lunes, 30 de mayo de 2016

AHORA... EL MADRID

Toda la plantilla madridista celebra el nuevo éxito
Manuela Carmena, la alcaldesa madrileña, solo tiene que añadir un artículo determinado, masculino y singular, entre su marca electoral, para dar el lugar apropiado a la movilización social y urbana que la victoria de un Club de Fútbol de la capital es capaz de generar. Seguramente no vivirá otro evento más multitudinario y aglutinador que ese en todo su mandato. Lo dejó además muy claro con sus palabras: "Sois los mejores", lo que siempre producirá suspicacias en los derrotados y la controvertida visión que el fútbol tiene entre sus seguidores, que nunca nos pondremos de acuerdo para hacer críticas objetivas sobre el buen juego o la superioridad de un equipo frente a otro.

Al igual que ocurre en las entrevistas televisivas, las últimas palabras se reservan para los personajes que están en situación dominante, para que su mensaje sea el que quede en la memoria colectiva superponiéndose a todos los anteriores. El Madrid cierra la temporada y los últimos ecos irán asociados a su triunfo antes de que vuelva la nueva temporada. Son técnicas de marketing televisivo. Son refranes que se actualizan: Quien ríe el último ríe dos veces.

Manuela Carmena recibe la simbólica camiseta de la 11ª

Dicen los atléticos que su equipo jugó mejor, pero lo cierto es que Keylor Navas no realizó ninguna parada durante el juego, pues encajó el único gol atlético y los palos repelieron los dos penaltis decisivos. El resto se limitó a despejar balones con el pie o recoger envíos fáciles. El Real Madrid dominó durante los primeros treinta minutos de tal modo que si además del gol de Ramos hubiera materializado las ocasiones de Casemiro, salvada inextremis por Oblak con el cuerpo, la de Benzema que abusó de individualismo con Cristiano a su lado o la de Bale que sacó un defensor con el meta ya batido, el resultado hubiera sido contundente. Pero claro, es verdad, el atlético tenía obligación de remontar y el Madrid no supo jugar su gran baza al contraataque, entre otros motivos porque Cristiano salió al partido mermado físicamente, por mucho que se oculten estos detalles y además el equipo se replegó más de lo necesario, teniendo en cuenta que la gran baza atlética es marcar y hacer un cerrojo invulnerable. Se cambiaron las tornas y eso desconcertó a ambos equipos que sufrieron y se agotaron más de lo debido en busca del gol decisivo.
Lo demás podemos interpretarlo cada uno a su manera. Yo me quedo con las ocasiones de peligro generadas y ahí el Madrid fue claramente superior aunque sin acierto. Lo ratificaré en una segunda visualización tranquila del partido, porque he de decir que lo vi entre una extraña mezcla de cansancio tras mi vuelta del Senegal, sin apenas dormir, el cuidado de mis nietos que no entienden de finales europeas y la propia emoción creciente del desarrollo de los acontecimientos sobre el césped que le dieron ese dramático final.

Carmena junto a Florentino con la Copa de Europa 2016

Pero si algo tiene el fútbol es la falta de objetividad de sus aficiones. Cada cual vemos a nuestro equipo y nos cuesta reconocer al contrario. Esto es tan evidente como que este mismo partido jugado como amistoso por una causa solidaria dejaría el graderío casi vacío. Por eso digo, como Javier Marías, que en España hay que andarse con pies de plomo a la hora de mostrar los logros y los fracasos, la alegría y la desdicha. Un exceso de lo uno o lo otro es siempre un peligro, se corre el riesgo de quedarse solo y abandonado. Por tanto nos limitaremos a lo único objetivo que tuvo lugar en el campo, que el resultado fue un empate 1 - 1 que simboliza la proeza del indiscutible palmarés madridista en Europa, cuya superación tardará en producirse y que yo no deseo verla si alguna vez tiene lugar.

Simeone consuela a Gabi, su mejor jugador.

