lunes, 6 de diciembre de 2010

C.F. GIMNÁSTICO 3 - 0 C. D. LOS YÉBENES




En una buena primera mitad, el Gimnástico dejó prácticamente sentenciado el resultado de un partido que comenzó con muy buenas sensaciones por parte de los jugadores alcazareños y terminó siendo un peloteo insulso y descafeinado.

Desde el primer momento el equipo local se mostró superior a los toledanos de Los Yébenes que apenas presionaron con intensidad y que estuvieron a merced del buen control del juego de los alcazareños. A pesar de la ausencia de Juanma, siempre importante en el centro del campo, la presencia en su debut de Nacho Peñuela dotó al equipo de mayor equilibrio en esa zona, siempre acompañado de Benitez y Chivo que le cubrieron la espalda acertadamente. No obstante, Nacho estuvo algo falto de ritmo y de acople a sus nuevos compañeros.

El primero gol llegó tras una buena internada por la derecha de Luis Cuesta, cuyo centro posterior lo remató a la red Castillo con seguiridad y precisión. Fuen un bonito gol. Después, un fallo inexplicable de José Luis, solo ante el meta contrario, mantuvo el mismo marcador hasta que Edu Olivares, en una de sus subidas al ataque consiguió el segundo para los de Alcázar.

No hubo más goles en esta primera mitad, pero se sucedieron las ocasiones y el juego estuvo más a la altura de los que se espera de este equipo. Más toque y combinación que en partidos anteriores y un mejor sentido posicional para crear espacios y ocasiones de gol.

En la segunda parte, el panorama cambió y se violció al juego deslucido de los últimos encuentros en casa. El control del balón no estuvo tan claro y los rivalos aumentaron la presión y la agresividad en algunos lances, lo que obligó a tomar mayores precauciones. Sin embargo, en el minuto catorce de este segundo periodo, José Luis realizó una jugada magnífica, de esas que demuestran que es un jugador con clase al que no le está acompañando la fortuna goleadora. Quebró a su defensor al borde del área y lanzó un disparo soberbio que batió al guardamenta colombiano de Los Yébenes. El partido estaba sentenciado y el entrenador dio paso a algunos cambios, el debut del otro hermano Peñuela, Antonio, que se fajó con ganas ante los defensas rivales y la presencia de Ramos y Tito en el medio campo que le dieron cierta profundidad aunque con escasa fortuna ante el gol.

El partido se fue durmiendo hasta que el árbitro pitó el final sin alterarse el marcador.

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