domingo, 11 de julio de 2010

TRIATLÓN ALCÁZAR 2010



Un año más, nos hemos acercado a ver la salida y a seguir el recorrido ciclista de la XXII edición del Triatlón alcazareño, que tiene su inicio en las vecinas Lagunas de Villafranca que le otorgan sus peculiares notas pintorescas, sin restarle un ápice de buena organización y gran animación al evento.

Prueba de lo pintoresco es ese carrito con burro-pony que circulaba hacia las Lagunas por el sendero del Parque Lineal, del que tan orgullosos se sienten los habitantes de La Chela, por ser paseo para caminantes, para bicicletas y para el resto de vehículos con la restricción de los numerosos y necesarios resaltos.

En el lugar de inicio, en el cerrete del final de la laguna primera, al lado del centro de interpretación, un numeroso público, esta vez subido a la nueva barandilla de madera que protege la zona, y que ha servido de mirador privilegiado para observar la puesta en agua de los participantes. Como ha ocurrido otros años, allí se encontraba Paco García, maestro, ex-alcalde y buen amigo además de practicante de ciclismo dominguero que ha ido dejando paulatinamente.

También numerosos alcazareños seguidores de la prueba, unos en grupos ciclistas, como Rubio y su equipo, otros de meros observadores de sus amigos, novios, familiares, etc. Entre ellos Leonor y Josefa, esposa y hermana de Asterio, el mítico triatleta que ha participado en todas la ediciones de esta prueba y que sigue intentándolo a pesar de avanzar en la cincuentena de años. Ya ha recibido una mención inicial por su fidelidad y constancia. Es todo un ejemplo de afición que merece la felicitación más efusiva.

El policía y deportista alcazareño Adrián hace las veces de comentarista para dar paso a la salida y se enmaraña en un sinfin de explicaciones a los nadadores cuyo resultado no sabemos si habrán sido capaces de asimilar. La realidad es mucho más sencilla, se trata de nadar y seguir a los que van en cabeza que seguro que tienen estudiado el recorrido y no van a fallar.

Aprovechamos el remojón inicial de los participantes para volver a montar en nuestras bicis y para no pasar la vergüenza inicial de que los primeros nadadores se suban a las suyas y nos adelanten antes de tomar la carretera hacia Quero. A escasos kilómetros un Guardía Civil nos da recomendaciones para que no seamos un obstáculo para los participantes. A escasos momentos vienen ya los dos primeros destacados como auténticas flechas. Luego nos enteramos de que son profesionales que hacen coincidir la fecha con su calendario de entrenamientos para pruebas de mayor enjundia.

Al paso por Quero ya son numerosos los grupos que nos van adelantando y otros que siguen llegando por oleadas. Aún así continuamos para evitar el mal estado de la carretera hacia Miguel Esteban y nos siguen pasando corredores más rezagados. Pasa la primera fémina que va arropada por un grupo de cuatro corredores. Otro joven de Herencia, que participa por vez primera, necesita ayuda para no desfallecer y le ofrezco seguir mi rueda hasta el kilómetro 7 en donde el trazado se hace descendente. Allí se une a otros y consigue rehacerse.

Finalmente esperamos un rato en el cruce de la rotonda de llegada a la Nacional 420 que, por fin, tiene nuevo asfalto en el puente sobre el ferrocarril. Al llegar a la gasolinera de Ropero los triatletas siguen camino del polideportivo y nosotros nos desviamos hacia la Rondilla de la Cruz Verde para saborear una más que merecida cerveza. Y... hasta el próximo año.
P.D. He sabido a posteriori que los vencedores de esta edición han sido Fernando Alarza y María Ortega en sus respectivas categorías masculina y femenina.

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