Para consolarse, los atléticos siguen recurriendo a tópicos tan manidos como falsos: que si somos distintos, que ser del Atleti es otra cosa, que nos acuden las calamidades, que solo los atléticos entienden al Atleti... no ha pasado ni un día y el Cholo ya ha dicho que necesita refuerzos (Cavani y Costa entre otros) si quieren estar a la altura de los más competitivos y ganar, por fin, este torneo continental. Es decir, tirar de talonario como hacen todos los equipos punteros sin excepción, aunque pretendan camuflarlo con otros recursos dialécticos o eufemísticos.

Cristiano marca y la 11ª ya es madridista

Por eso me han gustado algunas de las crónicas que hoy he leído ya más relajadamente, saboreando la nueva gesta y disfrutando de una condición de la que ni reniego ni me escondo. Me ha gustado la del cántabro José Sámano en El País que dice cosas como: "Un partido extraordinario devolvió al Madrid a su paraíso sin fin y dejó al atlético otra vez sonado" ... "De nuevo bingo para este Madrid celestial que tiene la pócima mágica del gran torneo"... "El Madrid se maneja en este torneo como en la sala de estar, es su testamento"... "Gloria a todos, unos y otros, por una final estupenda. Undécima para unos y pena máxima para otros".
También en el mismo diario, Ladislao J. Moñino escribe: "El penalti que estalló Juanfran contra el poste es ya el tercer estigma en la historia del Atlético en su abordaje a un título que se resiste entre paisajes dramáticos y golpes de infortunio"... "Sin fútbol de trincheras no hay Atlético, y en ese tiempo del inicio en el que no se encontró, se le escapó el título" ... "Ahí recibió el gol que no pudo enmendar Griezmann. De penalti... Y tampoco corregir Juanfran".

Por último, Jesús Garrido en El Confidencial dice: "Gabi se merecía levantar la Orejona. Se merece tantas cosas... Pero el fútbol no tiene ni idea de merecimientos. Sabe de si entra o no la pelota en la red. En el Atléti entró una vez. No sirvió"... "Simeone ha impregnado tanto al equipo de sí mismo que su marcha supondría un colapso difícil de superar"... "Hay veces en las que un rey debe ceder el trono, asumir que no está para reinar. Cristiano es orgullo hecho persona, y eso mermó al Madrid durante muchísimo tiempo, un tiempo siempre precioso cuando hablamos de una Copa de Europa".

Imagen de Jesús, el abuelo de Majaelrayo
Son solo una muestra seleccionad de los ríos de tinta que han corrido desde que se inició el partido en San Siro. Yo me quedo nuevamente con la ingenuidad calculada del publicista que hace años, cuando el Madrid no ganaba la Copa desde hacía tiempo, puso en boca de un abuelo de Majaelrayo, un pueblo del Alto Tajo, esa frase entre nostálgica y campechana de alguien al margen de lo futbolístico que se deja llevar por las voces de la calle:

- Y el Madrid qué, otra vez campeón de Europa, ¿no?.







martes, 17 de mayo de 2016

VINO Y CICLISMO

El famoso Armagnac elaborado por Luis Ocaña

En los pasados lunes 9 y 16 de mayo y dentro del programa "Entre Vinos" que emite la Cadena SER desde Alcázar de San Juan, presentado por Alicia Anaya, con la colaboración técnica del afamado enólogo Frutos López, el ciclista del I.C.C. y gran aficionado al vino Just Fontaine, intervino en una extensa entrevista en la que se abordaron aspectos de la relación de ambos mundos, el ciclista y el vinícola. Esta relación, a veces polémica, a veces resbaladiza, como el propio deporte de las dos ruedas, no deja de apasionar a numerosos aficionados que ven paralelismos en ambas actividades y múltiples conexiones, tanto reales por la dedicación de ciclistas al cultivo y comercialización de los vinos, como metafóricas por la semejanza de la dureza del ciclismo con la del proceso de crianza y elaboración de buenos vinos, que no está exenta de múltiples avatares e incertidumbres que hacen que el resultado final sea aún más meritorio.

