las 17 horas habíamos alcanzado el reto de la subida y nos habíamos
fotografiado ante su placa indicativa. La bajada siempre es tan arriesgada como
dura la subida, por lo que la tensión no desaparece. Al final, nuevamente en la
plaza de Les Cabannes repusimos fuerzas y subimos las bicis al coche para
regresar al camping y poner rumbo hacia Saint Girons, próximo destino de
partida.
Con ciclistas italianos en Plateau de Beille |
Acomodados
en el Camping Le Parc des Palètès de St. Girons, renovadas las energías tras la
cena de campaña, salimos a recorrer la ciudad, con su enorme y veloz río, sus
arboledas frondosas y su extraña torre con relojes en sus distintas caras. Un pastis nos alegró la velada mientras
descansábamos en un céntrico y animado café, rodeados de jóvenes y presenciando
con cierta desidia la final de la Copa de América de fútbol.
DATOS TÉCNICOS
TIEMPO
DE PEDALEO: 5 h 16’ 28’’
KILÓMETROS
RECORRIDOS: 90
VELOCIDAD
MEDIA: 17 k/h
VELOCIDAD
MÁXIMA: 62 k/h
CALORÍAS
CONSUMIDAS: 1898
DOMINGO 5 DE JULIO DE 2015
“La guantá del
gitano, que ni sobró cara ni faltó mano”
Así
nos sentíamos los miembros del Club cuando amanecimos en el Camping de Saint
Girons, como si hubiéramos recibido la guantá del gitano. La jornada anterior
había dejado huella en nuestras fuerzas y vendría bien una ruta con
posibilidades de recuperación.
Fontaine en Aulus Les Bains |
En
la misma carretera del camping iniciamos la salida en dirección a Lacourt y
posteriormente hasta Oust y Aulus Les Bains donde se inicia el ascenso al Col
de Latrape. Desde el inicio la ruta sigue el curso del río Garbet, que al
principio transcurre tranquilo y, a medida que se avanza en sentido contrario, se
va acelerando en su discurrir y aumentando sus saltos y cascadas entre piedras, mientras se recorre el profundo valle con su mismo nombre.
El
Col de Latrape fue un homenaje placentero para los ciclistas en comparación con
los restantes de toda la salida. Sus 5 kms de rampas que no superaban el 6 %
suponían un respiro deseable que nos recordó el Robledillo de nuestra región
salvando todas sus diferencias.
Tras
la bajada llegamos al cruce caminos en Ustou donde, en el marco de un rincón
pleno de encanto, con doble terraza hacia el río y un servicio atento y amable
tomamos unos cafés mientras reponíamos fuerzas antes de acometer una nueva
subida que, por imprevista y poco conocida resultó el escollo más duro de la
jornada.
Reponiendo energías en Ustou |
Se
trataba del Col de Catchaudégue, según las referencias cartográficas, pero que
no vimos reflejado en ningún cartel o indicador físico durante la ruta. Más
bien todo lo contrario, el camino se fue estrechando e inclinándose
progresivamente hasta convertirse en un verdadero sendero asfaltado, con paso
por fincas rurales y coincidencias con una prueba de VTT, es decir de bici de
montaña, que trancurría por esos lares.
Al
final, algunas de sus rampas fueron de lo más duro del recorrido general y las
salvamos con el estímulo de que el final de etapa estaba cerca y de que la
localidad de Alos nos aguardaba según nos informaban carteles rústicos que
aparecían en cruces y fincas agrícolas.
Después
de un descenso intenso llegamos al mismo cruce con la carretera por la que
iniciamos el recorrido al inicio de la jornada y que nos ponía a escasos
kilómetros del camping, aunque entramos por una de las desviaciones que accedían
igualmente a la población por la parte más alejada del mismo.
Desmontado
nuevamente el campamento, pusimos rumbo a Bagnères de Luchon que sería la
última sede de acampada en los días finales de la expedición. Tras un viaje por
la Francia profunda de la mano del Tomton llegamos a la indicada localidad y
nos alojamos en el Camping Chantecler, a escasa distancia del centro y recibidos
por una encargada que se dejaba hacer trenzas afros por una peluquera negra y
joven que nos recibió con una simpática sonrisa.
Camping en Bagnères de Luchon |
El
camping respondía a todos los requisitos deseables: vegetación, tranquilidad,
paso del río, servicios limpios y cómodos, etc. Y la ciudad cercana, paso del
Tour en numerosas ediciones, ofrece unos parques de árboles exóticos y
gigantescos, unos balnearios de extensa tradición y un ambiente céntrico
tranquilo pero con suficientes alicientes como para disfrutar de sus ofertas
gastronómicas y comerciales.
DATOS
TÉCNICOS
TIEMPO
DE PEDALEO: 4 h 01’ 37’’
KILÓMETROS
RECORRIDOS: 77
VELOCIDAD
MEDIA: 19 k/h
VELOCIDAD
MÁXIMA: 58 k/h
CALORÍAS
CONSUMIDAS: 1228
LUNES 6 DE JULIO DE 2015
“SI AL ANDAR SE CONTONEA Y
AL MIRAR LOS OJOS MECE, YO NO DIGO QUE
LO SEA … PERO A MÍ ME LO PARECE”.
