domingo, 14 de septiembre de 2025

TITÁN 2025



DIJO LA PRENSA

La prueba de 200 km ultramaratón de La Titán de la Mancha, celebrada este sábado en Alcázar de San Juan, ha contado con la la victoria de Amador Nieto, el segundo puesto ha sido para Luis León Sánchez y el tercero de la general ha sido para el alcazareño del Tenerife-Bike Point-La Sed, José Antonio Redondo Ramos, que además ha sido segundo clasificado Master 40,. Destacar también la segunda posición de la categoría Élite Masculina del alcazareño, Carlos Ajenjo Muñoz del Gobik Factory Racing Team con un tiempo de 08.18.24.
Por su parte, el ciclista alcazareño del Team Bicho, Rubén García Galán, ha sido el vencedor absoluto, con amplia diferencia y por tercer año consecutivo, de la Maratón de 100 km de la Titán de la Mancha 2025.
A las 18:30 se dio la salida a la prueba de Trail-Running con una distancia de 61,7 km en la que el corredor, natural de Puerto Lápice, Higinio Gallego, fue el primero en cruzar la línea de meta, con un sobresaliente y espectacular registro, en el que invirtió sorprendentemente unas 5 horas. En esta prueba, el alcazareño, Ismael Almendros, fue cuarto clasificado realizando una fantástica prueba.
A las 6:35 horas y con la presencia del concejal de Deportes, Javier Ortega y los responsables del CD Alcázar Bikes, se dio la salida a la modalidad Ultramaratón de 200 km MTB y Gravel. 25 minutos más tarde, a las 7:00 horas se dio la salida a la modalidad Maratón de 100 km E-Bike y desde las 8:00 horas, salida Maratón 100 km MTB y Gravel y media hora después, la tan esperada Mini Titán.

EL VOLUNTARIADO

Tenía cierta ilusión de poder colaborar como voluntario con la Titán en un nuevo marco y con diferente ubicación, animado por Lorenzo, mi compañero de salidas ciclistas, junto a Paco y otro a quien no conozco por el nombre, llamado Alejandro Almendros. El punto fijado sería la parte alta de la Calderina, un lugar por mi explorado tanto en bici como a pie en ruta senderista, diferente de mis anteriores colaboraciones que hice en un cruce de la carretera hacia Manzanares.

Cuando faltaban dos jornadas para la celebración de la prueba recibo un mensaje de Paco Martin para decirme que el furgón para desplazarnos hasta la Calderina solo dispone de tres plazas y que uno debe quedarse fuera, apuntando directamente hacia mi.

Ya era tarde para buscar nuevo grupo, nueva situación y nuevo cometido. Mi respuesta ha sido participar con mi nieto en la Mini Titán, como en años anteriores y salir al encuentro de Héctor en su desafío de los 215 kilómetros. Creo que fue la mejor decisión y lamento que haya tenido que producirse de esta forma.

LA MINI TITÁN

Como en ocasiones anteriores mi nieto José recibió la noticia de que participaríamos en la Mini Titán con gran alegría. Su mayor dominio de la bicicleta, su fuerza creciente y el conocimiento previo del reto de hacer 9 kilómetros y subir a los molinos fueron suficientes atractivos para despertarle la ilusión, que aumentó con la presencia de su padre entre el público para tomarnos las primeras imágenes de nuestros movimientos.

A las diez menos unos minutos estábamos a la cola de la concentración de pequeños ciclistas bajo el arco de salidas y llegadas. El número de participantes va creciendo con los años y son numerosos los que se incorporan, acompañados de algún familiar que les escolta.



Bien organizada la comitiva, con motos policiales abriendo y cerrando el pelotón y usando las vías paralelas hasta tomar el camino de subida a los molinos, el grupo se fue estirando hasta llegar a la primera cuesta sobre la vía del ferrocarril que provocó los primeros cortes y algunas bajadas a pie. Todo ello se acentuó cuando acometimos la subida principal hacia el punto de descanso de la ruta donde se realiza un pequeño avituallamiento y donde se opta por seguir hasta el punto más alto o esperar el regreso de quienes lo intenten. José estaba dispuesto a llegar hasta el final y así lo hicimos. Las fotos tomadas ante los molinos evidencias su gesta y serán un recuerdo para el futuro.