Just Fontaine alzando una botella magnum del vino Dehesa del Carrizal

Para quienes deseen profundizar en el tema son numerosas las publicaciones, webs y otros medios que puntualmente abordan esta temática, pero desde Grada 54 recomendamos la revista especializada "Volata", dirigida por Olga Ábalos, que en su número 2 dedica un amplio dossier al tema bajo el título D. O. Ciclismo con Denominación de Origen, en el que aporta datos de ambos mundos, zonas vinícolas por las que transitan pruebas ciclistas, campeones que se dedicaron antes o ahora a la viticultura y grandes mitos que han hecho de estas aficiones su gran pasión. 

En los siguientes archivos sonoros se pueden reproducir íntegramente las entrevistas de ambos programas:


ECOTRIMAD LANZA A SANDRA

Sandra atravesando la línea de meta

No podía pasar desapercibida para Grada 54 y su redacción la gesta de nuestra entrañable Sandra Piñeiro, triatleta que día a día va consolidándose en esta especialidad y casi sin ruido está logrando un nivel más que encomiable.

El pasado domingo 15, festividad de San Isidro, conquistó el 1º puesto en el Ecotrimad Standard para féminas ante 38 competidoras que no se lo pusieron nada fácil en los 1,5 kms. de natación, 38 kms. de ciclismo y 10 kms. de carrera que logró realizar con un tiempo total de 2 h 47' 14'' resultando así ganadora por delante de Eva Casapié y Mar Sacristán.

En el podium con sus rivales más directas

Desde aquí la felicitamos y deseamos que pronto venga a tierras manchegas a pedalear por sus llanuras e incluso, si fuera posible, a participar en alguno de los triatlones de nuestra zona, a buen seguro de que su participación no pasará desapercibida.

martes, 10 de mayo de 2016

¡¡ TOUS !! ODISEICA SALIDA CICLISTA

I.C.C. MACUTILLO 2016

1ª ETAPA: AYORA - ALZIRA

Como  si de la majestuosa narración homérica se tratara, el I.C.C. cumplió con su calendario ciclista anual en una de sus salidas más tradicionales, el Macutillo, esta vez por tierras levantinas para facilitar la incorporación de su corredor G. Martinelli, que labora por dichos territorios intentando sanar con sus prácticas a los desvalidos pacientes que se le encomiendan. 


Los 5 ciclistas del I.C.C. en la Glorieta de Ayora
La cita tuvo lugar en Almansa bajo la amenaza de las previsiones meteorológicas que pronosticaban agua. Y hasta allí llegaron con británica puntualidad las dos expediciones, que habían partido de Alcázar y Valdepeñas y se habían fundido en El Tomelloso a bordo del Kia Sportage de Petrosian Alamov que cumplía su turno de servicio y por otra parte, G. Martinelli que llegaba desde tierras alicantinas para engrosar las filas del pelotón, esta vez teñido del uniforme rojo que inició la aparición conjuntada del equipo bajo unas prendas comunes.

Petrosian con Jarafuel al fondo

Y como presagio del inicio odiseico, que sería hilo conductor de la salida, el encuentro hubo de variar en su localización pues el Hotel Marquesado, que figuraba en la convocatoria, ni aparecía ni se localizaba por ningún medio clásico o tecnológico. Así pues, móviles en ristre, se llegó al acuerdo de elegir Los Rosales, todo un clásico del lugar, para establecer el primer contacto y tomar el primer café colectivo, ya bajo la tutela de las estructuras funcionales del afamado Club Internacional.
Pedaleando hacia Cofrentes

Y salvados los prolegómenos descritos, la continuidad hacia Ayora, punto de partida del pedaleo e inicio de la ruta fue todo uno. Na pasábamos de las 10 de la mañana y los cinco ciclistas del I.C.C., Bernard, Malaño, Martinelli, Petrosian y Fontaine, emprendíamos la salida por la N-330 en dirección a Jarafuel mientras se disputaba una prueba ciclista en los alrededores, con mucho despliegue organizativo pero con escasa presencia de ciclistas que aparecían diseminados en un constante goteo en sentido contrario a nuestra marcha sin que llegáramos a ver de cerca el supuesto grueso del pelotón.
Fontaine ante la Central

