lunes, 15 de abril de 2013

MEDIA MARATÓN POR EL CENTRO DE MADRID

Héctor y Paloma durante la prueba
"Eran las siete y media cuando sonó el despertador y los nervios invadían todo mi cuerpo por ser la primera vez que me enfrentaba a una media maratón.
Mi cuerpo estaba diferente y me sentía con fuerza y con muchas ganas, como si me hubieran engrasado y echado gasolina ... Como una máquina que se había puesto a punto para demostrar si funcionaba bien.
El desayuno no fue como otros días, ya que al estar nerviosa no tenía tanto apetito y me costò que el estómago respondiera.
Coloqué el dorsal con imperdibles en mi camiseta y me abrigué un poco porque todavía la primavera se mostraba tímida.
Vistiendo el 17753 y el color azul me dispongo a salir de mi casa para coger el metro hasta la parada del parque del Retiro, de donde salimos a las 9:30 h.
Tengo la suerte de ir acompañada de mi chico, que además de tener una forma física fenomenal y mucha energía, me sirve como otra motivación y me hace ilusión terminarla y que la corramos juntos. Para él también es la primera media maratón y vistiendo el 3131 me acompaña y me anima después de haber tenido una pequeña lesión en la pierna, es el motor de mi vida.
Paloma en un momento de la prueba

Ya nos encontramos en el Retiro a eso de las 9:20 h y se respira un ambiente festivo, hace un día estupendo con 14 grados y no sòlo están los 18000 asistentes de la carrera, sino que también se ven familias con niños e infinidad de personas que quieren participar aunque sòlo sea por colaborar en el ambiente festivo y animar.
Los nervios son nuestros compañeros pero de una manera que nos da más ganas de salir y, por fin, a las 9:30h salimos ,y no es posible todavía correr por la cantidad de corredores que somos. Permanecemos 10 minutos en la salida del Retiro caminando, pero ya las máquinas arrancan y van calentando motores.
Al salir del Retiro vamos hacia Príncipe de Vergara y giramos en Diego de León, pasando por la calle Almagro y consiguiendo nuestros primeros 5 km, donde también coincidía que se encontraba el primer avituallamiento de la carrera, pero no teníamos necesidad de líquido y no hicimos uso del mismo.Continuamos por Santa Engracia hasta llegar a Bravo Murillo y en esta calle estuvimos escuchando las canciones de la brigada paracaidista, que vestían de amarillo y nos animaban a todos y sacaban una sonrisa. Seguimos por Plaza de Castilla y ya marcaba el km 10 y asomaba el segundo avituallamiento, en el que sí decidimos hidratarnos y yo me guardé la botella para tener agua más adelante.
El cuerpo ya estaba activo y las piernas respondían con fuerza, no hacia excesivo calor y era muy agradable còmo se encontraba Madrid esperándonos en cada calle, tan bonito y resplandeciente.
La carrera continuaba por Serrano, para volver a pasar por Príncipe de Vergara, pero ahora la bajada era por Avenida Menéndez Pelayo y seguimos por el Paseo de Reina Cristina, donde antes de llegar a Atocha había mucha gente animando en las calles y aplaudiendo e incluso nos acompañaban con música, y todo ello te daba ánimos y una pizca de energía para continuar.
Ya nos encontramos en la parte clave de la carrera donde las rodillas comienzan a dar guerra por la falta de costumbre de correr en asfalto y el largo recorrido de la calle Alfonso XIII es la parte donde el calor aprieta y las piernas lo sufren pero las ganas y la energía no flaquean y nos animamos porque llegamos al kilómetro 19 y nos queda poco. Los sudores y los dolores nos querían dificultar la llegada pero nos hacemos fuertes y decidimos dar el último empujón a la máquina para volver con mucha energía por O' Donnel y en el kilometro 20, al legar de nuevo al Retiro puedo decir que son los mejores 2 kilómetros porque sabes que estás llegando al comienzo, sabes que los aplausos ya no son de ánimo, son de felicitación y ves el parque del Retiro de otra manera, una sonrisa llena tu rostro y en tu cabeza hay frase que te llena por dentro y por fuera: "¡¡ lo conseguí!!! ".
Finalizada la prueba exhibiendo la medalla conseguida
Héctor y yo, cogidos de la mano cruzamos la meta sonrientes y orgullosos en un tiempo de 2:04:14 y nos disponíamos a recoger la medalla e hidratarnos.
Es una experiencia única y que me alegro haber compartido y vivido.Ojalá mis piernas puedan repetir e incluso retarse con una maratón ... Porque lo que sí puedo decir es que no es suficiente. Es tan buena la sensación que te queda que quieres más..."
 Paloma Boutellier. Corresponsal.

1 comentario:

Héctor López García del Pulgar dijo...

Cuando quiera recordar la primera media maratón que hicimos, sólo tendré que volver a leer tan buena redacción, no se podría haber descrito mejor. Gracias por plasmarlo!