lunes, 29 de agosto de 2011

TRIUNFO DE UN GIMNÁSTICO MUY SERIO

C. F. GIMNÁSTICO DE ALCÁZAR 2 - 0 C. D. MARCHAMALO

En el estreno liguero de esta nueva temporada en 3ª División, el Gimnástico alcazareño ha logrado su primera victoria ante su público realizando un partido serio y ordenado, con detalles de buen juego y con una defensa con pocos errores.

Ya en el minuto 7 de partido, el delantero Parra lanzó un buen disparo que desvió el portero visitante Chus en una buena parada. En el minuto 23, el delantero Toncheff materializó el primer gol para los alcazareños tras recoger un balón rebotado dentro del área y enviarlo dentro de la portería. En el minuto 34, Nacho Peñuela recortó dentro de área en una buena jugada pero centró de manera ingenua a los pies de uno de los defensores.
El Marchamalo demostró ser un buen equipo, con buen toque de balón e intentando siempre jugarlo, lo que demuestra que estará entre los mejores de la clasificación. Especialmente el veterano Torres, que distribuía el juego en medio campo y el enlace Rober que dejó algunos detalles de gran calidad.

En la segunda mitad, el Gimnástico convirtió en gol una de sus primeras ocasiones, de nuevo a cargo de Toncheff que desvió con la espuela un buen centro de Chule que se había escapado por la banda izquierda. Con este gol el partido se ponía muy a favor de lo locales aunque sabiendo que enfrente había un buen equipo. De hecho, en el minuto 10 pudo empatar el Marchamalo tras un gran disparo de su número 19 Carlos García que salió rozando la cepa del poste.

Las cosas se complicaron aún más cuando en el minuto 19 fue expulsado, tras ver una segunda tarjeta, el goleador Toncheff, que no mereció esta decisión pero que demuestra, una vez más la falta de acierto y objetividad en los arbitrajes. El Gimnástico entonces replegó líneas y mostró su cara más seria y disciplinada, aguantando los numerosos ataques de sus rivales. Sin embargo, gracias a los cambios que le dieron alguna frescura, Jaime Beamud gozó de dos ocasiones muy claras, especialmente una, a puerta vacía, que envió el balón fuera por escasos centímetros.

El público, como no ocurría desde hace mucho tiempo, agradeció el esfuerzo, la seriedad de planteamiento y a veces el buen juego de los suyos y les dedicó una ovación memorable que se repitió cuando el árbitro señaló el final del partido. Esperemos que esta sea la tónica y la línea a seguir para la incipiente temporada.

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