jueves, 8 de agosto de 2013

EL ICC EN LOS ALPES PROVENZALES

A la espera de la crónica amplia del viaje, aprovechamos la localización de un artículo en la prensa italiana para ofrecer un avance de la experiencia de los cuatro cicloturistas del I.C.C. por los Alpes Franco Italianos.

Semanario ciclista “Corriere Deportivo”, editado para la provincia de Cuneo (Italy) por Philipe Camus.

Siguiendo su más genuina vocación, el club ciclista establecido en la localidad suiza de Andermatt , el ICC, volvió a las sendas alpinas. El espíritu indomable que  caracteriza a esta asociación fue capaz de poner de nuevo en ruta a un selecto puñado de ciclistas. Con ello, club y corredores ofrecen un ejemplo  claro de superación de los convencionalismos, principalmente de los derivados del adormecedor opio de nuestros días: las rutinas consumistas en el cerco de la vida familiar. Opio que cercena las posibilidades sociales de gran parte de la población en los países desarrollados.
Carrito, coche y camping como infraestructura básica.

El ambicioso viaje incluía una completa ración de puertos de renombre ciclista, muchos de ellos frontera natural entre Francia e Italia: Pensar en ellos ya es meritorio; alcanzarlos, en el mundo amateur,  todo un reto de superación personal.

MANOSQUE
En el interior del KIA “Sportage” se conjugan veteranía e iniciación. La ilusión hermana a los corredores. El impagable carrillo de Giuliano, coronado de estilizadas bicicletas, sigue con ciega fidelidad la huella del coreano. El ICC más que correr se diría que vuela hacia el norte.
Coche y remolque se hunden en territorio francés. Huele a Tour cuando se deja notar la poderosa  influencia del Ventoux en el poniente.
La France,  generosa, suele ofrecer albergue sencillo y barato, limpio y silencioso, en forma de campings en muchos de sus municipios.
Un dedo en el mapa señala Manosque. Se estrenan los neófitos en el montaje de la vieja canadiense, rezumante de gozo al salir de su encierro.  Mudas conversaciones de los ya establecidos sirven de trasfondo a la operación; diálogos de gabachos madrugadores y susurrantes tan ajenos a los usos desconsiderados y vocingleros de las gentes de allende Les Pyrénées. ¡Buen principio! Y mejores augurios los que transmite el pueblo, con sus blasones y piedras, testigos de la vieja historia de la Provenza. La fraternidad de la lona vuelve a reinar durante la noche y deja notar sus benefactores influjos en el grupo.
Llegando a Chateau Ville Vielle y su impresionante enclave

CHATEAU VILLE VIEILLE
Segundo campamento surge a la sombra de un viejo castillo, que se situaría en el ángulo de un gigantesco boomerang.  En un extremo El Izoard espera. El Agnel en el otro.
El Izoard es esencia de Tour. El Izoard representa como pocos otros cols la leyenda: Bobet, Coppi, Bartali,Anquetil, Indurain,..No hay mejor bautizo alpino y las nuevas incorporaciones, Petrosian y Fontaine, la savia nueva que ha fortalecido al club, conocedores  de ello, se prestan entusiastas.
La actividad no cesa. “De bonne matinée” se ataca la ruta imposible, el col de Agnel ¡Qué difícil es acceder a Italia! El ICC pone pie en la patria de Garibaldi y ya desciende en busca de nuevas alturas, las del col Vars. Más de treinta veces ha pasado el Tour por sus interminables cuestas. La Francia feliz de las estaciones de esquí sonríe bañada por el sol del verano y muestra su mejor cara.
Malaño y Bernard atraviesan la Casse Desérte
camino de la cima del Izoar


BARCELONNETTE
La coqueta ciudad alpina cuanta con un hermoso camping regentado por una francesa menuda,  competente y simpática donde las haya ¡Vive la France! Los vientos, las colchonetas, los tensores, ya son rutina. También las comidas o las cenas alrededor de la vieja mesa verde.  Promesas de Malaño de ofrecer ordenada noticia de los viajes del club. El ICC está en su salsa: montañas coronadas de blanco, grandes y afamados puertos,  largas conversaciones de ciclismo, recuerdos de pasados viajes,  sincronía, apoyo y colaboración entre los corredores, dosis racheadas y frecuentes de ironía y humor,…
El col de la Cayolle altera el paisaje, encajona a los ciclistas, muestra los desfiladeros y las cascadas, los puentes y los cortados. Se reitera una observación: hay mujeres ciclistas en las rutas ¿Se habrá superado otro prejuicio? Mucho mejor.
 
CUNEO
Italia espera. Nada se ajusta mejor a los deseos del club que entrar en un país y salir por otro. La Bonette es el primer escollo ¡Y qué escollo! Para el chauvinismo francés es un motivo más presunción: ¡Et nous avons la route la plus haute de l’ Europa! ¡Voila!
El grupo completo en la cumbre de La Bonnette (2740 m.)
 Y allí van todos; no solo los ciclistas. Una marabunta de coches e inquietantes motos infestan el largo ascenso. Fontaine se desespera. No está acostumbrado al bramido de los motores japoneses enrabietados .  Maldice y despotrica. Petrosian, que en su condición de escalador ya le ha cogido el gusto a las subidas, se mueve como pez en el agua. Aparece el sombrerete piramidal  y redondeado (el bonete). Estamos sobre los 2700metros.
Pero la puerta de Italia está bien cerrada. La custodia una barrera imponente de montañas que ofrece un intricado portillón para entrar: el col dela Lombarda.
A las tres de la tarde el sol cae a plomo sobre la espalda de los corredores. La pendiente, siempre rondando el 8%, no cede. Duelen las plantas de los pies por la presión y el calor. Se busca la herradura de las curvas,donde la pendiente baja, como sucede en Alpe d´Huez. En Isola 2000 algunos corredores se meten bajo el chorro de agua fría que baja de la cumbre. Se corona al fin. El descenso es vertiginoso. La bruma impide ver la profundidad del valle. Duelen las manos de tanto tensar los frenos, los hombros y la espalda de la tensión continuada.
El Piamonte acoge a los ciclistas tras el larguísimo y doloroso descenso por una carretera rota y bacheada. Cuneo ofrece una avenida regia y señorial que termina en una amplia plaza. En la primera se suceden las pizzeríasy trattorias: sí, estamos en Italia.

AVIGNON
Posando ante el famoso Pont D'Avignon

La tradición indica que la ciudad de los papas es un buen lugar para rendir viaje. Algo mágico y esotérico se alberga en sus vetustas piedras. Nunca decepciona. 
El Ródano (nacido de un glaciar cerca de Andermatt) pasea su señorial porte muy cerca de las murallas, orgulloso de su largo periplo buscando el mar .El ICC lo identifica como su río y sus corredores  se reconfortan con la visión de sus verdosas aguas.
Buey francés y salmón regados con vino “Cotês du Ventoux”. Brindis  frente al teatro. Molière y Cornaille, eclipsados por el refulgente tiovivo de anticuario que sigue deslumbrando a los niños, custodian la plaza.
Objetivos alcanzados. El rejuvenecido Kia y su fiel escudero y seguidor, con permiso de los frecuentes “bouchones” de las autopistas galas,  se disponen a desandar el camino de vuelta a casa. El ICC ha escrito otra página brillante en su ya larga trayectoria ciclista.

                                                                                      Cuneo, Italia.  4 de agosto de 2013.
                                                                                       Philipe Camus 


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