El encapotado cielo seguía amenazante pero sin llegar a ejecutar sus rigores y los pueblos de Jalance y Cofrentes nos ofrecían un panorama pintoresco, como colgados de la falda de las sierras, con sus torres o castillos en lo alto y las casas agradablemente armónicas con el paisaje. No tardaron en aparecer las dos gigantescas columnas de vapor que despiden las torres hormigonadas de la Central Nuclear de Cofrentes dando una nota inequívoca de su ubicación, cercana al río Júcar, embalsado en ese tramo en la presa de Los Embarcaderos. Seguimos en dirección norte hacia Los Pedrones, ya cercanos a Requena, que es la cabecera de esa comarca y donde empezamos a ver plantaciones de vid, recordando que la variedad de esa zona es la bobal, de características muy singulares. 

Paramos en dicha población porque la hora de la comida se nos vino encima y era necesario reponer fuerzas. Tuvimos la fortuna de encontrar un bar con amplio salón en la misma travesía, con la bicis a la vista y con el consentimiento de los propietarios de poder pedir únicamente la bebida, pues es tradición del Club portar el bocadillo por parte de sus asociados. Y tras este obligado parón, reemprendimos la marcha hacia el este, siguiendo las indicaciones del padre del negocio, pues el hijo tuvo que consultar en internet donde quedaba el siguiente pueblo, Los Herreros, pasando luego por La Venta de Gaeta, Dos Aguas, todos ellos en un terreno muy escarpado de constantes subidas y bajadas, con profundos barrancos cuya concavidad parecía verterse de unos a otros, hasta que fue apareciendo un terreno más plano a medida que nos íbamos aproximando al mar, de manera que fuimos pasando por Monroy, Llombay, Catadau, Carlet, La Alcudia y Guadasuar hasta terminar finalmente en Alzira, no sin antes rodear la ciudad para evitar la autopista de entrada.
El grupo ante la Casa Blava de Alzira

Nos esperaba la Casa Blava, una alquería restaurada por instituciones públicas y ejemplo de lo que fue la vida en la huerta valenciana antes del destructivo desarrollismo que aniquila todo lo que encuentra a su paso. Además de las escasas y coquetas dependencias, el lugar es punto de acogida para rutas BTT en la Comunidad Valenciana y cuenta con un pequeño taller para posibles reparaciones y herramientas disponibles para los alojados en el mismo. Después del aseo y el breve descanso, nos centramos en las calles céntricas de la población que gozaban de un buen ambiente, con terraza tomada por un público juvenil, de atractiva carrocería y gestos desmesurados propios de la edad.

Nos habían recomendado el restaurante Roure para la cena, pero no satisfizo las expectativas de los miembros del Club y tras otro breve recorrido fuimos a parar al Lloc, donde pudimos degustar sus caçoletes variadas regadas por un vino de pomposo nombre romano "Publio Elio Adriano", de la tierra valenciana y de la variedad bobal con algo de merlot. Resultó un tanto tosco y excesivamente alcohólico, pero Martinelli y Malaño se encargaron de añadir las notas de humor que tanto alivian el cansancio y los contratiempos de cualquier tipo. El primero contando algunas de sus prácticas sanitarias relacionadas con las exploraciones proctológicas, tras una de las cuales un paciente sintió que se "corría" y así lo exclamó, pero en referencia a la camilla que se desplazaba de su lugar ante el empuje exploratorio. Cosas de las distintas acepciones de nuestro rico acervo lingüístico. Y Malaño recordando a una de las sagas de traumatólogos valdepeñeros de escasa fortuna, conocidos por su apellido Velasco, de tal modo que se hizo popular el dicho de un accidentado, que antes de recibir asistencia exclamó como en un ruego:
- ¡Que nadie me quite el casco ni me lleven a los Velasco!
Descansando en la 101 de Casa Blava

La jornada, que por lo demás resultó interesante y ajustada a las previsiones de kilometraje y trazado del recorrido, la completamos  también por la zona céntrica en un local llamado Velázquez, donde tomamos sendos gintonic mientras una camarera rubia, creída y bien dotada de atributos corporales hacía las delicias de quienes la observaban con esas cálidas miradas que añoran y compensan así la ausencia de sus parejas alejadas a bastantes kilómetros de distancia.

