domingo, 10 de mayo de 2009

POBRE DESPEDIDA


El Gimnástico finalizó la temporada regular en su propio campo ante La Roda con empate a un gol. Pobre resultado que refleja lo acontecido en el terreno de juego, entre dos equipos que ofrecieron poco fútbol y escasas ocasiones de gol.

La propia desmotivación que se palpa en el graderío, donde los escasos aunque fieles aficionados, ven con absoluta frialdad el transcurrir de los partidos con la sola alteración que les proporcionan los errores arbitrales, se deja traslucir igualmente en el terreno de juego donde el equipo juega sin alma. Hay una especie de vacío anímico que sobrevuela e impregna el desarrollo de los encuentros.

La primera parte ha sido un cúmulo de despropósitos, sin una jugada merecedora de elogio y con prácticamente ninguna aproximación de peligro ante las porterías. Fue ya en la segunda parte cuando una jugada bien llevada por Alberto, por la banda izquierda, al segundo minuto de juego , la culminó el delantero centro, José María, para marcar por los alcazareños. Si bien, poco les duró la alegría, porque en el minuto nueve, los albaceteños culminaron un contraataque con un disparo certero que supuso el empate.

Hasta el final se mantuvo la escasa emoción por lo incierto del resultado y fue el Gimnástico nuevamente quien pudo sentenciar, al estrellar Jaime en el larguero un buen pase de Alberto que desvió un defensa visitante. Ya no hubo para más.

El Gimnástico ha realizado una buena temporada si valoramos su apuesta por mantener la categoría y nutrirse de futbolistas locales, aunque también es cierto que su juego deja mucho que desear.

De los albaceteños de La Roda me sorprendió su blanco uniforme, haciendo honor a los terrablanqueros que tanta fama le han dado a esta localidad, pero además de un blanco clásico, sin aditamentos coloristas ni horteras, tan de moda en los uniformes futbolísticos actuales y únicamente contaminado por la irrenunciable y necesaria publicidad.

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