Despertamos
pronto en el camping Chantecler de Bagneres de Luchon para iniciar la última y
previsiblemente más dura de las jornadas ciclistas. El calor se fue instalando
como amenaza ya desde las primeras horas del día.
Salida
en llano durante los primeros cuarenta kilómetros hasta alcanzar la localidad
de Mauléon-Barousse, no sin antes atravesar numerosas pequeñas localidades y
cruces que nos obligaron a consultar el
mapa repetidamente. También nos cruzamos con algunos ciclistas que saludan
respetuosamente con una leva inclinación de cabeza emitiendo un: Bonjour!!! a diferencia de los tomelloseros que alzan la cabeza y sueltan un alarido:
¡¡Ehhhhhh!!!
Fontaine antes de iniciar el ascenso a Balès |
En
Mauléon paramos para preparar el avituallamiento con pan francés, que resultó
un fiasco por su correosa dureza, pese a ser del día. Encantador paisaje con el
río, la fuente de aguas cristalinas y la paz de los campesinos que departían
amigables en alguna de sus calles.
Iniciamos
el ascenso al Port de Balès, bajo una pancarta que rezaba: 19 kms de Bonheur!, cuya dureza no comenzó sino a partir del kilómetro
nueve cuando sus rampas se fueron inclinando hasta alcanzar cotas que superaron
el 15 % en algunos momentos. La llegada a la cima supuso un respiro dado el
clima caluroso que añadía más exigencia al esfuerzo.
Ante la pancarta de inicio al Port de Balès |
El
descenso hasta la población de Bourg D’Oeil fue complicado por la abundante
gravilla suelta en la calzada a consecuencia de obras de reparación de la misma
y la excesiva inclinación descendente de la bajada que obligó a frenar con
permanente tensión.
Alcanzado
el objetivo, hicimos un descanso para reponer fuerzas mediante el referido pan, al que sumamos la butifarra que nos
quedó de la noche andorrana. En la ladera de la carretera, al lado de una
fuente de espléndida agua del deshielo y la sombra de la montaña formamos un
escenario idílico para el recuerdo.
La
crucial decisión vendría a continuación. El cruce siguiente era el punto de
partida hacia la cima del Peyresurde. Otros 11 kms de ascenso brutales a las
14:30 de la tarde y con casi 35 grados en el ambiente. Petrosian dejó clara su
opción: él subiría. Fontaine también la suya: continuaría hasta el camping.
Bernard y Malaño quisieron acompañar al primero y decidieron subir también.
Fue
un momento crítico pero resuelto satisfactoriamente. No hubo tensión ni
presiones. Triunfaron la libertad y la
responsabilidad de cada cual. Al final uno y otros se reencontraron en el
camping cuando el reloj marcaba las cinco de la tarde.
Cima del Port de Balès |
Pero
como no hay dos sin tres, Petrosian anunció al regreso que estaba
dispuesto a acometer la subida a
Superbagneres en esa misma jornada. Eran
otros 11 kms. de rampas gigantescas sumadas a las ya acumuladas. No dábamos
crédito a su intención pero respetamos igualmente su decisión. Calculamos que, si todo se le daba bien, a las 20:30 horas estaría de regreso.
El
resto nos desplazamos al centro de Bagneres de Luchon a preparar la cena final celebratoria de la
salida internacional. Recorrimos los restaurantes en el ya clásico casting selectivo y finalmente optamos
por una pizzería que ofrecía el mejor menú acorde con nuestras pretensiones. No
nos defraudó. Al final y tras unos
desajustes de localización de los móviles, apareció Petrosian para incorporarse
al grupo y despejar incertidumbres.
La
cena resultó estupenda. Repusimos energía, elevamos el estado de ánimo y la
joven camarera francesa vestida de rojo nos obsequió con esa dulzura de trato
que, según Malaño, traen sus compatriotas de serie o de fábrica en su dotación
genética.
DATOS
TÉCNICOS DE FONTAINE
TIEMPO
DE PEDALEO: 4 h 26’ 37’’
KILÓMETROS
RECORRIDOS: 73
VELOCIDAD
MEDIA: 17 k/h
VELOCIDAD
MÁXIMA: 54 k/h
CALORÍAS
CONSUMIDAS: 1178
DATOS
TÉCNICOS DE PETROSIAN
TIEMPO
DE PEDALEO: 6 h 41’ 37’’
KILÓMETROS
RECORRIDOS: 129
VELOCIDAD
MEDIA: 15 k/h
VELOCIDAD
MÁXIMA: 71k/h
MARTES 7 DE JULIO DE 2015
Regreso
de la expedición hacia España por el Port del Portillon a través del paso por el
túnel de Vielha hasta alcanzar tierras aragonesas, donde pudimos apreciar las
altísimas temperaturas que asolaban nuestro país.
Paramos en Zuera (Zaragoza) a la sombra de unos árboles en las inmediaciones de su
polideportivo y comimos en el restaurante Los Tres Caminos que respondió a los
gustos de los interesados pues, además del clima físico con el agradecido aire
acondicionado, el menú de diez euros fue completo y de calidad.
A
las 21 horas el I.C.C. llegaba a repostar gasoil en la zona industrial de Alcázar
y dejaba en la misma a los miembros alcazareños del Club. Los otros continuaron
ruta hacia sus respectivas localidades dando fin a otra nueva y exitosa
experiencia ciclista.
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