domingo, 19 de octubre de 2008

Pegándoles duro


De nuevo tanto el Real Madrid como el Gimnástico han sido capaces de golpear a sus rivales del fin de semana con contundencia.
Los madridistas amargaron, una vez más, la fiesta colchonera en su propio campo y se va a cumplir la primera década del siglo XXI sin que aún hayan logrado la victoria liguera sobre sus vecinos merengues. El partido comenzó con similares visos a otros recientes en los que los madridistas marcan al medio minuto y noquean psicológicamente a sus rivales. Los atléticos encajaron mal este gol en todos los sentidos. Buscaron la solución inmediata en unas brutales entradas, que me recordaron los peores tiempos de leñeros tan afamados como Griffa o Glaría, a quienes se les comparaba con Herodes y Pilatos, pues si salías vivo del primero, te esperaba el segundo con mayor agresividad que el anterior.
Lo cierto es que algunas entradas protagonizadas por Perea, Ujfalusi o Pernía fueron merecedoras de roja directa, posiblemente fruto del nerviosismo del tempranero gol, pero evitables para un equipo que ha vuelto a Europa con jugadores que pueden dar más de lo demostrado ayer. Después vino lo de otras veces, un Madrid que perdonó, unas veces por malas deciones arbitrales -siguen mostrando una incompetencia clamorosa- y otras por esa especie de abulia de quien no consigue hacer valer su superioridad con rotundidad y que termina agobiado por esa misma falta de autoridad. Aunque afortunadamente el equipo está recuperando ese espíritu de lucha y de sacrificio hasta el último minuto que, unido a la innegable calidad de algunos de sus hombres, le puede deparar triunfos donde se necesiten.
Por su parte el Gimnástico ofreció un buen partido ante un flojo rival, el Tarazona, que no en vano ocupa el farolillo rojo en la clasificación. Curiosamente sus dos primeros goles vinieron por algo tan elemental como abrir el juego por la banda, centro y aprovechamiento del rechace inicial para marcar de dos estupendos remates. A mí me gustó especialmente el de Jaime Beamud que logró marcar de una volea sensacional. Luego, ya en la segunda parte, Isaac marcó un buen gol demostrando su calidad y liderazgo en este equipo, en el que no sobra precisamente lo primero. El resultado final fue de 4 - 1 para los alcazareños, que se descuidaron en el gol visitante.
En definitiva, una jornada satisfactoria para los seguidores de ambos equipos, Real Madrid y Gimnástico, en una tarde plácida de clima suave y buenas condiciones para la práctica del fútbol.

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