DATOS TECNICOS:

ITINERARIO: AYORA - Jarafuel - Jalance - Cofrentes - Los Pedrones - La Cabezuela - Los Herreros - Dos Aguas - Montroy - Llombai - Catadau - Carlet - L'Alcudia - Gudasuar - ALZIRA
DISTANCIA: 121 KMS.
TIEMPO DE PEDALEO: 5 H 32' 10''
VELOC. MEDIA: 22 K/H.
VELOC. MAX.: 62 K/H.
ALTITUD: 1968 M.
CALORÍAS CONSUMIDAS: 3412


2ª ETAPA: ALZIRA - AYORA

Podríamos decir que hubo dos sectores claramente diferenciados en esta segunda etapa de nuestra salida, que comenzó con la concentración de todos los miembros del Club en la habitación de la planta baja para comprobar las secuelas de la noche anterior y constatar como el "niño" observaba absorto la pantalla de TV del hotel antes de que sus mayores le recordasen sus obligaciones.
Mapa de la zona para cicloturistas

Un suculento desayuno de calidad puso la nota temprana en el acogedor y amplio comedor de la casa, servidos por un personal que se había incorporado en esos momentos para su jornada dominical y una puesta a punto de las bicis antes de emprender el recorrido. La lluvia ya no era una posibilidad sino que hacía acto de presencia de forma suave pero incesante. A medida que fuimos sorteando cruces y rotondas en dirección a Tous, las gotas fueron haciéndose cada vez más abundantes e intensas, de modo que subimos el puerto que conduce a la presa rodeados de agua por todas partes. 
Panorámica de la presa de Tous

El asfalto áspero e irregular facilitaba el agarre de las cubiertas pero no favorecía un rodar cómodo y menos cuesta arriba. Pero lo peor estaba por llegar. La presa de Tous sobre el río Júcar, desde donde se divisa un paisaje espectacular y que en su momento, en el año 1982 produjo uno de los sucesos más dramáticos de relatar cuando reventó al no soportar la presión del agua acumulada por el río debido a una gota fría y posiblemente a la barrera artificial que creó la cercana autopista A-3. Como consecuencia de aquel accidente, se volvió a construir la actual obra, con mayor capacidad y que fue inaugurada en 1994. Pero para lo que nos concierne, como ciclistas ocasionales de la zona, ocurrió que el acceso al camino de la presa, que permitiría cruzar la misma y pasar al lado opuesto de la sierra, está cerrado con una valla infranqueable y con cámaras de seguridad por si algún atrevido lo intenta.
Pedaleando bajo la lluvia

La decepción y el desconcierto del grupo fueron evidentes, porque después de consultar a un amable vecino que por allí se encontraba con su coche dispuesto a regresar por la mala climatología, nos confirmó que la única alternativa para pasar a Navarrés era volver sobre nuestros pasos y rodear por la parte baja. Aquí se iniciaron las dudas, la descoordinación en la bajada y el deseo infructuoso de encontrar algún atajo que aliviase el contratiempo. No fue posible. Unos compañeros con bicis de montaña nos indicaron, no sin cierta complejidad,  el mejor de los retornos posibles para recuperar el trazado previsto. De nuevo paso por Alberic, con una sucesión de indicaciones erróneas por parte de los lugareños y nulas por la inexistente señalización oficial hacia las poblaciones cercanas.
Ante Casa Ricardo en Sumacarcer