HÉCTOR

Héctor cruzó la meta a las 16 h 00’ 14’’ después de 9 h 22’ sobre la bicicleta a una media de 22,9 k/h. Esto le hace terminar el 27º de la clasificación general de la prueba y el 9º en la de su categoría Master-30 en la que participaron 200 ciclistas y el 2º como local alcazareño.

Estos son los datos estadísticos que ya dicen bastante del nivel de los participantes, dos de los cuales han sido reconocidos profesionales del ciclismo de carretera, esto es, Luis León Sánchez y José Antonio Redondo, que entraron en 2ª y 3ª posiciones respectivamente detrás del ganador Amador Nieto, del que no dispongo de referencias competitivas. Para quienes hemos visto la constancia, la disciplina en los entrenamientos, la permanente búsqueda del mejor estado de forma posible de Héctor, no queda otra que felicitarlo efusivamente porque tiene madera de campeón con los pies en el suelo.



jueves, 11 de septiembre de 2025

EL I.C.C. RECORRE LA MANCHA HÚMEDA




Una de las condiciones inherentes a la práctica ciclista es la de poseer cierto espíritu viajero. Un ciclista aficionado tiene que planificar sus rutas, prever la climatología y especialmente los vientos, conocer la dificultades orográficas y, especialmente, abrir su ánimo al encuentro con otras gentes y culturas por muy cercano que sea del ámbito por donde se mueva.

Los ciclistas del I.C.C. estamos acostumbrados a recorrer casi todos los lugares que rodean nuestro punto de partida y conocer a sus gentes y su patrimonio, por muy vulgar o escaso que sea este último. A esto hay que añadir la gran cantidad de viajes programados bien por territorio español o bien por las zonas internacionales asociadas a las grandes pruebas ciclistas.

Por eso, ayer miércoles se produjo un hecho insólito en la trayectoria de dos ciclistas del Club, distrito de Manzanares, que se incorporaron a la ruta que, partiendo de Alcázar, recorrió casi cien kms. por las zonas de la llamada Mancha Húmeda, es decir, salpicada de lagunas endorreicas y salitrosas que permanecen secas hasta la nueva temporada de lluvias.

Toni y Félix, consumados ciclistas manzagatos, se sumaron por vez primera a una salida que partió fuera de su patria chica en Alcázar de San Juan y fue girando en una especie de óvalo irregular por municipios de las provincias de Ciudad Real y Toledo hasta completar el recorrido. Con ellos formaron equipo el núcleo duro del Club con Bernard y Malaño a la cabeza, Fontaine y Petrosian, anfitriones alcazareños, y la incorporación nuevamente de Lorenzo, verso libre del pedal hispánico que rinde cuentas tanto en la madrileña capital de España como en el Corazón de la Mancha.

Con estos mimbres y a las 9:25 horas de la mañana arrancamos desde el aparcamiento del cementerio municipal en dirección a la variante sobre la N-420 que rodea hasta llegar a Criptana por el cruce con P. Muñoz y desde allí tomamos la muy ciclista carretera hacia El Toboso con el único repecho serio de la salida, aunque corto y poco elevado, para continuar por la sinuosa senda del Cerro Lobero y las posteriores cuestas de escasa consideración que nos acercan al horizonte donde se yergue la torre de la imponente iglesia de la patria de Dulcinea.



Primera parada en la plaza principal, donde el grupo posó junto a las figuras en hierro de los principales personajes quijotescos capturados por una amable y locuaz Dulcinea contemporánea que se ofreció como improvisada pero eficaz reportera gráfica del momento. Salvando la cortante presencia del mercadillo popular, continuaron hacia la localidad cercana de Miguel Esteban, sin que el viento cediese en intensidad y dirección dejando a nuestra izquierda el paraje de Los Charcones, otro reducto húmedo felizmente conservado y mantenido por los gobernantes locales.

Llegando a la localidad migueleta y por aquello de mantener el simbólico rito de la churrería como parada pintoresca, nos adentramos a la localidad confiados en la certera guía que ofreció Petrosian para alcanzar el referido establecimiento, pero las circunstancias obraron de modo que se encontraba cerrado y el único churro fue el que trazamos sobre sus calles en una interminable sucesión de giros y cruces para desembocar en el artificioso castillo medieval que se encuentra en la travesía de la carretera y que al menos permitió que el referido ciclista luciera su magnífica bicicleta Scott dotada de los más modernos componentes, cuyo bautizo pasará así a los anales.



