lunes, 28 de octubre de 2019

XIII SUBIDA AL ROBLEDILLO 2019

Grupo completo en el inicio de la XIII Subida

Pese a las incertidumbres, los silencios y las ausencias, un grupo de ocho ciclistas acometimos la decimotercera subida al Puerto del Robledillo, desde que descubrimos este reto y paisaje que nos sigue seduciendo. Las dudas se disiparon al final de la semana, como lo hizo la niebla que nos acompañó al inicio de la salida hasta que tomamos la desviación en las cercanías de Consuegra.

Ante el cartel de Retuerta


Y a medida que nos adentrábamos en las estribaciones serranas, la mañana se despejaba dando paso a un espléndido y soleado día. Contábamos con tres debutantes desconocedores de la ruta y, los cinco restantes, ya sabíamos lo que nos esperaba. De ahí que la previsible división del grupo en base al estado de forma y las posibilidades de culminar el recorrido no supusieron ningún inconveniente.

Después de un café en el Bar Román de Retuerta y percatados de que el salón estaba copado por senderistas, con los que nos encontramos en la plaza al arrancar, nos hicimos la foto de costumbre en el cartel anunciador de la población. El grupo completo marchó unido hasta el desvío hacia el Puerto y, antes de las primeras rampas se dividió entre los cuatro más atrevidos: Andrés, Petrosian, Juan Carlos y Justo, y los menos: Juan, Gabriel, Jesús y P. Peinado.

Panorámica serpenteante del Robledillo

Este narrador solo puede dar fe de lo presenciado en su grupo y referir lo que le contaron del otro. En el primer caso, una vez culminado el Robledillo y hechas las fotos de rigor, con la presencia momentánea de P. Peinado que no tardó mucho en seguirnos, pero que renunció prudentemente a exponerse a agravar su lesión de rodilla, continuamos la bajada hacia San Pablo de los Montes y Menasalbas en un frenético descenso marcado por el perfil descendente de la carretera.



Desde allí acometimos el giro hacia Navahermosa en un tramo cada vez más deteriorado, con más tráfico de coches y con un sube y baja de cuestas que lo vuelven incómodo y exigente. En torno al km. 50, parada en Navahermosa para avituallarnos y continuar hacia el cruce con el comienzo de la subida al Risco de las Paradas, afrontando diez kms. de constante ascensión, no muy pendiente pero sí prolongada, por lo que a algunos se les hizo excesiva más por ir engañados casi que cansados, que dijo Gabriel en una de sus sentencias históricas.

Jesús en un descanso de la
subida al Robledillo
La visión espectacular del paraje, el adelanto a dos voluminosas ciclistas, con asistencia al pedaleo en sus bicis y el posterior retorno de bajada vertiginosa pero despejada hasta Navas de Estena, entre riscos pizarrosos y monte bajo, resultaron los momentos más agradables del recorrido, que comenzó a hacerse pesado en los siete primeros kms., camino de Retuerta hasta llegar a la finca Dehesa del Carrizal, cuyo cartel indicador coincide con el descenso y llano hasta el final.

El grupo camino del Risco de las Paradas



Eran en torno a las dos la tarde, con el cambio horario, cuando Gabriel vino a darnos las nuevas del resto de expedicionarios. Juan había pinchado en la subida y fue rescatado por una joven que lo acercó al pueblo para poder subir después su bici al coche. Jesús, no se atrevió finalmente a continuar y volvió sobre sus pasos para acompañar a Juan en tareas sociales y gastronómicas. P. Peinado y Gabriel, visto el panorama, se volvieron también  y nos esperaban en compañía de unas cervezas y de una legión de moscas que ya no nos abandonarían durante toda la comida.

Justo en el risco de las Paradas
Y en ese lapso, no faltó tampoco otro incidente protagonizado involuntariamente por P. Peinado que quedó encerrado temporalmente en los aseos del bar,  ante la pasividad de Gabriel, que no lo echaba de menos, pese a estar tomándose juntos la cerveza y ante el nerviosismo del dueño que se disponía a avisar a un cerrajero cuando Pedro, con su característica habilidad mecánica, logró desatascar la cerradura.

La comida resultó amena y sabrosa, con migas y venao como platos fuertes, y con el relato de lo acaecido, las anécdotas de Jesús en su desempeño como médico, que darían para un monográfico extenso de situaciones cómicas y los recuerdos de Gabriel, que mantiene una memoria fiel de anteriores salidas que lo han dejado marcado en sus neuronas para la posteridad.


DATOS TÉCNICOS DE STRAVA

ITINERARIO: Retuerta del Bullaque - Baños y Puerto del Robledillo - San Pablo de los Montes - Menasalbas - Navahermosa - Risco de las Paradas - Navas de Estena - Retuerta del Bullaque.
DISTANCIA: 86,5 Kms.
TIEMPO DE PEDALEO: 4h 28' 11''
VELOC. MEDIA: 19,4 k/h.
VELOC. MAX.: 60,2 k/h.
CALORIAS: 2.123
DESNIVEL POSITIVO: 1.393 m.

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