La mañana avanzaba, la lluvia no cesaba y las fuerzas iban disminuyendo a medida que avanzábamos, ahora sí, con sumo cuidado en cada una de las nuevas direcciones a tomar. Lo único agradable del recorrido eran los inmensos campos de naranjos que, además de poner la nota visual y colorista a nuestro paso, perfumaban el ambiente con un intenso olor a azahar que se percibía con agrado. El objetivo era alcanzar Navarrés para enlazar con el trazado previsto, pero al llegar a Sumacarcer, decidimos parar y comer para reponer fuerzas. Lo hicimos, por indicación de un joven, en Casa Ricardo, que según nos desveló el camarero fue un antiguo ciclista, como se demostraba por los variados carteles, maillots y recortes de prensa enmarcados que adornaban el local. Lo cierto es que el menú estuvo muy a tono con nuestras pretensiones y tomamos una paella propia de la tierra y muy bien elaborada, pese a que el compañero Bernard tenía cerrado el apetito desde la noche anterior y Martinelli mezclaba los alimentos con un cóctel de fármacos anticatarrales para aguantar la marcha.

Pedaleando entre naranjos

Sólo la presencia fugaz en el local de una joven rubia, altiva y resultona, animó el panorama del grupo que presagiaba una segunda parte de etapa escasamente optimista.

La precisión cartográfica, tan cuidada siempre desde Andermatt había fallado inexplicablemente y gracias a unas fotos tomadas sobre un cartel turístico de la zona en la Casa Blava, pudimos encontrar un giro inesperado pero providencial para continuar en otro sentido y salvar el paso por Navarrés que hubiera supuesto un duro ascenso de diez kilómetros de sierra. El camarero nos confirmó verbalmente que esa era la decisión y ruta sensatas pese a lo que aún quedaba y las condiciones para acometerlo.

Tomamos pues el camino cuando eran las tres de la tarde, pero ahora en dirección a Sellent, con muy buen asfalto y escasas cuestas, para pasar por Estubeny y dejar de lado Anna antes de llegar a Enguera, que era el objetivo final de este tramo, dado que desde allí hasta el final de etapa no sólo no había alternativas, sino que nos encontraríamos en mitad de la sierra, sin puntos de paso intermedios y con 48 kms. por delante, de los cuales 33 eran de ascenso continuado hasta coronar el puerto de Casa del Alto (1070 m.) y desde allí descender los últimos 15 kms. hasta Ayora. 
Lluvia y generadores eólicos

La subida no era de una especial dificultad y dureza en condiciones normales, pero la acumulación de kilómetros añadidos, las incertidumbres pasadas y la incesante lluvia, aderezaban un marco que fue pesando en los componentes del Club hasta alcanzar los tintes épicos que suelen jalonar este deporte. Pero todo fue llegando y alcanzamos la cima sin apenas contraste de continuidad aunque cada vez más incómodos por la humedad, que ni siquiera los chubasqueros podían amortiguar y con el fantasmal entorno que un banco de niebla aportó al paisaje y las gigantescas aspas de los generadores eólicos produciendo una melodía casi onírica.
La niebla también tuvo invitación


El descenso fue duro y peligroso. Las condiciones ambientales hacían que los frenos chillasen, las gafas quedaban empañadas y los pies y manos, ateridos por el frío de la bajada, no respondían adecuadamente a los impulsos que se necesitaban para controlar las bicicletas. Menos mal que hubo sensatez dentro del riesgo y experiencia en el manejo de las máquinas, para evitar accidentes. No sin un evidente sufrimiento, alcanzamos Ayora como quien llega a la tierra prometida, hasta nuestra particular Ítaca, después de vencer a Cíclopes y esquivar Sirenas y en un bar, enfrente de la Glorieta donde estaba nuestro coche, nos secamos, cambiamos de ropa y tomamos un ligero avituallamiento para recuperar la energía y el ánimo, que también subió al conocer que el Real Madrid había vencido al Valencia, que el Atlético de Madrid perdió con el Levante y que al final la Liga mantendría el pulso hasta la próxima y definitiva jornada.
Al final, el coche en Ayora

El viaje de regreso, tras despedirnos de Martinelli, no sabemos si definitivamente como ciclista, nos fue relajando hasta el punto de desear la llegada por la acumulación de cansancio, que suele hacerse más evidente cuando se abandona la tensión necesaria. Motivos no faltaron para ese estado de alta exigencia que soportamos por diversos factores. Se decía que en Andermatt rodarán cabezas...