Desde semejante atalaya, decorada con balaustrada marinera pero sin agua, repusimos fuerzas y contemplamos el pequeño hervidero de personas que pululan por esos lares a tan temprana hora y que Lorenzo captó con un video de dudosa intencionalidad y clandestina toma. Terminado el breve avituallamiento giramos a la derecha en dirección a Quero acompañados del incesante viento y poniendo de manifiesto la escasa disciplina en el pedaleo de los ciclistas alcazareños, acostumbrados a una marcha casi siempre anárquica, individualista y de escasa eficacia frente a los elementos.



En Quero nos esperaba una nueva parada prevista para la contemplación de la Casa de la Palabra, creación del mecenas local César Egido, que falleció hace pocos años y al que algunos tuvimos la fortuna de conocer así como de visitar su peculiar caserón dedicado a la palabra como vínculo entre los humanos. Por si alguien tiene interés incluyo los enlaces a dos de mis visitas al conjunto de Quero como población y a la Casa de la Palabra como institución:

https://www.justorien.es/calle/articulos.php?anio=2019&art=Quero

https://www.justorien.es/calle/articulos.php?anio=2021&art=Museopalabra

La ruta prosiguió con lo planificado y tras otra quincena de kilómetros atisbamos el humedal más abundante de la zona, que no es otro que el que forman las lagunas de Villafranca de los Caballeros. Laguna Grande y Chica en un entorno protegido medioambientalmente, rodeado de tarays como especie dura y resistente, actualmente en fase de finalización de unas obras que han permitido dotar de alcantarillado a las urbanizaciones que hay alrededor y cuyo asfaltado final está próximo para así preservar la riqueza incontaminada de sus aguas no siempre abundantes. Con ese fondo caribeño, el grupo de ciclistas inmortalizamos también nuestro paso por el emblemático lugar, por cierto, cuna del ciclista profesional Javi Romo, de afamada actualidad.



La decisión de prolongar o no el extenso recorrido pasaba por tomar la Autovía de los Viñedos o CM-42 para así no sobrepasar una distancia ya de por sí larga. Con todo el rigor posible en este indisciplinado grupo, abordamos este último tramo que nos condujo al punto del comienzo en el cementerio alcazareño y posteriormente, ya cambiados del atuendo ciclista, al lugar donde habíamos reservado para la comida grupal en el restaurante Nuevos Horizontes situado en la zona industrial alcazareña pero dotado no solo de una amplia sala, atestada de comensales, sino de un repertorio de platos dentro del menú del día que hizo las delicias de los ciclistas que tanto ponderan este tipo de oferta culinaria sencilla, abundante y económica.

Corrió la cerveza, el vino blanco y su versión Vino Paris, también la fórmula criptanense del llamado “sube y baja” o vino blanco con sifón. Corrieron los chismes y las anécdotas, corrieron las promesas de nuevas rutas y convocatorias y hasta Toni se atrevió a desgranar las familias ciclistas de procedencia en su Manzanares natal, hablando de los Bombas, los Aquilinos, los Cavas y, como no, los Poceros, de los que se considera uno de los últimos ejemplares en activo. Y para rematar, además de una sabrosa tarta helada al whisky, Bernard nos endulzó la imaginación relatando pequeñas andanzas del mayor de los rijosos conocidos, el gitano del mercadillo de Tomelloso, cuya diversidad de prácticas es ilimitada. A última hora hizo su aparición en la velada Mr. Martin Miller's quien se dirigió a Petrosian que lo recibió con los brazos abiertos, al tiempo que le presentaba a Toni, que igualmente le hizo los honores y le rindió pleitesía ante la indiferencia aparente de los demás componentes del grupo. Finalmente habíamos sido ocho los comensaless contando a Mr. Martin.

DATOS TÉCNICOS:
(TOMADOS DEL CICLOCOMPUTADOR MAGENE)
DISTANCIA: 95 KMS.
VELOCIDAD MEDIA: 24 K/H.
TIEMPO DE PEDALEO: 4 h. 0’ 40’’
CALORÍAS CONSUMIDAS: 2.939 kcal.