FUTBOL PADRES - HIJOS, ENÉSIMA EDICIÓN

Profundizando cada vez más la brecha que separa las posibilidades de unos y de otros, nos enfrentamos, como cada 30 de diciembre desde hace más de veinte años, los padres frente a los hijos en un partido de fútbol que va perdiendo competitividad por la superioridad física de los jóvenes, que ya no pueden ser contestados por sus progenitores.

Esta vez, el resultado de 7 a 2 ha dejado en evidencia la mencionada diferencia en el terreno de juego, y eso que hubo un momento de aproximación en el que el joven Miguel Calata salvó dos ocasiones de gol clarísimas sacando una mano prodigiosa casi a bocajarro. Ahí se acabó la esperanza de los mayores, que recibieron acto seguido sendos goles que sentenciaron el partido.

Ahora ya nos queda el que la diferencia no sea muy grande o que los más mayores, en edad ya de ser padres, refuercen a los que estamos en otro estadio evolutivo. Menos mal que al final los calderos de gachas nos igualan y nos hacen recuperar el terreno perdido en la cancha, mientra contemplamos con nostalgia las fotos de Oscar Sevilla en sus momentos de esplendor que lucen en la paredes del Bar Pichi. Todo un ritual.