DATOS TECNICOS:

ITINERARIO: ALZIRA - Alberic - Tous - Alberic - Villanueva de Castellón - Carcer - Sumacarcer - Sellent - Estubeny - Anna - Enguera - AYORA
DISTANCIA136 KMS.
TIEMPO DE PEDALEO: 7 H 19' 45''
VELOC. MEDIA: 19 K/H.
VELOC. MAX.: 51 K/H.
ALTITUD: 1524 M.
CALORÍAS CONSUMIDAS: 3654

martes, 3 de mayo de 2016

NOS VISITÓ EL REAL MADRID DE BALONCESTO

ALCÁZAR BASKET 47 - 55 REAL MADRID

Salto inicial del partido

Para los madridistas siempre es un buen motivo de asistir a los partidos a saludar a tus colores deportivos. Siempre que he podido así lo he hecho sin mostrar ambigüedades, ya fuera antes con el Adepal como ahora con el Alcázar Basket, que no son sino las dos caras de la misma moneda en curso de nuestro baloncesto. Por tanto, allí estuve, en el Pabellón Díaz Miguel, que espero que pase pronto a ser el segundo en importancia de la ciudad en favor del nuevo "Vicente Paniagua", aún inacabado pero con perspectivas de que lo será en próximas fechas. También puedo decir que asistí acompañado de otro madridista de siempre, José Luis Zarco, con el que me unen siempre estos vínculos deportivos de complicidad madridista.


Calentamiento de ambos equipos

Como parecía presagiarse, el partido una vez alcanzado el derecho a jugar la fase de ascenso a superior categoría por parte de los alcazareños, no tenía mucho en juego, por lo que ambos equipos de mostraron cautos y "sin poner toda la carne en el asador". Me resultó sorpresiva la actuación y continuidad de Samir, amigo personal de la familia, a quien daba en otros menesteres y que pudo lucir su buena media distancia dada la falta de elaboración y juego interior que mostró todo el equipo.

Parece ser, según me llegaron informaciones, que los tres mejores del equipo estaban lesionados, por lo que no pudieron actuar. Esto obligó a ver a algunos de los no habituales y también a comprobar como otros , como es el caso de Sebastián Mbasongo, pese a su altura sobresaliente, no acompaña sus movimientos con la debida coordinación, lo que le hace desperdiciar sus condiciones innatas.

Del Real Madrid me gustó su base Daniel de la Rúa y dos de sus más destacados tiradores, Dino Radoncic y Mihailo Jovicic. Pese a su escasa edad, son dos joyas que el Club puede ir puliendo como baluartes de su cantera. Es hora de que el Madrid recupere la base cantearan para tener la solidez de sus mejores etapas. 

Las chicas de Alma en acción

Del resto poco que comentar. Un ambiente atronador, que sigue siendo para mí un repelente para asistir a más encuentros y la actuación de las chicas de Alma, con ella misma a la cabeza,  que son un ejemplo de constancia y popularidad en cualquiera de sus facetas como bailarinas. Algunas las recordaba como alumnas del IES Cervantes en mi último año como profesor del mismo.


EN LA CRESTERÍA DE CONSUEGRA

El grupo posando ante los molinos

En una de las casi diarias salidas del grupo de Josemi, como yo lo titulo en alusión a su líder, fuimos hasta la vecina localidad de Consuegra en cuya crestería coronamos la subida hasta el último molino después de dejar al paso su imponente castillo. Todo ello rodeados de varios autobuses de turistas, especialmente japoneses que visitan casi a diario la localidad y sus reclamos más preciados.